Olivia
Si él supiera las veces que su imagen me ha atormentado durante de años... Si supiera que ni siquiera puedo estar enfada con él por que creo que tiene todo el derecho a odiarme... Que he pasado infinidad de noches teniendo la misma pesadilla una y otra vez... Que he llegado a odiar a mi padre en gran parte por lo que sucedió aquel día que lo vi por primera vez...
**
"Tenía unos 13 años la primera vez que escuché el nombre de Luis Martín.
Siempre me escabullía para leer y me encerraba en un armario del pasillo donde se guardaban viejos abrigos y algunos vestidos de fiesta de mi madre. Todos estaban en fundas negras largas hasta casi el suelo que evitaban el deterioro. Nunca entendí por que no se deshizo de ellos, quizás fuera por la misma razón por la que a mi me encantaba abrir las cremalleras de las bolsas e intentaba que los olores me hicieran recuperar algún recuerdo olvidado de ella.
Estaba sentada en el suelo con mi linterna en la mano y leyendo Las alas de la pantera por segunda vez, cuando escuché a mi padre entrar con alguien en su despacho.
Desde dentro del armario el sonido se amplificaba, pero no solía prestar atención a aquellas conversaciones aburridas de términos desconocidos para mi.
Hasta aquel día.
Lo que me hizo centrar la atención en la conversación y dejar por completo el libro fue una suplica:
- Por favor señor Álvarez, usted no puede hacerme esto- el hombre parecía al borde de las lágrimas- yo siempre le he sido fiel y he hecho todo lo que ustedes me han pedido-
- Luis...luis...luis...- parecía estar disfrutando de cada sílaba que pronunciaba- no es sólo que pueda hacerlo si no que es lo que ya hemos hecho.
- Tan sólo tiene que firmar aquí señor Martín- escuché una tercera voz que ya había oído en otras ocasiones y que reconocí como uno de los abogados de mi padre. Un hombre siempre trajeado de color gris con demasiada gomina en el pelo y con una cara que hacía que pensaras en un tiburón de inmediato.
- Pero señor por favor, llevo más de 20 años trabajando para usted y nunca le he pedido nada. ¿donde van a contratarme con 55 años? ¿donde voy a ir?- su desesperación crecía y a mi se me hacía un nudo en la garganta - tengo 2 hijos que aún dependen de mi señor Alvaréz y mi esposa... bueno ella...ella está enferma. Me deja en la calle y ni si quiera quiere darme el dinero por despido...
- Sr. Luis Martín, ya le expliqué el otro día en mi despacho que debió leer bien el contrató que firmó, que la clausula 38, párrafo 3 deja bien claro ese tema- el hombre-tiburón parecía a punto de aplastar a su presa con tus tres hileras de dientes- Y ya le dije que no le convenía de ninguna manera meterse en cualquier tipo de lío judicial. Recuerde que tenemos en plantilla a los tres mejores bufetes de abogados del país, así que firme el papel de una vez y terminemos con esto-
Ese tono... yo sólo era una niña, pero aquella frase hizo que se me helara la sangre. Hubo unos segundo en total silencio. Agudicé aún más el oído por si es que ahora hablaban más bajo. Pero nada, sólo silencio. Después el sonido de una silla arrastrada y unos pasos.
-Cierre la puerta al salir señor Martín y no olvide pasar a recoger sus cosas el lunes a primera hora- mi padre... mi padre... ¿cómo podía mi padre comportarse como ese ser tan despreciable que había oído hacía unos segundos? ¿Cómo podía estar haciendo eso?¿es que no había ni la más misera pizca de humanidad en él? Sentía rabia y coraje... quería decirle que no podía tratar así a aquel hombre que prácticamente le suplicaba.
Salí del armario sin hacer ruido y corrí a la ventana que daba a la entrada principal. Desde allí vi como el hombre caminaba hacia la verja con los hombros caídos y la cabeza gacha. Era la persona más derrotada que había visto en mi vida. Como si la vida le pesara tanto que no fuera capaz de mantenerse en pie.
Justo antes de que le abrieran la puerta metálica se giró y vi su cara irradiando dolor en estado puro."
**
No volví a verlo hasta un año después y entonces lo vi a él por primera vez.
Me meto bajo el edredón decidida a dejar de revivirlo una vez más.
Para mí, aquello supuso el comienzo del fin. Descubrí una cara de mi padre que conseguía ponerme la piel de gallina. Puedes ser alguien recto, alguien serio. Pero la maldad gratuita que demostró aquel día me hizo estar más atenta a sus reacciones y sus palabras. Descubriendo así a alguien con el que no quería estar y evitando desde entonces cualquier tipo de acercamiento.
Al cabo de mil y una vueltas, por fin me venció el sueño.
Hola, si estas leyendo esto, me gustaría mucho saber tu opinión... sea buena o mala y si crees que le que le falta algo a la historia.
Y por fi, pincha en la estrellita que me anima a seguir con la novela .
Gracias por tu tiempo ;)

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Atrapada
RomanceEl amor es algo vivo que surge cuando se le antoja... No puedes controlarlo, no puedes hacerlo desaparecer. Cuando Olivia es secuestrada cree que todo se solucionará en pocos días en cuanto su rico padre se encargue del rescate. Lo que no sabe es q...