Dos

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-       Supongo que... no rentaron el auto. – dijo Bella, agarrada de los asientos de atrás como gato. Alice iba más rápido de lo que yo iba saliendo de Forks.

-       Me imaginé que no te opondrías a un auto robado. – le dije yo. – No es la primera vez que me robo uno. Aunque, prefiero las motos.

-       Le agradarías a Jacob. – la vi dar una pequeña sonrisa por el espejo.

-       Además, es precioso. Morgan tiene buen gusto en autos. – siguió Alice.

-       Te juro Alice que, si morimos estampadas, yo te asesinó por tercera vez. – ella solo rio y aceleró más. – Ya casi llegamos.

-       Morgan. – escuché la voz tenue de Bella.

-       ¿Sí? 

-       ¿Cómo sabes tanto de los Velturi... Vulturi?

-       Volturi. – la corregí.

-       Si, ellos, ¿Cómo sabes tanto? Cómo para que Alice te llamara. – Alice y yo nos volteamos a ver.

-       Yo antes vivía con ellos, Bella. Hasta que decidí permanecer con mi aquelarre. – me dio una mirada confusa. – Con mi familia. Dejé a los Volturi, por estar con mi familia. Aún me tienen algo de aprecio, por mis dones yo creo.

-       ¿También lees la mente? – preguntó curiosa y yo reí.

-       Morgan, tiene un gran olfato ella huele cualquier emoción, pero no las controla como Jasper. También puede disuadir los dones de los demás... es como un espejo, si alguien la ataca, ella regresa el golpe. – respondió Alice sin quitar la vista del camino.

-       Y controlo algunas cosas con la mente... como la telequinesis.

-       Ahora entiendo el porque te aprecian. – dijo en un casi susurro.

Alice se quedó mirando al frente por unos segundos, estaba teniendo una visión.

-       Lo rechazaron. – anunció, mis ojos se abrieron como platos.

-       ¿Eso es malo? – preguntó Bella posicionándose en medio de nosotras.

-       Bella, él va a armar un escándalo para que los Volturi lo maten. – le explicó Alice.

-       Se revelará con los humanos. – le dije viéndola de reojo y noté como palideció.

-       ¡No! – soltó un grito ahogado. - ¿Cuándo?

-       Esperará a que sea medio día. Cuando el sol esté en su punto más alto. – Bella se tiró en los asientos y le extendí mi mano en apoyo.

-       Alice, más te vale que aceleres. – ella me dio una pequeña sonrisa y presionó más el acelerador.

-       Bienvenidas a Volterra. – les dije cuando divisé el lugar.

Todas volteamos y observamos la bella arquitectura del lugar. Si la vida de mi hermano no estuviera en juego, desde luego les daba un tour en donde por varios años fue mi hogar.

Alice aceleró y llegamos demasiado rápido a Volterra, ella entraba en las pequeñas calles con rapidez y yo solo rogaba por llegar a tiempo. Miraba de reojo a Bella que no dejaba de morderse las uñas. Aunque fuera la primera vez que la veía, podía sentir el gran amor que le tenía a mi hermano y el terror de poder perderlo.

Nos acercábamos más al centro de Volterra, y podía ver desde la ventana del auto a muchas personas con capuchas rojas. Alice tocaba el claxon para poder pasar, pero era tanta gente que nos impedía avanzar. Ay no, pensé.

-       Mierda. – susurré.

-       ¿Qué pasa? – preguntó Bella y yo solo me limité a ver a mi hermana. - ¿Por qué todos tienen capuchas rojas?

-        Es el festival de San Marcos. – volteé a verla, estaba hecha bola en el asiento. – Están conmemorando la expulsión de los vampiros de la ciudad.

-       Es algo... irónico. – dijo mi hermana. – Y el escenario perfecto. Si Edward se revela aquí, los Volturi no lo permitirían y lo asesinarán.

-       Tenemos cinco minutos. – anuncié viendo mi celular. Escuché a Bella comenzar a hiperventilarse.

-       Respira, Bella. – le dijo Alice con su voz dulce y tranquila. – Lo vamos a lograr.

Alice logró entrar por una calle un poco vacía y aceleró un poco, pero justo cuando íbamos a llegar al centro, un policía nos detuvo.

-       ¿Chicas? – nos preguntó Bella bajándose del auto.

-       Tienes que correr, Bella. – le dije.

-       Él leería mis pensamientos y creería que estoy mintiendo. Y si Morgan va, le parecerá loco, porque no la conocías. – le explicó.

-       De acuerdo. – dijo temblando. - ¿A dónde voy?

-       Debajo del reloj, el que está en la torre. – le expliqué. - ¡Corre! Nosotras te alcanzaremos.

Y así sin más Bella salió corriendo. Y nos dejó a Alice y a mí con el policía de la ventana. Bajé del auto con mi sombrero y mis lentes. El policía soltaba un claro aroma a fastidio.

-       Lo siento mucho, oficial. Queríamos alcanzar a recoger a nuestros padres. Les encanta el Festival. – le dije en italiano.

-       Señoritas, tendrán que cruzar caminando, pero el auto lo pueden estacionar en la calle de atrás. – asentí y le dije un claro "gracias".

Me adentré al auto de nuevo, y miré a Alice. Nos tomamos de la mano y se dirigió hacia la otra calle para poder estacionar el auto.

Bajamos y nos fuimos por las partes más oscuras de las calles de Volterra y las menos concurridas. Visualizamos el reloj y a una Bella abrazando a mi hermano, cosa que los metió a ambos en el edificio. Solté todo mi aire retenido.

-       Lo sabrán. – me dijo Alice. – Sabrán que ya no eres como nosotros.

-       No lo harán, esconderé mi aroma y aguantaré la respiración. Estuve practicando en el baño del avión. Tranquila.

Nos acercamos a la puerta y no pude evitar mis dramatismos por un rato. Empuje las puertas, abriéndolas y rompiéndolas.

-       Vamos, muchachos. – dije viendo a Félix y a Dimitri frente a mí, quitándome los lentes y el sombrero. – Es día de fiesta, yo los recodaba más alegres.

-       No hay que crear ningún alboroto. – continúo Alice.

-       Morgan. – se escuchó mi nombre de dos bocas, la de mi hermano en un suspiro agradecido y la de Félix en un suspiro enamorado. Guiñe un ojo a mi hermano.

-       No lo haríamos. – le respondió Dimitri a Alice.

-       Suficiente. – una nueva voz femenina se escuchó en el pasillo.

-       Jane. – le dije con desagrado.

-       Morgan. – me miró de arriba abajo con desprecio. – Espero no vengas a recuperar tu puesto.

-       Tranquila, lloraste tanto por el, que es un regalo. – sonreí.

-       Aro me envió a averiguar porque tanta demora. – se dio la vuelta y nos empezó a guiar.

Félix y Dimitri caminaron a la par de ella, me posicioné frente a Bella y recibí una mirada de agradecimiento de Edward.

Solo haz lo que te diga. –le susurró Alice a la humana.

You (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora