➸Capítulo 28

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Aun seguía asimilando lo que había ocurrido el día anterior. Nunca se me pasó por la cabeza que Yoongi sentiría algo por mí. Jamás.

Es decir. ¿Por qué yo? Teniendo a miles de chicas bonitas en la escuela que seguramente mueren por él. ¿Por qué yo?

Bueno, mi situación no se diferencia mucho que digamos.

— ¿No comeras esto? — Jimin señaló el pancake con fresas encima que tenía delante de mí.

Negué recostandome en la silla. Bufé mirando mis manos.

— ¿Qué te ocurre? Últimamente estás....muy extraña. — habló Jimin sentándose frente a mí. — Cómo...cómo sí escondieras algo.

— No es nada.

— Oh por supuesto que sí lo es. — el entrecejo de Jimin se arrugó ligeramente mientras me observaba — Soy tu hermano. Cualquiera se daría cuenta que guardas algo, tu mirada no es la misma, te ves preocupada todo el tiempo. ¿Crees que no lo noto? Lloras por las noches, te encierras en tu cuarto...—

— Jimin...—

— No Alex.  ¿Acaso no confías en mí? — mordí mi labio al ver su mirada llena de preocupación. — Eres mi hermanita, me preocupa lo que te tiene así. Ya ni siquiera te veo sonreír como antes.

Me sentía demasiado mal por no poder contarle a Jimin lo que de verdad sucedía. Me sentía demasiado mal por muchas cosas que abrumaban mi mente.

Mina, Taehyung. Eran el tema principal.

— ¿Qué es lo que realmente te ocurre? Y dime la verdad. — tomé aire y lo solté lentamente. Mi dedos jugueteabn entre sí, pues me había colocado nerviosa.

— Yo...—

— Alex. — mamá apareció por la puerta de la cocina. Tenía una expresión neutra, no podría decifrar si estaba enojada o no. — Necesito hablar contigo. — asentí levantandome, le di una mirada a mi hermano diciéndole que lo dejaríamos para después.

Seguía a mamá hasta su dormitorio, dejó la puerta junta y se sentó sobre su cama. Me observó y después suspiró mirando el piso.

No sabía lo que me iba a decir y el que se encontrara en silencio me ponía nerviosa.

— ¿Vas a decirme que es lo que te ocurre? — la misma pregunta que me hizo Jimin antes.

— Mamá no es nada. Sólo...crisis adolescente.

— Hija, no creas que vas a engañarme con eso. — se cruzó de brazos — Hace semanas llegaste llorando y te encerraste en tu cuarto. No quisiste hablarnos y dijiste que no era nada. ¿Crees "nada" es irte a encerrar y llorar? Alex, tu padre, tu hermano y yo estamos preocupados por ti. No vamos a poder ayudarte si es que tú no hablas. — agaché mi cabeza como si fuera un cachorro regañado. En ese momento me sentía así — No es normal que estés en esa situación. He perdido la cuenta de cuántas veces te he escuchado llorar. ¿Qué es lo tiene así cariño? — suavizó su voz, mordí mi labio sientiendo mis ojos cristalizarse. — ¿Acaso pasa algo en la escuela? ¿Te molestan? — negué despacio. Ese nudo en mi garganta cada vez se hacía más fuerte, dolía. — Alex, cariño...

No podía soportarlo más. Era mi mamá, no puedo ocultarle nada a ella. Este fuerte dolor dentro de mí pecho no se iba a desaparecer si no hablaba.

Levanté la mirada dejando a la vista mis lágrimas que había comenzado a derramarse.

— Mamá...— balbuceé entre lágrimas y como si fuera una niña pequeña, me lancé hacia sus piernas y escondí mi cabeza empezando a soltar pequeños sollozos. Sentí sus suaves manos acariciar mi cabello y mi espalda.

𝑮𝒐𝒕𝒕𝒂 𝒈𝒐 » 𝐊𝐓𝐇 & 𝐌𝐘𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora