Diez

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El ansiado día de la fogata por fin había llegado y por mi amor a Billy Black y a la manada no les podía fallar. Me levanté temprano, hice mis deberes, me di una ducha larga, me puse ropa ligera y mi chamarra de piel; saqué mi Harley del garage y me encaminé a la reserva a una buena hora. Llegué a la casa de Billy y el viejo Black ya me esperaba con bolsas de carne cruda en la nevera.

-       ¿Lista para preparar la carne y la ensalada? – dijo muy emocionado.

-       La verdad no mucho. – soltamos una carcajada y entramos a la casa. - ¿Cuál es la idea? Preparar la carne y la asamos allá o quieres que haga 200 hamburguesas de tirón.

-       Serían más de 200 esos chicos no tienen fondo. Pero solo hay que preparar la carne, Emily llevará lo demás. – me dijo en lo que se dirigía a su refrigerador.

-       En ese caso, ponte a cortar jitomates.

Nos acomodamos en la mesa y comencé a condimentar la carne molida para unas deliciosas hamburguesas.

-       ¿Nerviosa?

-       No. Si. Un poco. – bufé. – Muy. Escucharán la historia real y eso me... asusta.

-       Calma, Morgan. Te adoran esos chicos. – lo miré a los ojos, no debía oler sus sentimientos para descubrir que era sincero conmigo. – Y cierto chico Black está encantado contigo. – suspiré.

-       Ojalá así fuera, Billy. Jacob solo tiene ojos para Bella. – tomó mi hombro de forma paternal.

-       Ten paciencia. Jacob está aprendiendo, lleva poco siendo un lobo, tú llevas una eternidad. – reímos. – Ahora, creo que es momento de partir o Emily y Sue nos matarán.

-       Estamos a dos pasos, Billy.

-       Pero siempre soy impuntual.

-       Nunca cambias, Billy Black.

Nos dirigimos a los demás chicos, unos corrían, otros ayudaban a Emily con los condimentos. Pero era más trabajo de Sue y ella. Y otros, solo comían lo que podían robar.

-       Al fin, ya prendimos el asador solo faltaba la carne. – un desesperado y hambriento Paul se hizo presente.

-       Carne molida al estilo Morgan Cullen aquí. – anunció Billy con emoción. Y todas las miradas se dirigieron a mí.

-       ¿A cocinar?

Los gritos de todos los chicos a mi alrededor se hicieron presentes y mi emoción crecía cada vez que uno de ellos pronunciaba algo. Ellos también eran mi familia después de todo.

Al menos dos horas después, estábamos listos para que Billy iniciara a relatar las leyendas, una en especial. Hasta que unas voces me hicieron voltear. Jacob y Bella venían caminando tranquilamente y me ahorré el poder usar mi sobrenatural oído, no quería escucharlos después de todo.

Me senté junto a Paul, quien me abrazó y volteamos gracias al quejido del joven Black.

-       Se lo perdió. – susurró en mi oído.

-       Shh, Billy va a iniciar.

Billy tomó aire y se preparó para redactar la leyenda. Era algo que me encantaba de él, lo hacía de la manera más hermosa posible y sabía que después de esto, mi momento de explicaciones llegaría.

-       Los Quileutes han sido una tribu pequeña desde el comienzo. – aquí vamos. – Pero siempre tuvimos la magia en nuestra sangre. Fuimos grandes espíritus guerreros, capaces de transformarnos en el poderoso lobo. – sonreí. – Eso nos permitió ahuyentar a nuestros enemigos. – borré la sonrisa. – Y proteger a nuestra tribu. Un día... - respiré profundo. – Nuestros guerreros se toparon con una criatura. Parecía un hombre, pero era duro como una piedra y frio como el hielo. Había secuestrado a las hijas de un gran jefe y las asesinó. – solté el aire. – Los filosos dientes de nuestros guerreros lo hicieron pedazos, pero solo el fuego lo destruía completamente. Vivían temiendo que el hombre frío no estaba solo.

Sentía mi garganta seca y me removí un poco en los cálidos brazos de Paul.

-       Y tenían razón, ella se vengó de nuestra aldea. Nuestro anciano jefe, Taha Aki, era el único guerrero capaz de salvar a la tribu después de que su hijo muriera. La tercera esposa del jefe sabía que él perdería, ella no era un ser mágico, pero tenía un poder especial, valor. Su sacrificio distrajo a la mujer fría lo suficiente para Taha Aki la destruyera. Ella salvó a la tribu.

Me removí un poco incómoda, el momento llegaba.

-       Nuestros enemigos han desaparecido con el tiempo, pero uno permanece, los fríos. Nuestra magia despierta cuando aparecen y ahora los sentimos, la amenaza en nuestra sangre. Algo terrible viene y debemos de estar preparados. – vio a Bella. – Todos nosotros.

El silencio inundó el lugar, sentí la mirada de Billy, Sue y el viejo Ateara sobre mí. Era el momento... volví a suspirar, me enderecé, aún rodeada por Paul y hablé.

-       Esa historia tiene una parte errónea. – la cara de sorpresa de todos era indescriptible, pero el olor a sorpresa y desagrado llamó mi atención, Jacob.

-       ¿Cómo te atreves? – se puso de pie el joven Black y su padre lo detuvo.

-       Déjenla hablar. – pidió Sue, logrando que Jacob se sentara.

-       Aquí voy. – susurré, aunque fue escuchado por todos los lobos. Miré a Billy en busca de apoyo y Paul sobaba mi espalda baja. – La vez que el primer fr... vampiro apareció solo una hermana murió. La hermana mayor, Lakshmi y la menor, Letahily, quien estaba comprometida con el hijo de Taha Aki, estaban dormidas cuando dos vampiros se las llevaron. Estaba amaneciendo y era raro que alguno hiciera guardias en esos tiempos, todo era seguro o eso pensaban.

El silencio se hizo más grande y me dio confianza a seguir, si me estaban prestando atención.

-       Uno de los vampiros mató a Lakshmi, obligando a Letahily a presenciar el espantoso evento. El otro vampiro solo la observaba con fascinación y en ese momento mordió su cuello llevándose su vida. Pero... algo sucedió, los guerreros de la historia aparecieron, el vampiro que se encontraba alimentándose de Letahily la soltó, provocando un sonido ensordecedor y corrió huyendo de ahí. – suspiré.

-       ¿Y eso qué tiene que...?

-       Calla, Jacob. – pidió, Sam.

-       Los guerreros persiguieron al que se quedó y lo asesinaron. Nunca se dieron cuenta de que una de las hermanas seguía viva. Letahily. Pasó horas en agonía gracias al veneno que el vampiro le había impregnado y comenzó a rogarle a los espíritus guerreros por su vida. Cuando ella pensó que moriría una cegadora luz apareció, un lobo que se introdujo en ella y la salvó. La convirtió en una híbrida, mitad vampiro – mitad lobo. Diciéndole que su lado vampiro reinaría en ella hasta el momento en el cual encontrara a su pareja, a su impronta. Cuando eso sucediera sus mitades se equilibrarían en ella. La transformó en una bella mujer; alta, de cabello cobrizo, ojos grises, una figura preciosa y su piel palideció. Desde entonces Letahily es ambas y lleva siglos buscando quien la salve de la agonía.

Otro silencio espantoso, olía a orgullo por parte de los tres adultos y a sorpresa por todos los jóvenes. Hasta que la voz del más joven llamó la atención de todos.

-       ¿Cómo sabías eso, Morgan? – suspiré, buscando de nuevo el apoyo de Billy. Me puse de pie.

-       Porque yo soy Letahily.

You (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora