Charlotte.
Ahora era una chica graduada. Tenía un diploma que lo confirmaba. Mi familia estaba feliz por mí. Pero... yo no me sentía así, a pesar de todo. ¿Ahora qué se suponía podía hacer con ese diploma? ¿Pegarlo en la pared? ¿Utilizarlo para rascarme la espalda con él? ¿Usarlo de portavasos...? ¿Para qué me servía realmente?
Me siento como si hubiese estado estudiando muchas cosas inútiles durante los últimos años.
Quizá la escuela sólo era buena para las personas que ya sabían lo que querían hacer por el resto de sus vidas. No como yo, que ahora estaba totalmente perdida acerca de qué rumbo tomar.
«Felicidades, Charlotte», como muchos me dijeron.
-Vamos, hermanita. Quita esa cara -esa era Emma, lanzándose a la cama junto a mí y pasado uno de sus brazos por mi cintura para abrazarme.
No había pasado mucho desde el almuerzo que tuvimos en familia, y ella seguía con la misma ropa. No como yo, que ya tenía puesto el pijama a pesar de ser las cuatro de la tarde.
-Calla, Emma.
-Vaya, pero qué ruda -se burló.
Rodé los ojos, y le di un suave golpe en la cabeza. Se hizo la indignada, abriendo mucho sus ojos.
-Abusiva. Yo sólo venía a darte cariño -me acusó.
- ¿Te habían dicho antes que eras tonta, hermana? -le pregunté.
-Ya, pero así me quieres...
Su teléfono sonó, y Emma desvió su mirada y se separó un poco para sacarlo del bolsillo de su pantalón.
- ¿Una notificación? -pregunté, recostando mi barbilla en su hombro para curiosear, mientras ella toqueteaba la pantalla.
-Sip, de Facebook. Matt me etiquetó en algunas fotos de la fiesta de hace unos días. Seguro ni siquiera se acordaba que las había tomado -tocó una de las fotos para qué se aumentara su tamaño. En la foto salía ella, junto a Matt, haciendo muecas a la cámara-. ¿A poco tu hermana no es guapa?
Rodé los ojos, levantando mi brazo para pasar las fotos en el teléfono de Emma. Matt se había hecho muchas en la fiesta con bastantes personas, a la mayoría de los que salían los conocía, pues había estudiado con ellos.
De hecho, yo fui invitada a esa fiesta, pero no fui por...
-No sabía que Dani había estado ahí -mentí, cuando en la pantalla apareció la pelirroja junto a su mejor amigo, guiñándole un ojo a la cámara, como si te dijera con aquellos hermosos ojos grises: «Estoy buena, y lo sé».
-Sí -murmuró Emma, un poco incómoda-. Aunque no duró mucho sobria.
No habíamos hablado durante dos semanas. A veces, la veía salir de su casa e irse en su patineta. Tenía el leve presentimiento de que ahora era ella quien estaba enojada conmigo. Si era sincera, me daba miedo volver a hablarle. Tenía miedo de que todo se haya ido a la mierda. Después de todo el tiempo que he estado sin ella y de haberlo pensando con la cabeza en frío, comencé a sentirme como una idiota por mi reacción, y ahora me avergonzaba.
-Ya veo, entonces todo estuvo divertido.
Pero eso último salió de mi boca con un tono de ironía, pues la siguiente foto que apareció en la pantalla, cambió mi estado de humor en menos de un segundo. En ella salía Dani, sí, pero no con Matt como en la anterior; ésta vez quien estaba a su lado, demasiado cerca para mi gusto, era la misma rubia de la vez anterior.
- ¿Lottie?
-No es la primera vez que veo a esa chica -murmuré, con el ceño fruncido-. ¿Sabes quién es?
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¿Qué me estás haciendo, Charlie?
RomantikLuego de un accidente devastador en el que Danielle Williams perdió a las personas más importantes de su vida, ella no quiere saber nada más respecto a su pasado. Para su mala o buena suerte, un año después de aquel desastre que la cambió para siemp...