Cap 29

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Al barrio llega, la señora Huma, fingiendo que su coche se había estropeado. Sin embargo, Mezquive y sus hijas, lo descubrieron, al igual que él, que no permitirá que su madre, estropee su relación con Sanem. Al al llegar a la oficina, Geygey se aterroriza creyendo que lo va a despedir, y una vez que le pasa el susto, llega Aylim, a la cuál ella la saluda afectuosamente. Estas van a la oficina de Embre, y Aylim le cuenta, un montón de mentiras, sobre Sanem, y su familia, que les trata de ordinarias, y que son unas cazafortunas, y esta haría lo posible,  para y en éstos momentos, Geygey está en la puerta de la oficina de Embre, con una bandeja,  con dos tazas de té, en las manos. Conseguirá la señora Huma, y Aylim, que Embre, y Can, se separen de ellas?

-- No voy ha poder. No voy ha poder. Pero debería entrar. Esta sonando el teléfono-- Toma, debe ser, súper importante. -- le dijo a su compañera, entregandole la bandeja, y echando ha correr.

-- Ese chico, es extraño. -- dijo la señora Huma, al ver a Geygey.

-- Me dijo...pobrecito, ve ha dormir. Y luego...me mando a casa -- le dijo Osman, a su hermana.
-- Hermano...No crees que, eh... estás muy obsesionado con Leyla?
-- Por qué, dices eso?
-- Eh...No te enfades, conmigo. Sabes que eres muy eficiente. Mira...haces dos días, la vi con él, en el restaurante, ah..? Los vi, cogidos, de las manos.
-- Lo sé. Pero ya es cosa del pasado. Pero Leyla, vió, quien era el, en realidad, y por fin, y pude abrirle mí corazón. Doy por echo, de qué su corazón, siente algo por mí.
-- No confíes, en ella. Si te vuelve ha hacer daño, le voy ha decir, cuatro cosas bien dichas. Quizás es la hermana, de mí buena amiga, y aunque, nos conozcamos, desde la infancia, al final, todo tiene un límite. Osman...eres mi hermano, y te quiero. Sólo...Yo no quiero, verte sufrir.-- le dijo, Ayham, cogiendole de la mano. 
-- Yo también mucho. Ya verás, cómo todo sale bien. Me casare, con ella.
-- Sí...sí...
-- Y...como va la tienda?
-- Muy bien. Estoy aquí, como si fuera, una modelo. Ayquim, es el qué lo hace todo. Yo...pelo los huevos, y de vez en cuando, hablo con las albóndigas. Ya me conoces.
-- Jejejeje.z
-- Y como va, tú carrera, de actor?
-- Te lo contaré, más tarde. Me voy, a casa.  Necesito, descansar.
-- Adiós!
-- Osman??-- escuchó, a sus espaldas. Era su hermana.
-- Para que no pases frío, te compré un pijama térmico.
-- Ven aquí. Qué haría yo, sin mí hermana.
-- Sí...también te cambié las sábanas, para que tengas una cama calentita, y limpia, para dormir.
-- Perfecto. Hasta luego.
-- Ah...No consiguió nada, con Embre, y ahora, persigue a Osman. Es la reina, de las nieves. Ya ves que, estás ciego-- dijo cuando se fue su hermano.

-- A ver? Mmah...hizo Geygey, oliendo el café, al mismo tiempo, que tomaba un sorbo. -- si puede ser tropical, o de Etiopía. O tal vez, de Honduras, o de Indonesia. Tengo que comprobarlo. Tiene un aroma fuerte, y aunque puede ser, una cosecha del Inmalaya. Oh...No lo tengo, tan claro. Inmalaya. No sé. No se...Estoy agobiado. Lo importante...es el café. Tiene, un sabor... intenso al principio, pero luego deja un gusto amargo, en el paladar. Ah...Me estoy, pertubando. Ah...ah...me podría desmayar. Qué más? Todo me da vueltas. He tomado, mucho café.
-- Geygey??-- interrumpió Gollit.
-- Dime??
-- Pero...qué te pasa?
-- Nada. Estoy bien. eh....Me preparo para cuando la señoita chusma, me pida, café.
-- Aptendetelo, bien. Se dice, Huma.
-- Déjame, en paz!! Tomó varios cafés, en esta empresa, para que todos ascuendan, menos yo. Obisboy soy, pero por favor, déjalo ya.
-- Lo sé. Pero ten cuidado, con lo que haces. Porque esta mujer, te puede despedir, en un segundo. Por cierto, donde está Sanem?
-- No lo sé. Llegará, ya, cuando quiera -- le gritó.-- señorita. Ha llegado tarde. Si me da un premio, seré chismosa. Pregúntale, a otro. Déjame en paz. 
-- Sólo he hecho, una pregunta. Pero está bien. Tranquilo. No volveré a preguntarte, nunca más.
-- Puras promesas. Ya...comportate.

-- Ay...
-- Qué tengas, un buen día, Leyla.
-- Sanem.
-- Qué pasa?
-- Sanem!
-- Qué..?
-- Alto!
-- Qué...?
-- Dime, dónde estabas?
-- Es que, preguntaron, por mí?
-- A ti, no te preguntan. Te despiden.
-- Qué..?
-- Sí...La señora chula, ya está aquí. Y yo, no sé, qué hacer. Pas, pas, pas, oigo sus pasos. Que retumban, por toda la oficina.
-- La señora Chula?
-- La mamisa, del señor Can.
-- Huma, Geygey.
-- Tula.
-- Huma. Se llama Huma.
-- Rumba??
-- Huma, Geygey. Habla bien.
-- Aayy! No sé decirlo! Nula? Vulma? Aayy, creo y son muy amigas. -- dijo Geygey, al ver pasar a Aylim.
-- Amigas??
-- Ya ves? Ya ves!
-- Ya La veo.
-- No la mires. No mires, a medusa.
-- Medusa? Y por qué?
-- Por su carácter. Si te ves, en sus ojos, te conviertes en piedra. Es verdad. Es medusa...
-- Ya saben, qué llegué tarde?
-- No...
-- Ah...perfecto.
-- Vamos ha organizar esto. Tenemos que organizar, las carpetas.
-- Sí...claro. Vamos a trabajar.
-- Efectivamente. La disciplina, es lo primero. Vamos a llevarlo, a cabo. Vamos, Sanem?
-- Uh...Buenos días, Sanem-- interrumpió Aderen, al llegar.
-- Me dice buenos días, porque llegué tarde. -- dijo ella. -- Ah...Buenos días, Aderen, ah...Perdón por llegar, un poco tarde, pero esta mañana, me quede dormida.
-- Aquí se viene, a trabajar. Así que, basta de excusas!! Y ponte, a trabajar!!
-- Por supuesto!
-- Hay, qué...trabajar. -- dijo Geygey.
-- Llegué tarde, verdad? -- dijo ella, enfadada.
-- Ya! Por qué, lo haría?
-- Dame!!
---Eso...sí lo haría!

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