Extra

2.5K 338 232
                                    

N/A: Esto lo hago como agradecimiento por el apoyo que tuvo a pesar de haber sido un fanfic algo cliché y desorganizado que tardó en tener sentido. Mil gracias a todos y feliz navidad <3
Voy a seguir escribiendo otras cosas (ya esta disponible el prólogo de un fic de Tokyo Revengers)^^

---

Sus ojos quedaron abiertos, mirándonos sin vernos. Con una fina capa de agua salada que los hacía brillar como cuando estaba feliz, las mejillas rojas por la sangre y los golpes, las ojeras marcadas bañadas en ese líquido metálico ahora seco. Su piel pálida, grisácea por el estrés y el sufrimiento.

Su traje de héroe hecho trizas, moretones en todo centímetro de piel visible.

Mi primer amor inolvidable yacía sin vida frente a mí, sosteniendo mi mirada aún cuando ya no estaba conmigo.

-No nos dejes...

Aizawa-sensei gritó al cielo con desesperación, como si culpace a Dios por haberle arrebatado a su hijo de los brazos. Mic lo abrazó al instante, pero nadie me atrapó cuando caí de rodillas.

Mis manos temblaban, las nauseas quemaban mi garganta y el cabello rojizo se adhería al sudor de mi frente llena de polvo. Me sentía enfermo, pero a la vez no sentía nada.

"Esto es un puto sueño. Una maldita pesadilla. ¡Él no pudo haber...! ¡No pudo...!"

-No me dejes...

No pude decir su nombre. Menos su apodo... Sólo sabía que nada de lo que estaba ocurriendo era real, no podía serlo.

-Kirishi... Eijirou, levántate. Debemos ir con los otros y decirles... lo que ocurrió. Aizawa-sensei necesita espacio.

Creo que lo dijo mi mejor amigo, pero sólo levanté la mirada y vi a nuestro profesor aún abrazándolo. A uno de mis mejores amigos y compañeros de vida. El que ya no respiraba... Su cuerpo era sostenido por Aizawa-sensei contra su pecho como peso muerto, inmóvil... No reía, ni sonreía, ni lloraba, ni gritaba, ni amaba.

Y no volvería a hacerlo nunca jamás. Aunque viva en nuestras memorias, no podré charlar con él nunca más. Ni besarlo, ni abrazarlo, ni aconsejarlo. Eso dolía como miles de agujas que se clavaban lentamente en mi pecho hasta dejarme sin aire.

"...Tardé meses en volver a ser el mismo. Y luego de mucho llanto y acompañamiento de parte de profesionales y amigos, pudimos salir adelante. Tanto la familia como los amigos de aquella persona que nos dejó esa tarde, pudimos seguir nuestras vidas como él lo hubiese deseado."

Sonreí con satisfacción al terminar de leer la hoja de papel que sostenía frente a mí, que resumía esa historia. La que preparé con esmero con mis compañeros. La que sabía que llegaría a los corazones del público.

-Fue duro. Pero esto logró que la sociedad finalmente vea una de las mayores problemáticas de la profesión a la que nos dedicamos.

Los miles de ojos estaban clavados en mí, pero no dejé de sonreír.

Su historia merecía ser contada, y qué mejor que sea durante el quinto aniversario del Proyecto. Siete años después de su muerte, y seis luego de que Twice se hubiese entregado por voluntad propia a las autoridades.

꧁ El hijo de Aizawa ꧂ (TransMaleReader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora