Capítulo 22

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Olivia

- ¿Es la única manera en la que consigo que dejes de hacer preguntas? - me dice y sonrio.

Siento que mi cuerpo tiembla de forma involuntaria. Aún siento el calor en mis labios que han provocado los suyos. Nunca había sentido nada igual dentro de mi, un fuego que amenaza con devorarme en cualquier momento que nace de mis entrañas y manda oleadas de calor abrasador a todo mi cuerpo para terminar alojado en mi vientre.

- No me dejes hacer más preguntas... - susurro con la poca voz que consigo que salga de mi fuego interno y soy yo quien lo atrae hacia mi y lo besa.

Pruebo su sabor y me deleito en el, no he probado nada tan maravilloso en mi vida. Exploro cada milimetro de su boca y le dejo que él haga lo mismo mientras siento como su mano baja y sube por mi espalda y me aprieta contra él. No pienso, mi cuerpo reacciona solo a sus impulsos.

- Oli...- dice aún con mis labios en los suyos- tenemos que parar - yo oigo las palabras, pero mi mente no las capta, como si fueran pronunciadas en un idioma distinto - Oli...

Me agarra por los brazos y me obliga literalmente a retirarme. Abro los ojos y está mirandome a los ojos, con las pupilas dilatadas en una mirada sombría y con la respiración acelerada.

- Tenemos que parar Oli... - dice sin dejar de mirarme fijamente la boca.

- Lo...lo siento - digo un poco avergonzada por haberme dejado llevar de esa forma tan salvaje que apenas reconozco en mi. Me retiro de él y siento como todo el fuego que me devoraba antes va directo a mi cara.

- Eh... - y vuelve a acercarse a mi y coge mis manos con las suyas- están a punto de venir

Suelta una de mis manos y me acaricia la mejilla incendiaria. Vuelve a depositar un beso en mis labios, un simple toque para después apoyar su frente en la mia. Siento que ambos respiramos el mismo aire y un escalofrío recorre mi columna. Respiro con dificultad, pero me fijo en que no soy yo sola y que los dos llevamos un ritmo muy rapido.

- He tenido que sacar toda mi fuerza interior para separarme de tí... Créeme!- dice aun con nuestras cabezas unidas.

- Al menos tú has podido- digo sonriendo- no sabía que tenía tantas ganas de besarte hasta hace un momento...- nunca me había visto perder así el control de mi misma.

Se separa de mi y me sonrie. Sus dientes son perfectos y hacen que su sonrisa también lo sea.

- Tengo que volver a encerrarte aquí...luego volveré con la cena ¿vale? - y se levanta de la cama soltando mi mano y dirigiendose hacía la puerta sin dejar de sonreir.

- Hasta ahora- susurro y me quedo sentada en la cama mirando la puerta.

Oigo los tres cierres y los pasos que alejan a Jacob de mi. Ahogo un grito enterrando mi cara en la almohada.

Me siento tan feliz, siento tantas ganas de luchar por algo... de dejar esa vida en la que solo me dejaba arrastrar por la corriente del oceano que dirige mi padre y plantar cara por lo que quiero.

No se cómo voy a hacerlo, pero estoy decidida a usar todo este tiempo que me han "regalado" para buscar la forma en la que romper con mi pasado para siempre. Quiero convertirme en alguien a quien pueda respetar, estar donde quiera y hacer lo que quiera...y ahora mismo lo poco que tengo claro es que quiero estar con Jacob.

Me paso el resto de tarde repasando mentalmente cada momento que he compartido con él, desde el primer día que lo vi entrar por esa puerta y lo asustada que me sentía. Su forma de mirarme, de transmitirme calma sólo con su mirada. Lo enfadada que me sentí con él cuando me di cuenta de que me había estado siguiendo hasta la biblioteca y que sabía de eso que yo consideraba "mi refugio anti ruido"... Ahora lo pienso y me gusta imaginarmelo detras de mi hasta allí y esperandome hasta que salida. Imaginarlo como un ángel de la guarda.

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