Irune
No sé cuánto he dormido pero espero no haber hecho cosas raras ni haber hablado en sueños, más que nada porque he soñado con él y la situación sería, como poco, embarazosa. Recuerdo que en el sueño salíamos los dos en una discoteca y de repente empezamos a correr y nos besábamos y yo, obviamente, me derretía en sus brazos como un helado; lo curioso ha sido que, el beso, ha sido demasiado real, como si realmente hubiera pasado aunque es imposible porque yo estaba dormida. Me ha hecho gracia el sueño porque era como el anuncio de la colonia Amor Amor de Cacharel en el que sale Oscar Casas pero en vez de ellos, salíamos nosotros. Penoso, lo sé. Estoy loca, debería replantearme lo de ir a un loquero.
Ahora mismo estamos yendo al coche hablando de cosas triviales y, a la vez que intento despejar la mente de este tipo de pensamientos.
—¿Para ir a trabajar, prefieres ir en coche o en transporte público?
—Yo prefiero el transporte público, es más fácil. La única pega que pongo es ese olorcillo a sudor y a sobaco que hace que caigas desmayado. Creo que alguien debería decirles a los fabricantes de desodorantes que su mensaje no está llegando a todo el mundo. —Contesto desatando sus carcajadas. Es el mejor sonido que he escuchado nunca, lo juro.
—Qué razón —dice cuando sus carcajadas cesan.
Llegamos al coche, subimos y yo vuelvo a poner la radio.
—Menos mal que no cantas como un gallo porque si no ya me hubieran explotado los oídos —comenta y yo le doy un manotazo—. ¡Oye! ¡Era un halago!
—Pues te ha salido estrepitosamente mal. Vas a tener que aprender.
—¿Me vas a enseñar tú?
—¿Yo? —Hace un gesto afirmativo con la cabeza y desvía un momento la vista de la carretera para fijarla en mi.
—La idea ha sido tuya, así que venga, hazme un halago o di la palabra más bonita que sepas y con una condición: tiene que estar en otro idioma. Quien haga el mejor de todos puede hacer una pregunta que se ha de responder si o si.
—Menudo rollo de recompensa.
—¿Alguna idea mejor?
—Sep. Quien gane tendrá que ponerle un reto al otro. ¿Trato?
—Trato. Empiezo yo. Forelsket , en noruego, describe lo que sentimos mientras nos estamos enamorando. Esa sensación de euforia y un poco de vértigo.
—La palabra más bonita que sé es Ya'aburnee , de origen árabe, se utiliza como declaración de esperanza cuando se sabe que se va a morir antes de la persona amada y no se puede concebir la vida sin ella.
—No está mal. Entonces, he ganado yo ¿no? —Dice con su sonrisa característica de medio lado y mirándome con sus ojos azules antes de desviarlos a la carretera.
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Ratoncita de Biblioteca
RomanceIrune Ortiz es una chica fuerte, responsable y decidida. Aiden Moore es engreído, muy inteligente, aprovechado, cabezota y mujeriego. *** Ella nunca se ha enamorado. Él no quiere volver a enamorarse. Ella pasa de él. Pero él no de ella. Una noche, e...