Jacob
- ¡Buenos días dormilona!- digo cuando abro la puerta y la veo aún dormida entre las sabanas.
A penas se le ve parte de un brazo y su cabeza está completamente tapada con el edredón de flores con excepción de un mechón de pelo.
Espero unos segundos sin obtener respuesta y tampoco la veo moverse.
- Bueno...tendré que comerme yo toda esa montaña de tortitas con chocolate.- Me cruzo de brazos y vuelvo a observar el edredón. Sigue sin haber movimiento pero oigo una risita que intenta ser controlada a un volumen casi inaudible.
- Vale, pues sigue durmiendo- digo alzando la voz y cerrando la puerta quedandome dentro de la habitación. Ando de puntillas hasta la cama y me quedo a un lado esperando. Escucho otra risita disimulada.
- Se que estás ahí - susurra.
Sigo sin hacer ruido y sin decir nada, aunque tengo que aguantarme las ganas de reir. "Hace tanto que no tengo estas ganas tontas de reir..."
- ¿Jacob?- dice retirando un poco el edredón y mirando hacia la puerta cerrada.
Desde esa posición no ve que yo estoy justo al otro lado de la cama. Retira un poco más el edredón y aprovecho para saltarle encima. Ella pega un grito y vuelve a cubrirse con el edredón mientras comienza a reir de una forma nerviosa y muy contagiosa.
- No...para...no...por favor...cosquillas no...- dice entrecortada entre risa y risa mientras yo sigo clavando mis pulgares entre sus caderas y sus costillas. De pronto asoma de nuevo la cabeza y me da un lenguetazo en la nariz que me deja de piedra para volver a cubrirse con el edredón.
- ¡Oh!.... esto es la guerra señorita Olivia Álvarez- consigo decir sin reirme y meto las manos bajo el edredón sujetando sus tobillos con una mano para empezar con las cosquillas en los pies.
- ¡Me rindo!... ¡Me rindo!...- grita saliendo de su refugio bajo el edredón e incorporandose para quedarse sentada.
Tiene el pelo totalmente alborotado, las mejillas encendidas y los ojos verdes iluminados por esa pequeña antorcha que, sólo a veces consigo ver arder en ellos. Y entonces pienso, que nunca he visto nada tan hermoso. Que nunca podría cansarme de ver esos ojos arder y que deseo quemarme con ellos más que nada en el mundo.
- ¿Porqué me miras así?- dice y me doy cuenta de que no tengo ni idea de cuanto tiempo he estado mirandola con cara de tonto. Podrían haber pasado dos años y no me habría dado cuenta.
- Estas preciosa con el pelo así- la digo
-¿Te gustan con pelos de loca?- contesta divertida
-No...- me acerco más a ella apoyando mis manos en el colchón-... me gustas tú con pelos de loca.- digo enfatizando la palabra "tú"
Rueda su mirada de mis ojos a mi boca y abre sus labios cuando estoy a pocos centimetros de ella. Ya me he dado cuenta de que hace eso cuando espera que la bese. No la hago esperar y aprieto mi boca contra la suya al tiempo que se me cierran los ojos involuntariamente. Lo que empieza con un beso dulce se vuelve al momento más apremiante y ansioso. Olivia levanta sus brazos para abrazarme y cuando siento sus manos engancharse en mi cuello y en mi pelo la tensión recorre todo mi cuerpo como descargas electricas y se alojan en mi vientre. Mi cuerpo responde a cada caricia y a cada roce de su piel como si ella tuviera el control absoluto sobre él. Muerde mi labio y pierdo la cabeza por completo.
La deslizo despacio sobre la cama y me recuesto sobre ella aguantando mi peso con el antebrazo sin dejar de besarla. Entonces la oigo soltar un pequeño gruñido con la garganta que pone a mi corazón a aporrear mi pecho de forma casi dolorosa. Me separo de ella y la veo aún con los ojos cerrados y los labios hinchados entreabiertos. Me da miedo lo que estoy sintiendo pero me da más miedo no volver a sentirlo, asi que vuelvo a besarla con urgencia y ansiedad.
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Atrapada
RomanceEl amor es algo vivo que surge cuando se le antoja... No puedes controlarlo, no puedes hacerlo desaparecer. Cuando Olivia es secuestrada cree que todo se solucionará en pocos días en cuanto su rico padre se encargue del rescate. Lo que no sabe es q...