You (Jacob Black)

Veintidos

-Sam ya perdió el elemento sorpresa y no querrá enfrentarlos si lo superan en número. No vendrá directamente.

Me encontraba en las piernas Jake, sus manos sujetaban fuertemente mis caderas como si le diera miedo que me levantara y me fuera.
Al parecer Leah se había unido a nosotros y le había contado a Jake todo lo que el joven Uley tenía en mente.

-Rodeará el lugar... - hablé. Mi lobo asintió.
-Esperará alguna oportunidad. - finalizó.
-Tendremos que pelear. - dijo Emmet.
-No habrá peleas. - habló la cordura de la casa. - No romperemos el tratado.
-Papá, Sam piensa que el tratado ya no vale la pena. - temblé un poco.
-Nosotros, no. - le anunció mi madre.
-Carlisle. - avanzó Emmet. - No hemos cazado en semanas.

Ahí iniciaba la preocupación. Bella y Jake se habían metido en la boca del lobo. Debía buscar una manera.

-Buscaré la solución. - le dije segura. - Se los prometo.

Olía a desesperación y los entendía, era espantosa la sed.

-Nos has hecho un gran favor, Jacob. Gracias. - mi padre se sinceró.

Todos nos levantamos y nos dispusimos a hacer otras cosas. Jake salió a vigilar un rato, yo me encontraba en la cocina buscando que hacer de comer. Había tres lobos hambrientos afuera y una humana que comía como si fuera un pollito.
Saqué los ingredientes para hacer pasta con carne, al menos tendrían algo en la panza.
En lo que cocinaba, pensaba en la forma para poder ayudar a mi familia. Podría salir a cazar algo por ellos o... atraer algún tipo de animal.

-Iré a dar un recorrido. - escuché la voz de Jake.

A su lado Leah y Seth lo acompañaban listos para poder salir a vigilar.

-Perfecto. Pero antes, ustedes tres se sentarán a comer algo. No acepto un no.

Sin chistar abrí la olla y pude ver a los tres con un rostro hambriento, se centraron en la isla de la cocina y se dispusieron a devorar el plato. Me sentía bien de haber hecho el doble, ellos comían demasiado.
Al terminar los cuatros de comer, recogí todos los platos. Jake me dio un beso en la cabeza y salió corriendo con los otros dos lobos a sus espaldas
Serían días muy largos.

———
Jake regresó una hora después. Emmet vigilaba desde la ventana, Bella dormía y los demás solo la podíamos observar. Se veía tranquila y no podía negar que su pancita abultada le daba cierta belleza.

-Voy con mis padres. - anuncié.

Salí de la habitación y me dirigí a la biblioteca. Carlisle y Esme se encontraban buscando información en todos lados, pero nada ayudaba.

-Debe existir la manera. - dije furiosa, cerrando un libro.
-Morgan, esto es nuevo para nosotros.
-Pero no para mí, mamá. Y me siento inútil al no saber que hacer.

———
Los días pasaban, las ideas se agotaban y observar a mi esposo y a mis amigos sin dormir, me mataba. Necesitaba buscar la manera, solo eso una manera.
Ya había trataba de hacer que uno durmiera y yo lo relevaba, pero nos les parecía. Querían seguir vigilando.
Jake entraba a veces para verme, platicar y hasta estar con Bella un rato.
A los dos nos angustiaba la situación y más cuando mi familia seguía sin poder alimentarse.

-No sé que hacer. - Jake y yo nos encontrábamos en el baño de mi habitación recostados en la tina. - Me siento inútil, Jake.
-Hermosa, tranquila. - me dijo mientras me daba un ligero masaje en los hombros. - Aunque no te des cuenta, haces suficiente. Vigilas con nosotros, nos mantienes alimentados, cuidas a Bella, ayudas a Rosalie, investigas con Carlisle.
-No sé porque siento que no es suficiente. - me volteé para poder verlo a los ojos. - Bésame.

En solo dos segundos, tenía los labios de mis hermoso esposo posados en los míos. El agua caliente relajaba mi cuerpo y sus brazos sobre mi cuerpo desnudo me ayudan a calmarme de sobre manera.
Los besos se hacían cada vez más apasionados y Jake me subió en él como pudo, se introdujo dentro de mí y con el sonido del agua en la tina nos fusionábamos hasta volvernos uno.

———
Parecíamos turistas en un museo y Bella era nuestra obra de arte. Emmet y Jasper fingían ver un partido en la tele, las mujeres solo podíamos ver a Bella con su suero. Jake y yo estábamos junto a ella.
Vimos cómo se jaló el suéter en señal de que tenía frío y asentí hacia mi esposo.

-¿Tienes frío? - le preguntó Ed antes de que yo soltara la mano de Jake.
-Te ayudo. - se acercó a ella y comenzó a acariciar sus piernas para que pudiera entrar en calor. Me dolía verla peor cada día.
-Me siento completa cuando estás aquí, Jake. - le aseguró aferrando sus manos a lo calientito.

En cuestión de segundos sobó su vientre abultado y se preparó para expulsar todo lo que tenía en el estómago, que era nada. Edward tomó el bote y Jake siguió sobando su espalda pero no expulsó nada. Falsa alarma.

-Debemos encontrar la manera de alimentarla. - habló rápido mi madre.
-Si sólo pudiera ver al feto...
-El bebé. - Rosalie reprimió a Alice.
-Se podría descifrar que quiere, Rose. - la reprimí.

Me quedé mirando a mi esposo y solo por segundos y por primera vez, robé el don de Edward para leer la mente de Jake. "Tendrá sed"
Tomé a Jake de las mejillas y le planté el mejor beso del mundo. Me paré corriendo del sillón y jalé a mi padre hacia el estudio-consultorio.

-¿Qué hice? - escuché que dijo embobado.

Mi padre me miró extrañado mientras yo sacaba un vaso de unicel con tapa y su popote.

-¿Dónde está la sangre? - le pregunté con esperanzas.

Señaló el refrigerador del fondo y saqué la bolsa con la sangre. La vertí toda en el vaso y lo tapé. Saliendo directo a la sala y feliz.

-Será mejor que salgan. - les dijo Edward antes de que entrara por completo.
-Me casé con un hombre súper inteligente, mamá. - aseguré. - Fue la mejor idea de todas.
-Leíste mi mente... - susurró y asentí apenada. - Además, solo fue un comentario sarcástico.
-Pero puede que tengas razón. - aseguró Edward. - Debemos probar.
-¿Qué cosa? - preguntó extrañada Bella.
-Que puede tener sed.

Le entregué el vaso a Edward y Bella aceptó gustosa y dispuesta a intentar todo lo que ella pudiera.
Me senté en la pierna a de Jake que ya se había alejado un poco de la humana y me recibió con las manos en mi cintura.
Le acercaron el vaso a Bella que lo tomó segura.

-¿En serio lo tomarás? - preguntó asqueado Jake. Cuando Bella asintió el pobre palideció. - Vomitaré.

Lo dijo mientras escondía su cara entre mi cabello y podía sentir como olía profundamente mi cabeza. También sentía sus brazos apretar con fuerza mi cintura.
Observamos expectantes a Bella tomar del popote, esperando que pudiera funcionar. El olor a sangre era intenso, pero soportable. La humana alzó la cabeza con los dientes pintados de rojo y afirmó alegre...

-Sabe... - abrí mis ojos como platos. - Rico.