Veintinueve

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-Sé que estoy castigado. ¿Puedo ir? - nos miró haciendo ojitos de perro.
-¿Qué dices, amor? - le pregunté a mi lobo que mecía al pequeño Billy en sus brazos. Yo me encontraba acomodando una cobija mientras le daba a la pequeña Sarah de comer.
-Bells, - llamó a su cuñada. - ¿Nos harías el favor de no quitarle el ojo de encima?

La vampiro asintió y solo una ligera risa. Era la tercera vez que Seth se escapaba de la casa de Sue por salir con Renesme para ver las estrellas, pues mi pequeña sobrina amaba ver cómo brillaban. Claro que tuvo repercusiones y Sue nos pidió que tomáramos cartas en el asunto.

-¡SI! - el grito del cachorro ocasionó el llanto de mi pequeño bebé.
-Corre antes de que te mate.

Vimos a los tres salir disparados para una de las montañas donde nevaba.
Los tacones de mi hermana se escucharon por toda la casa y me miró temerosa.

-¿Podría? - preguntó viendo a mi pequeño llorar.
-Sería un honor, hagamos intercambios. Rose, ten a Billy. - le dijo mi esposo y a mi hermana le brillaron los ojos. Aceptó feliz a su sobrino y se fue a sentar para tratar de dormirlo. - Y tú pásame a mi princesa.
Recuéstate un rato, mi niña.

Sin dudar le di a Sarah y me senté en el sillón.

-Vaya... - dijo Emmet entrando a la sala y mirando enternecido a Rose. - ¿Los aplastó un tren?

Todos reímos. No era raro vernos a Jake y a mí ojerosos desde hace dos semanas. No dormíamos nada. Si Billy se dormía, Sarah despertaba llorando y despertaba a Billy o viceversa. Mis hermosas horas de sueño se fueron al caño. Aunque, no me arrepentía de nada, mis hijos eran lo mejor que podría tener.

-Jamás me había sentido tan cansada, mamá. - dije como una niña pequeña abrazando a Esme.
-Ay, cariño. Bienvenida a la maternidad. - sobó un poco mi cabello. Vimos a Jake que mecía a Sarah pero cabeceaba un poco.
-¿Dónde están las cosas de los niños? - preguntó papá.
-En la cocina, Carlisle. Están sus mochilas. - le respondió Jake.
-Perfecto. Dame a la pequeña. - le pidió mamá. - Ustedes vayan a dormir un rato. - hizo un gesto señalando arriba, donde estaba mi antigua habitación. - Rose y yo nos encargamos.

Jake le dio a Sarah, vi las caras de Rose y mi madre. La emoción de cuidar a sus nietos y sobrinos les gustaba. Tomé la mano de Jake y subimos corriendo a mi cuarto. Cerré las cortinas y nos acostamos en la cama. Me abrazó por la cintura y caímos dormidos.

—————
Desperté, Jake seguía roncando. Bajé y me encontré con mi familia. Bella iba llegando con los chicos.

-Nunca me creerán a quien me encontré. - dijo Bella.

—————
-Tanya convenció a Irina de venir a reconciliarse.
-Tal vez cambio de opinión. - dijo Edward.

Unos fuertes y cálidos brazos rodearon mi cintura, ocasionando que soltara un salto.
Observó la sala como buscando algo, sus ojos pararon en Rose que mecía a la pequeña Sarah y mi madre que mimaba a Billy.

-Ver a Seth debió ser duro. - justificó mamá.
-Hubiera querido hablar con ella.
-Calma, Bella. Es familia. Volverá y podremos hablar.

Edward comenzó a tocar el piano y Renesme lo acompañaba en su canción. No podíamos dejar de verla, era hermosa.

—————
-¿Seguros que estarán bien? - preguntó angustiado Jake.
-Calma, hijo. No son los primeros bebés que cuidamos. Quiero pasar tiempo de calidad con mis nietos.

Billy veía a nuestros pequeños encantado. Rachel había regresado a visitarnos, ocurrió la maravillosa sorpresa de Paul imprimándose en ella. Recibiendo un golpe por parte de Jake.

-Tranquilos, ayudaré a papá. Vean estas preciosuras. Su tía Rachel los cuidará muy bien.

Asentimos. Salimos tomados de la mano y corrimos al bosque. Brincamos y comenzamos a correr. Saltamos el tratado, a unos pasos de la casa de mis padres nos transformamos y cambiamos.
Entramos a la sala donde la pequeña Renesme tocaba el piano ella sola, sin la ayuda de Edward.
Mis padres jugamos ajedrez, Bella estaba recargada en el piano, a su lado estaba Seth y los demás estábamos en un sillón.
Un ruido sordo nos hizo voltear.

-¿Alice? - preguntó Jasper a su pareja.

La cara de Alice y Edward reflejaban el horror en sus miradas. Cuando me levanté dispuesta a leer la mente de Alice con el poder de Edward, ella habló.

-Los Volturis, vienen por nosotros. - sentí que el aire abandonaba mis pulmones y caí de rodillas. - Aro, Caius, Marcus, la guardia e... Irina.
-¿Morgan? - entre Jake y mi madre me ayudaron a pararme y sostenerme.
-Malditos traidores, mentirosos. - susurré.
-¿Por qué? - preguntó mi padre.

Miré a Renesme unos segundos. No puede ser, Irina malinterpretó todo. Ahora los Volturis vendrían por mi familia. Primero tendrían que pasar sobre mí. Teníamos un trato, uno que ellos acababan de romper. Si ellos tocaban a mi familia, yo podía matar a cuantos Volturis quisieran y eso haría.

-¿Qué vio Irina exactamente? - le pregunté.
-Ness pecaba copos de nieve. - nos contestó Seth.

Edward me dio una mirada preocupada, los dos habíamos pensado en lo mismo. Me miró preocupado, esto no estaba pasando. Solo logré mirarlo asustada.

-Entiendo... - dijimos juntos.
-Irina cree que Renesme es un Niño Inmortal... - finalizó Ed.

Me dirigí a la puerta, dispuesta de tomar un avión y hablé seriamente con los Volturis. Esos tres me iba a escuchar.
Los fuertes brazos de Emmet detuvieron mi paso.

-¿A dónde crees que vas? - preguntó Rose.
-A saber porque rompieron su trato conmigo.

Todos negaron. Si, posiblemente era una locura. Pero no podría permitir que les pusieran una mano encima. A ellos no.

-No actúes enojada, Morgan. - me reprimió mi padre.
-Tenemos dos hijos, que te necesitan. - Jake tomó mi mano. - Yo te necesito.

You (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora