La habitación seguía en tensión constante y me sentía demasiado inútil.
Me levanté rápidamente del suelo y traté de mantener a Bella enfocada en mí. Pero sabía que solo empeoraba las cosas. Salí de la habitación pidiendo perdón y me detuve en la sala de la planta baja.-Morgan. - esa voz. - Morgan Cullen.
Lo tenía frente a mí, ¿cómo?
-Aún recuerdo el sabor de tu sangre, Morgan Cullen. Lo exquisita que eras. Lástima que ahora solo seamos un secreto. Que nunca se sepa quien transformó a la maravillosa Morgan Cullen.
Su voz me provocaba dolor de cabeza. Los gritos en el consultorio seguían apoderándose de la casa.
Sabía por flashasos que Rosalie y Alice habían salido del cuarto cuando visualicé a la pequeña bailarina sacar a la rubia del cuello.
Pude ver como Jake se acercaba a mí y se ponía de rodillas tratando de descubrir que me pasaba.-Ve con ella.
Fue lo único que logré decir antes de volver a entrar en mi ensoñación.
-Aún recuerdo cuando llegaste con nosotros, nunca fuiste frágil. Si Carlisle no te hubiera ofrecido un lugar en su familia seguirías siendo la mejor de todos nosotros.
Era mentira. Llegué con ellos cuando apenas tenía 50 años de ser inmortal. Me ofrecieron un hogar a cambio de que realizara sus asquerosas tareas.
Mataba gente, asesiné cientos de nuestra clase y eso nunca fue suficiente para ellos.
Fui su princesa, y aún así jamás descubrieron quien me había mordido. "Nuestro secreto"Observé a Jake salir del consultorio, Bella había muerto.
-Tú la asesinaste. - esa voz. - Tú sabías lo que esa criatura le haría, pero aún así. La dejaste continuar.
Los pasos apresurados del pequeño Clearwater me sacaron de mí dolor de cabeza. ¿A dónde iba?
-Carlisle no te salvó, Morgan. Fui yo.
Eso era mentira. Carlisle me salvó de ese infierno, me ofreció un hogar y una familia. Estudié y aprendí medicina a su lado.
-Pero eso no te sirvió de nada hoy. - me decía la voz.
Era verdad. Pero salvé demasiadas vidas. Con el tiempo llegaron Edward y mi madre. Rosalie, Emmet. Alice. Jasper. Bella. Jacob.
Si Carlisle no me hubiera ofrecido una mejor vida, nunca habría tenido una familia.-Después volviste.
Volví, pero solo para poder aclarar el trato y extenderlo. Yo había sido útil para ellos, fui su muñeca de porcelana y a cambio, nunca me tocarían. Regresé para aclarar que el trato se extendía a todo aquel que llevara el apellido Cullen o fuera alguno de los Denali. Que siempre se mostraron dulces y amables. Mi vida era diferente ahora.
La cabeza dejó de taladrar y pude levantarme al observar a todos al pie de la casa. La manada llegaba.
Todos tomaban posiciones y el sonido de los lobos llegando nos mantenían alerta.
Jake me miró y corrí a su lado.
Nadie tocaría a mi familia.-¡Leah! ¡Seth! - grité efusivamente.
La única en llegar fue Leah, lista para pelear.
-Son más que nosotros. - dijo Jasper.
-En exceso. - terminó Alice.
-No tocarán a mi familia. - aseguró Edward.La pelea comenzó. Golpes aquí. Golpes allá. Teníamos dos lobos transformados. Y cuatro vampiros dispuestos a proteger a la familia. Tratábamos de detenerlos y contenerlos.
-¡Morgan! - me gritó Jasper. - Sería un gran momento para que uses ese poder raro.
Asentí. Levanté las manos y mandé a los lobos unos metros lejos de nosotros. Me apoyé de la tierra, levanté y creé una gran cortina.
Pero no logré sostenerla mucho tiempo, el ataque regresó. Nos estaban acorralando, Sam iba a matar a mi hermano. Mis padres llegaron a tiempo y lo patearon lejos.
Por mi parte, estaba deteniendo a Paul y a Jared con mi poder, un golpe me lanzó al suelo. Uno de los nuevos lobos me tenía bajo sus patas. ¿Era el final?
Traté de levantarme pero no podía. El mareó había vuelto, náuseas, dolor en la espalda, todo en uno solo.
El gruñido del lobo se convirtió en un chillido al ser golpeado por Jasper.
Este me tomó de los brazos y me levantó del suelo en segundos.-Jasp... - hablé bajito. - No me siento bien.
Todo se volvió negro.
———
Abrí mis ojos lentamente, una luz cegadora me obligó a cerrarlos de nuevo.
¿Qué había sucedido?
¿Cuánto llevaba dormida?
Mi cabeza ya no dolía y me sentía en paz. Una respiración caliente atacaba la palma de mi mano. Era Jake.-Por favor dime que ganamos y nadie murió. - la voz fue más hacia el hombre que me miraba desde la ventana. - ¿Edward?
-Seth fue nuestra salvación, se imprimó. Ya nadie le hará daño.Me levanté y me recosté en la pared, apenas comprendía que estaba en mi antigua habitación. Asentí lentamente, no había heridos y a Bella no le gustaría su nuevo yerno.
-Estará bien, hasta acá escucho su transformación. - asintió a mi dirección.
-Yo que tú, lo despertaba tiene que decirte algo importante.Sin más, salió por la puerta.
Miré a mi pequeño lobo descansar, sus facciones eran preciosas. Y su respiración me calmaba, más que nunca.
Lo moví un poco, intentando que despertara el pobre y saliera de su hermoso sueño.-Amor, despierta. - lo sacudí un poco. Él brincó.
-¡Princesa! Estás bien. ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre? ¿Algo que te moleste?Reí sin parar, que le ocurría a mi lobo. Negué suavemente y con la cabeza lo invité a recostarse. Pero él negó y en cambio me recostó a mi lado. Levantó un poco mi blusa y se detuvo en mi abdomen.
-Hola, bebé.
-Jake, ¿qué haces?
-Para tu mamá esto es una locura, pero para mí es la mejor noticia del mundo. Imagínate cuando crezcas y puedas ser un alfa como yo. O que corras tan rápido como mamá.
-Jake, ¿seguro que no te golpeaste la cabeza?
-Te dije que para ella sería una locura.Puso su mano en mi abdomen y después lo llenó de besos. ¿A este loco que le pasaba?
Mi mente se detuvo un segundo y volvió en el tiempo. "Machu Pichu" gritó mi cabeza.-Jake, ¿seremos padres?
Él asintió efusivamente y gritamos. Nos besamos, nos reímos y nos volvimos a besar.
Mierda, un bebé.

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You (Jacob Black)
Fiksi Penggemar-La amas. -¿Qué? -Aún la amas, Jacob. Y no te importa que... -¿Qué qué? - no hablé, solo apreté el volante. - ¡Contesta! -¡Que estoy imprimada de ti! Y me duele cada maldita parte de mí. ---- La hermana mayor ha vuelto y es momento de que su vid...