➸Capítulo 8

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La única luz que alumbraba era la del televisor. La noche había llegado y Taehyung parecía no tener planes de irse. Por supuesto que no me molestaba, me gustaba tenerlo aquí.

Hace bastante tiempo había dejado de poner atención en la película, el perfil de Taehyung era digno de admirar, podría pasar horas y jamás me cansaría. Su mandíbula marcada y aquella manzana de Adán que subía y baja cada vez que tragaba saliva.

Su hombro chocaba con el mío, no sé en qué momento nos habíamos acercado tanto. Con timidez y algo de temor recosté mi cabeza sobre su hombro, temiendo que le molestaría, pero fue lo contrario, sonrió y subió una de sus manos acariciando mi cabello. Sus largos dedos causaron un cosquilleo en mi sistema, sentí la necesidad de cerrar mis ojos al sentir sus suaves caricias. Esto era un sueño, uno del que no quiero despertar.

Un aire caliente golpeó mi mejilla causando que abriera mis ojos despacio, encontrándome con el perfecto rostro de Taehyung a una distancia algo escasa. Mi cabeza gritaba que me alejara, pero mi cuerpo no obedecía sus órdenes, me había quedado inmóvil, paralizada, tenerlo a esta distancia alteraba todo mi sistema. Apuesto que Taehyung podía escuchar claramente los latidos desenfrenados de mi corazón y temía que se diera cuenta del efecto que tenía en mí.

¡Alex, aléjate!

Las voces de la televisión habían quedado en un plano lejano, la película en ese momento ya no importaba. Taehyung no había dicho nada en ningún momento y eso me ponía aún más nerviosa. Sólo miraba cada parte de mi rostro, como si me analizará cuidadosamente.

— Eres...— su voz salió en un susurro, como si fuera un secreto que sólo él y yo deberíamos saber. Su aliento mentolado golpeó mi rostro y me dije que me tenía que apartar de una vez antes de que cometiera la estupidez más grande de mi vida. Esto no estaba bien. — Eres hermosa.

Aquél halago había salido de su boca como si de un vil pecado se tratase. Sus palabras me había dejado media tonta y la cercanía que parecía haberse reducido aún más, no me dejaba pensar con claridad.

¡Piensa en Mina! ¡Es tu mejor amiga!

Mina. ¿Qué diría si me viera en ésta situación con SU novio? 

No puedo, no puedo hacerle esto y tampoco entiendo porqué Taehyung está haciendo esto.

Antes de que pudiera alejarme, la luz se prendió y en un segundo Taehyung ya no estaba cerca de mi.

Sentía mis mejillas rojas y por fin sentía que podía respirar bien.

— ¿Taehyung? ¿Qué estaban haciendo? — la voz de mi hermano se escucho con una ligera sospecha.

— Sólo veíamos una película. — Taehyung habló con normalidad, señalando la pantalla en donde estaban pasando los créditos.

— ¿Alex? ¿Te sientes bien? — me reincorporé y solté un poco de aire tratando de camuflar mis nervios.

Espero que Jimin no haya visto nada de lo que hace segundos acaba de pasar, porque ni yo misma tengo una respuesta clara a eso.

— Sí, me encuentro bien. — le di una sonrisa.

Taehyung se levantó arreglando su camisa, caminó hasta Jimin dándole una suave golpe amistoso en el hombro.

—  ¿Te vas? — preguntó mi hermano a lo que Taehyung asintió despacio. — Oh vamos hermano! ¿Acabo de llegar y te vas? Juguemos una partida en el play. 

— Será para otro día Jimin, en este momento tengo algunas cosas en la cabeza. — me dió una rápida mirada y volvió su vista a mi hermano.

— Últimamente estás algo raro. — se cruzó de brazos — ¿Problemas en el paraíso? — rió al preguntar.

𝑮𝒐𝒕𝒕𝒂 𝒈𝒐 » 𝐊𝐓𝐇 & 𝐌𝐘𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora