𝑮𝒐𝒕𝒕𝒂 𝒈𝒐 » 𝐊𝐓𝐇 & 𝐌𝐘𝐆

➸Capítulo 34

Había comenzado a hacer algo de frío, tenía suerte de haberme puesto un abrigo antes de salir de casa, aun así, el ambiente era cálido debido al hermoso arrebol que se formaban en las nubes.

— ¿A donde iremos? — pregunté al pelinegro a mi lado.

Hace unos quince minutos Yoongi había aparecido en la puerta de mi casa con una linda sonrisa. Mamá tuvo que detener a Jimin cuando quiso hacer el papel de hermano sobreprotector, y sinceramente era gracioso. 

— Pensaba en ir Hongdae. Ya sabes, el lugar de la diversión.  — rió — Pero si no quieres podemos hacer otr....—

— Me agrada la idea.  — lo interrumpí con una leve sonrisa, siento devuelta al instante.

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Cuando llegamos ya estaba por anochecer, habían bastante gente y las calles comenzaban a iluminarse de tonos neones por las coloridas letra gigantes de los establecimientos. A mi derecha había un gran grupo de personas en una especie de circulo, cantando, riendo y grabando, mientras que en el centro tres chicos bailaban una conocida canción para mí. Crazy de 4minute.

— Siempre quise hacer eso. — comenté mientras seguía mirando a aquel grupo de  personas, que por en ocasiones soltaban algunos gritos, en especial femeninos.

— ¿Qué? ¿Bailar? — preguntó mientras me miraba.

— En la calle, es solo que me da algo de vergüenza. Pero se ve divertido ¿no crees? — Yoongi sonrió.

— ¿Quieres ir? Ahora que lo mencionaste, no puedes dejarme con las ganas de verte  bailar. — abrí mis ojos cuando tomó mi brazo y comenzó a andar hacia esa dirección.

— ¿Qué? ¡No! ¡Era broma! — intenté soltarme, pero Yoongi me colocó delante de él tomándome por la cintura sin dejar de caminar.  — ¡Min Yoongi!

La suave risa del pelinegro se escuchó cerca de mi oído mientras detenía sus pasos.

— Bien, pero si no quieres bailar frente a esas personas, tendrás que hacerlo para mí. — podía sentir su respiración contra mi oreja, su voz pasó a ser un tono más grave — En privado. — susurró. 

Giré golpeando su pecho.

— ¡Ya! No es gracioso. — sus mejilla se elevaron dejando ver esa linda sonrisa, donde se podían apreciar sus encías dándole un aspecto adorable.

— Lo es, sólo mira cómo estás de nerviosa. — idiota, se está burlando de mí.

— Eres un tonto.

Colocó su mano en su pecho mientras abría su boca en gesto de falsa indignación.

—  Oh, eso realmente me dolió. — cerró sus ojos mientras bajaba su cabeza. Aguanté mis ganas de reír — Eres mala, muy mala. ¿Cómo puedes herirme de tal forma? — rodé los ojos y comencé a caminar dejándolo atrás. — Oh vamos honey, estaba jugando.

Mordí mi labio reprimiendo una sonrisa sin mirar atrás.

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— ¿Ya sabes lo que estudiarás después de la escuela? — pregunté mientras tomaba un poco del delicioso samgyeopsal que se encontraba en el centro de la mesa. Con los palillos tomé un poco de carne y unas cuantas verduras, para ponerlos en la hoja de lechuga que tenía en la mano para después llevármelo a la boca.