¿Qué me estás haciendo, Charlie?

Capítulo 22: Celos, celos.

Charlotte.

 

—Hola, chica castaña —Lena se sentó a mi lado en el almuerzo.

— ¿Dani te envió? —pregunté, sin mirarle—. Sí es así, puedes irte.

— ¡Oye! ¡A mí no me ha enviado nadie! —protestó. La miré, arqueando una ceja.

— ¿Entonces?

Ella bajó la mirada. —Creí que éramos amigas —masculló.

Suspiré. —Tienes razón. Lo siento.

—Te ves bastante malhumorada.

—Claro que no.

—Claro que sí.

— ¡Que no!

— ¡Sí!

—Eres tan molesta —bufé.

— ¡Ahí está! ¡Malhumorada! —Chasqueó sus dedos, con una sonrisa victoriosa en su rostro—. Adelante, puedes contarle a la maravillosa Lena tus problemas.

—Debes saberlos ya. Te vi hablando con Dani hace unos minutos.

—Sí. Parece que tu linda novia sabe cómo meter la pata muy, muy hondo.

La miré, con ojos como platos. — ¿C-cómo sabes que somos…?

Soltó una risa escandalosa, causando que varias personas voltearan a vernos. —He sido amiga de Dani desde los tres años. Conozco perfectamente a esa chica. Es más que obvio que ustedes dos son algo más que amigas.

Respiré hondo. —Somos una pareja muy rara.

—Aw, claro que no. Son adorables.

—Pero ella no confía en mí —mascullé, apuñalando mi carne con el tenedor.

Estaba tan enojada. Anoche no dormí en casi toda la noche pensando en lo que había dicho. Sus palabras se repetían y repetían en mi cabeza como una tortura.

«Te quiero, Estefany. Te quiero, Estefany. Te quiero, Estefany.»

¡Me llamó Estefany! ¿Quién mierda en este mundo es Estefany? ¡¿Por qué MI Dani la quiere?!

—Lottie —Lena suspiró—. Creo que no estás siendo justa con ella. Míralo desde su perspectiva. Dani siempre ha sido una persona difícil de abrirse; después de su accidente sólo ha sido peor.

—Pero ni siquiera lo intenta.

—Charlotte, Dani no intenta recordar su pasado en lo más mínimo. Incluso dejó de ir al psicólogo porque le pedía hacerlo. Siempre se vuelve violenta cuando mencionan a… —se quedó callada.