Con la sospecha de que podría haber sido Embre, el que había cogido la bola de cristal, Sanem, decide ir a su casa para hablar con él. Al enterarse Aderen, de que quiere salir, se lo niega. Pero al final, la deja salir, con la condición de que de paso se llegue a la imprenta, para ver como van los carteles en compañía de Geygey. En el camino, éste le dice que antes de ir a la casa de Can, se lo diga a él antes. Al principio, se niega, pero al final decide ir ha decírselo primero. Al entrar, para decírselo, pero al enterarse de que va a vender la cabaña, se echa para atrás. Pero después, se atreve a ir.
Ahora mismo, ella va a entrar, en la casa.-- Sanem.
-- Señor Embre, podemos hablar?
-- Pasa. Cuéntame. Te escucho-- dijo Embre, al tiempo que Embre cortaba el teléfono. --hay algún problema, en la agencia?
-- Sé que se llevó, la bola.
-- Qué? De qué, estás hablando?
-- De la bola de cristal, que tenía una cámara oculta. Estaba en el despacho de su hermano, pero no sabía, de donde había salido. Aderen se lo llevo, a su despacho y desapareció.
-- Bien. Y qué tengo yo que ver, en todo eso?
-- Señor Embre, le vi en el despacho de Aderen. Tenía la bola, en la mano, y luego desapareció. Se la llevó, usted.
-- Sanem. Qué estás insinuando? -- preguntó Embre, al tiempo que él llegaba.--Dime. Bien, y tú? -- contestó él al teléfono.
-- Digo, que sigue jugando sucio, a espaldas de su hermano. Pensé que había aprendido la lección. Pero no ha cambiado.
-- Métete en tus asuntos, vale? -- le dijo furioso.
-- Esto es asunto mío, y de la agencia también. Cómo ha podido, hacerle esto, a su hermano?
-- Escucha. No te atrevas ha decirle nada, a mí hermano-- le dijo, cogiendola del brazo.
-- Entonces, lo confiesa. Fue usted.
-- No tengo que darte, explicaciones. Ten la boca, cerrada.
-- Yo hoy en día, no tengo que obedecerle más a usted. -- y salió de la casa.-- De acuerdo. Espero, tú llamada. Sí. Hasta luego -- ningúno de los dos, se vieron.
-- Maldita sea? Mierda. No se le escapa, ni una. Está metida, en todo. Tengo que resolver, éste asunto -- dijo Embre, después de respirar profundo. -- Hermano!-- escuchó, por detrás.
-- Qué haces, aquí fuera? -- preguntó él.
-- Nada. He salido...ha tomar un poco, el aire.
-- Te he llamado, por sí querías salir...ha comer algo.
-- Casi, que no. Mira...Qué tiempo hace.
-- Vale. Cómo quieras.
-- Qué tal va todo, por la oficina?
-- Hemos instalado, cámaras de vigilancia. Y sabemos que fue Aylim, la fue allí, el día de la acampada. No te sorprende?
-- No. Y a ti?
-- Tampoco.-- Ay mamá. Qué susto, me has dado-- dijo Leyla, cuando Mezquive le dió con el pie.
-- Ah. Tú madre, quiere decir algo. Qué es?-- preguntó Nihad.
-- Dice que porqué, estás tan callado.-- le tradujo, Leyla.
-- Aayy. Qué quieres que diga, sino pregunta nada? Qué quiere, saber?
-- Mamá dice, que no te va a contestar. Su pregunta, era para nosotras. Qué, como estamos?
-- Bien-- contestó ella.
-- Pues cómo siempre. Trabajando-- dijo Leyla.
-- Mmm. Va a dar, un discurso-- dijo ella, cuando Mezquive tocó el vaso.
-- Mamá. Vuelve a hablar ya. Te estás, pasando.
-- Sí mamá. Leyla, te entiende. Pero papá, y yo, no nos enteramos. Habla ya, para que podamos comunicarnos. -- dijo ella.
-- No pienso hablar, para que tú padre, no me entienda.-- Sí, Sanem. Ya tendrías que saber, comunicarte así.
-- Es el único defecto, que tengo.
-- Pero mujer. Déjalo ya. Esto ya se está pasando, de castaño oscuro-- dijo Nihad.
-- A sí?
-- Sí, mamá. Lleváis casados, un montón de años. Por qué, le haces sufrir, a adrede?
-- Eso. Bien dicho, hija. Por qué, me haces sufrir, adrede? Reconocelo. Desde que te de eligieron, presidenta, nos tienes abandonados, a mí, y a ti.
-- Aahh--gritaron, las dos asustadas, cuando Mezquive dió un golpe en la mesa.
-- Ahh. Ahora dice, que va a romper, la mesa-- dijo ella.
-- No mujer. No he dicho eso-- expresó Mezquive, con los ojos.
-- Papá. Debe de estar, en silencio-- tradujo Leyla. -- dice que te ha estado aguantando, muchos años. Y qué ahora, sólo hablará, con nosotras.
-- Cómo entiendes, todo eso?-- preguntó ella.
-- Qué dice? Qué ha dicho, ahora? -- preguntó Nihad.
-- En serio? Quieres que diga, eso?-- preguntó Leyla, a la exposición de los ojos. -- Sanem. Cuando nos darás una vuelta, en tú escuter?
-- El señor Can, me está enseñando ha conducir. Cuando sepa, os llevaré-- dijo ella, sin saber que la miraron los dos -- mira. Eso sí lo he entendido. Ésa ceja, está muy clara. Lo he entendido. El señor Can, me está enseñando.
-- Dice que vale. Qué vayas, con cuidado. Ah. Y qué he hablado, con el señor Can. Le ha invitado, a la inauguración, de la biblioteca. -- tradujo Leyla.
-- Dilo rápido. Dilo-- dijo ella.
-- Y qué ha dicho que sí, y qué...van a celebrar el éxito, de su proyecto juntos. Y mamá, le hará una empanada de las suyas.
-- De verdad, harás una empanada? Ohhh, de espinacas, o de berenjenas? -- preguntó Nihad.
-- Creo qué eso, no destaca traducirlo-- dijo Leyla.
-- Yo no lo he entendido.
-- Estaba, muy rico. Ya estoy llena. Hasta luego, hermana--dijo ella, retirándose de la mesa.
-- Mamá. Vale, traduzco. -- dijo Leyla.
-- Qué dice? Qué dice?
-- Mamá dice...
-- Sí?
-- Qué te quiere mucho...
-- Ahh.
-- Y qué quiere hacer las paces. Porque ya no aguanta esto más-- los ojos de Mezquive, se le pusieron como platos. -- qué lo hace, porque es muy cabezota. -- la traducción, no era esa. Y a Mezquive, no le gustó.
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Soñando Contigo
RandomRevive la historia de amor entre Can y Sanem, en "Soñando Contigo "