Capítulo 34

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El asunto, de que Sanem, se vaya a trabajar con Gege, a la editorial, a Can, le cae como una patada en el estómago. Pero sin embargo, Aderen, y sus antiguos compañeros, deciden ir ha darle la enhorabuena, por su nuevo trabajo. Poco después, por parte de Geygey, le dice al oído, que Pollent, está, arriba con él, y éste le dice, que suba, para evitar, que estén juntos y le dice a Geygey, que la cubra. Corriendo, y con la excusa, de que quiere hablar con él, de trabajo, sobre "Sport- Beit" habla, en voz baja, hasta qué no tiene más remedio, que decírselo, aunque decírselo incluso, delante de Pollent. Arriba, también en la agencia, empiezan con el proyecto del libro de recetas, que Pollent, va ha escribirla, y ella le pone trabas, para evitar que publique su libro. Después, cuando, salen de la agencia, a Sanem, le decía a su hermana, que se iba ha volver loca, cuando ve a Pollent, y a Can, juntos. Y también, a él, loco de celos, le dice a su hermano, que si supiera boxear, le daría una paliza. Pero no lo puede hacer, porque si no supiera, podría hacerle daño, usando, los guantes de boxeo. Embre, que ve lo que diciendo, su hermano, y sonriendo, le desata los guantes. En fín, los celos de ambos, están a flor de piel. Estresada, y furiosa, ella, se va la oficina, de Gege, y allí, y se desahoga, con ella, ellos empiezan a hablar, del libro, que va escribir ella, cuando entra Pollent.

-- Hola??
-- Hola, Pollent.
-- Bueno. Yo me voy, a trabajar. -- le dijo, ella.
-- Te estaba, esperando. Vamos a mí oficina? -- le dijo, Gege, a Pollent.
-- Vamos, a la oficina.
-- Tenemos que comprar, aroma simpatizantes.-- le dijo, ella, a Gege.
-- Quiero leer, esa novela. -- le dijo, Gege.
-- Sí...--uno menos, en su familia. -- se dijo.

-- Te gusta? -- le preguntó Osman, a Leyla.
-- Sí...es una casa, muy bonita. Pero...por qué, tienes tanta prisa, Osman?
-- Por qué? No está, bien?
-- Sí, está bien. Pero... no hablamos, de esto. No sabía, qué ibas a comprar, una casa.
-- Bueno...tengo qué hacer, una llamada-- les dijo, la inmobiliaria.
-- Me está yendo bien, en el trabajo. Tengo dinero, para el enganche, y...además, de eso, pediré, un crédito. Quiero qué, tengas una casa, cuando...nos casemos.
-- Pero, es genial! Pero es, mucho dinero. Lo siento, pero no tenía planeado, pedir un préstamo, para la casa.-- le dijo, Leyla.
-- Leyla. Tengo un contrato, por un año. Y la serie, de televisión. Tranquila...No te preocupes. Todo saldrá, bien. Ya verás. En verano, nuestrasvidas, cambiarán.
-- Es verdad. Todo va ha cambiar.
-- Lo importante, es encontrar, una casa. Porque dónde estes tú...estará, mí corazón.
-- Hola-- le dijo Leyla, a la inmobiliaria, que entraba, en ese momento, impidiendo así, que Osman, la besara.
-- Y...que les ha parecido? -- les preguntó, la inmobiliaria.
-- Ah...-- suspiró Leyla.
-- Sí...nos gusta. Pero tenemos que pensarlo, un poco-- le dijo, Osman.
-- Entonces, esperamos. -- les dijo, la inmobiliaria.
-- Hasta luego-- le dijo, Leyla. Dejando a Osman, sin palabras.

-- Díga??-- contestó Geygey, al móvil, mientras cortaba cebolla.
-- Oye, Geygey.
-- Sí, abuelita?
-- No la cortes, muy gorda.
-- Pero, sí...la estoy cortando, muy fina.
-- Cállate-- le dijo.
-- La estoy cortando, muy pequeña.
-- No la cortes, muy gorda. Tiene que ser, rápida.
-- Sí...claro. Como comida rápida, de vez en cuando. Pero es cocina sana. Normalmente, cómo ensaladas, y cosas, orgánicas.
-- No comas, eso.
-- Se lo voy, ha quitar, en este momento. No te preocupes, por favor-- le gruño.
-- Cállate. Yo te conozco, bien.
-- En fin...por qué, me has llamado, dime?
-- Es qué yo, me voy ha morir.
-- Qué...?? De qué, me hablas? Por qué, me llamas, a mí? Llama, a una ambulancia. Estoy a muchos kilómetros, de ahí. Llama a una ambulancia, por favor. No me llames, a mí.
-- Cállate. No me estoy muriendo, ahora.
-- Ah...entonces, no te vas ha morir, ahora. Te piensas, morir, después. Te vas ha morir, mañana? Ah..? Entonces, estás planeando, tú muerte. Pero qué, tonterías, dices. Eres una mentirosa. Abue...?
-- No he terminado, eh...? Aún no he conocido, a tus hijos.
-- Oye, abue. No te oigo bien. Se está, cortando. No te oigo, nada -- le dijo Geygey, contrariado.
-- Oye, tus hijos?
-- Qué pasa, con ellos? Has dicho, tus hijos, abue?
-- Sí...tienes qué venir, lo más rápido posible. Tienes, que casarte.
-- Casarme? Te vas, ha morir, si no me caso? Abuela, no digas eso. No ves, qué yo tengo, mis planes?
-- Ah...no me importa, tus planes.
-- No me grites. Por qué, me gritas, abuela? No te, alteres.
-- Oye hijo!!
-- Por favor, abuela. Gobiernate.
-- Tienes que casarte.
-- No puedes, obligarme. No me voy, a casar.
-- Sí, qué puedo.
-- No lo voy a hacer-- le dijo, Geygey.
-- Lo tienes, qué hacer-- le gruño. Y después, de cortar el móvil, lo dejó caer, en la encimera, de la cocina asustado.-- ah. Pero, qué le pasa? No puede amenazarme, de esa forma. Me ha dicho, qué me tengo, qué casar. Me voy, a casar, ahora. Ahora, voy a cortar la cebolla, como me de la gana. Y al aguacate, le dejare, el hueso. Voy ha comer, comida rápida. Ñam, ñam, ñam, de todo. Parece, la abuela, de Batman. Ah...ah...ah...

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