Veintiocho

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Me encontraba en el estudio de mi padre, con un vientre abultado de 5 meses. Frente a mí se encontraba el cuadro donde estaban los Volturis y mi padre y yo detrás.
Bella y Edward se encontraban abriendo una caja, de reojo pude observar que se trataba de un collar.

-¿Los Volturis? - pregunté y metí una papa frita a mi boca.

Observé de reojo a Bella asintiendo.

-¿Me contarás la historia de ese cuadro? - preguntó de pronto.

Asentí.

-Fue el año que conocí a Carlisle. - me enderecé por una mejor postura. - Gracias. - le dije a Edward cuando me ayudó acomodándome.

Por la puerta entraban mis hermanos, mis padres y Jake con la pequeña Renesme.

-Viví con los Volturis muchos años antes, he perdido la cuenta. No sé si sean siglos o hasta milenios. - mi mente se oscureció. - Pero se que cuando me uní a ellos me convertí en un monstruo. Yo vagaba por el mundo como si nada ocurriera, mataba por hambre cada vez que no encontraba un lugar para pedir comida decente. Llegué a demasiadas tribus y mucha gente fue amable conmigo, hasta que descubrían mi lado vampiro. Era complicado permanecer mucho tiempo en un lugar. Pasé décadas así... una noche, me topé con una mujer vestida con una capa extraña, pronunció la palabra "dolor" y me retorcí en el suelo, por segundos, mi mirada se topó con la suya y la siguiente persona en el suelo fue ella.

-Jane... - susurró Jasper.

-Ahí descubrí mi don para robar dones. Me llevaron con los Volturis. - volteé a ver a Emmet. - Em, ¿me ayudas? A veces odio esta panza.

Me jaló hacia arriba y me levanté, caminado directo a la pintura.

-Frente a mis ojos, Aro, Caius y Marcus. Me dieron la bienvenida a su palacio, me ofrecieron alimento, sangre, y un hogar. Confié en ellos y fue mi mayor error en la vida. Llegué a viajar sola muchas veces, por misiones o por gusto. Siempre debía regresar a ellos. Me enseñaron gran parte de lo que soy ahora, es lo único que puedo agradecer. Me detesté por años, mataba gente, eliminaba a sus enemigos. Yo sólo era su marioneta.

-De esto hablabas en la boda. - comprendió Jake.

-Siempre deseé cometer un error y que me eliminaran. Había un problema...

-Tu parte licántropo. - me interrumpió Edward.

-Si trataban de cortar mi cabeza, se hubieran encontrado con la sorpresa de que... me rompería como el mármol, pero escurriría mi sangre. Una noche, ya harta de todo y con un gran plan de por medio. Carlisle apareció. Me quiso y me enamoré, como una hija a un padre. Por fin me sentí segura. No debía esconder nada. Letahily murió el día que me mordieron, llegó una poderosa neófita por muchos años y cuando mi padre llegó, Morgan Cullen nació. Una década antes de alejarnos de los Volturis se pintó este cuadro.

-Llegamos a varios acuerdos y nos fuimos, con el tiempo aprendimos sobre medicina y vagamos por el mundo. Hicimos amigos, transformé a Edward y a Esme. Fuimos felices, dos padres y sus hijos. Llegó Rose, Emmet y por último...

-Jasper y yo... - si un vampiro pudiera llorar, Alice lo haría en este momento.

-Y ahora, tenemos a Bella, Renesme y a mi bello esposo. - lo abracé y besé. - Y a los mellizos.

Jake me abrazó y acarició mi ya abultado vientre.

-Pero después volviste con ellos... - trató de comprender Bella.

-Cuando íbamos a regresar a Forks, decidí ir con ellos. Me debían muchos favores, pueden ser asesinos, pero tienen palabra. Y fue cuando el trato surgió. No lastimar a mi familia. Luego... me fui a vacacionar.

———————
Cuatro meses después.

-¡JAKE! ¡YA, VEN!

Gritaba desde mi habitación. Escuché los rápidos pasos de mi lobo por la escalera. Me vio sudando y noté su nerviosismo.

-¿Qué... qué hago?
-¡Debemos ir con...! ¡AH! - las contracciones eran espantosas. - ¡Carlisle!

Me tomó en brazos, llegamos al carro, me subió con cuidado y corrió al lado del piloto. Antes tropezó con sus propios pies de los nervios.
El camino estuvo lleno de gritos y al llegar, como por arte de magia estaban todos esperándonos.
Me bajaron del auto como pudieron, no por mi peso, por los insoportables gritos y golpes que daba.

-Llamaré a Billy. - dijo emocionada Alice.

Me recosté en la camilla que me recordaba a nuestra dulce Bella meses atrás. Jake sostuvo mi mano y yo comencé a gritar cada vez que hacía un esfuerzo.

-Bien, lo haces bien, preciosa.

Más gritos, sudor, tensión en la habitación. El olor me estaba quemando la nariz por la cantidad de emociones en el aire.
Tomé aire fuertemente y al momento de soltarlo un llanto de bebé lleno la habitación. Solté la mano de Jake para que fuera a verlo.

-¡Es nuestra pequeña Sarah!

Grité. Una contracción. Vamos de nuevo.
Pude ver a mi madre y a Edward atendiendo a la pequeña Sarah. Jake tomó mi mano de nuevo y volví a gritar.

-Vamos, Mo. Tú puedes. Nada detiene a Morgan Black. O... Morgan Cullen de Black.
-¡Cállate! - grité como pude.

Un nuevo llanto llenó la habitación. Jake corrió de nuevo y los vio. Mi madre y él se miraron a los ojos, llenos de alegría.
Se acercaron a mí y me tendió a mi pequeño Billy.
Jake tenía en sus brazos a mi pequeña Sarah.
Miré a mis hijos. Se veían tan frágiles que el miedo de lastimarlos me inundó.

-¿Seremos buenos padres, Jake? Ve los, son tan frágiles.

Me besó delicadamente y un flash nos hizo separar.

-Mi amor, seremos los mejores. Estos pequeños tendrán una familia unida y fuerte, como en la que crecimos.

You (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora