Irune
—Bueno... Son nueve... Son ruidosos, algunos aún se cagan encima, las chicas están en la edad del pavo, y algunos de los chicos tienen granos en la cara y se la deben cascar...
—¡Aiden! —le interrumpo a mitad de la frase.
—¡¿Qué?!
—¿Cómo que qué? ¡Eso no me ayuda! No me interesa saber cada cuánto se la casca tu sobrino, sino si es más de fútbol, de básquet o de hockey —le digo mirándole con los ojos muy abiertos mientras nos dan los bocadillos que pedimos antes—. No conoces a tus sobrinos, ¿no?
—¡Son nueve y solo los voy a ver una vez al año o dos como mucho! ¡¿Qué esperabas ?!
—No sé... Son tus sobrinos...
—No soy muy... familiar que digamos.
—¿Por qué? —le pregunto mientras empiezo a engullir el bocadillo.
—Porque somos muchos y me agobio —dice antes de que salgamos del local.
—¿Y?
—Que se reúnen mucho, por todo, y yo no soy así y me mantengo alejado de tanta... reunión familiar.
—¿Y dices que no llevas los calzoncillos apretados? Porque ahora mismo no es que pienses de forma racional...
—Irune, somos cuatro hermanos y tres han tenido hijos como si no hubiera un mañana. En quince años ha habido nueve partos en mi familia y dentro de poco viene uno más. Eso da un parto cada dieciocho meses y medio. Cuatro hermanos más dos padres y diez niños, uno de ellos en camino, dan veinte personas contando a sus respectivas parejas. ¡En Abril, se reúnen cada puto fin de semana! Así que empecé a pasar de ir... y ahora solo voy para algunas fiestas.
—¿En serio? —digo mientras él asiente y se encoge de hombros—. ¿Y qué te dicen los demás?
—Según dicen ellos, pasan de mis chorradas de inmaduro y que lo que digo, no tiene sentido.
—Lógico. A ver, háblame de tu familia.
—Bueno... Mi padre se llama Jose y era paleta. Ahora está jubilado. Mi madre se llama Erin y trabajaba en una tienda de ropa porque tenía que irnos a buscar al colegio y esas cosas y el horario era más compatible con su rutina.
—Ajá
—Ponte cómoda, que voy.
—Lista —digo tragando para prestarle toda la atención que puedo.
—Primero nació Nora. Lista y formal. Siempre fue muy buena en todo. Un ejemplo a seguir. La perfecta hermana mayor. Ahora tiene treinta y ocho años, es profesora, está casada con Pol y tienen tres hijos, dentro de poco cuatro: Nil, quince, Carla, trece, Arnau, once y el nombre del que viene se lo están pensando.
ESTÁS LEYENDO
Ratoncita de Biblioteca
RomanceIrune Ortiz es una chica fuerte, responsable y decidida. Aiden Moore es engreído, muy inteligente, aprovechado, cabezota y mujeriego. *** Ella nunca se ha enamorado. Él no quiere volver a enamorarse. Ella pasa de él. Pero él no de ella. Una noche, e...