Capítulo 45: ¿Y ahora qué?

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Danielle.

—Lottie... discúlpame por lo que diré, pero tu madre es una zorra —Lena se veía furiosa mientras lo decía, pero ella podía mantener una perfecta calma en sus manos mientras cortaba los desastrosos mechones de cabellos de Charlie.

—Charlie, te amo, pero Lena tiene razón —yo no me había separado ni un segundo de ella en todo el día, y en ese momento me mantenía distraída acariciando su mano con mucha delicadeza.

—Lo sé —admitió la castaña—. Yo... todavía no puedo creer que me llamara mentirosa después de decirle eso... ¿saben?

—Yo tampoco —miré a mi mejor amiga—. Tenías que ver su cara mientras le acusaba por defenderme... Lena, ella de verdad me odia. Tanto como para... odiar a su hija.

Los ojos de la castaña se posaron en mí, y me percaté de la enorme tristeza que proyectaban. No me gustaba que se sintiera mal, me hacía sentir peor a mí. Charlie era como la persona más buena, delicada, y hermosa que conocía. Verla así, me hacía querer golpearme muy fuerte la cabeza contra la pared.

Parecía como un castaño ángel triste.

Un ángel por el que moría por hacerle sonreír, pero ni siquiera era capaz de sonreír por mí misma, ¿cómo podría hacerlo por ella?

—Se me sigue haciendo increíble que te dejara dormir en la misma cama que Lottie anoche... —comentó Lena.

—A mí también, digo... La mujer cree que yo ataqué a Charlie, no tiene sentido que permitiera que su hija durmiera junto a su supuesta atacante...

—Tal vez anoche no lo había pensado así — Charlie se encogió de hombros—. En realidad yo estoy más preocupada por lo que hará ahora con esa información...

La miré, confusa.

— ¿A qué te refieres, mi amor?

—Ella cree que me atacaste y que eres un peligro para mí... va a buscar ayuda legal, Dani.

—Pero no tiene pruebas que te ataqué... joder, cualquiera que me conozca sabría que soy incapaz de hacerte daño, Charlie.

—Por otro lado —Lena interrumpió—. Tú tampoco tienes pruebas de que no fuiste su atacante. Dan, eras la única ahí, Charlotte ni siquiera estaba en condiciones de saber qué pasó... eres el blanco perfecto para ser acusada de un delito.

Palidecí.

Claro que se me había pasado la idea en la cabeza, pero con tantas cosas...

—Y-ya sabremos qué hacer, ¿vale? Lo resolveremos... —bajé la mirada, de verdad no quería pensar en eso—, Charlie, te ves hermosa con el cabello corto... ¿sabías?

Se sonrojó, y me sentí bien por haber obtenido ese logro.

Las chicas me apoyaron con dejar el tema de lado, creo que notaron mi inestabilidad para discutirlo. Lo agradecí silenciosamente.

— ¡Claro, ahora sí quedó guapísima gracias a mis manos... antes eras un espantapájaros! —exclamó Lena, con mucha seguridad.

—Creo que la peluquería no te hace bien, Len —reí—. Hablas como Steve.

Ella sólo me sacó el dedo medio, Charlie se permitió reír conmigo.

Me alegró muchísimo haber sido la causante de esa hermosa armonía.

[* * *]

Nuestro baile sería dentro de un par de días, todos estábamos ansiosos por ello; algunos por tener una linda noche, otros, como yo, porque eso significaría que ya saldremos de este lugar de mierda. No mentiré, lo único que me alegraba el instituto era Charlie, y desde que su horrible madre la cambió a mitad de año, todo ha sido demasiado gris. Al menos tenía a mis amigos, sí, pero no se sentía igual sin mi chica castaña.

¿Qué me estás haciendo, Charlie?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora