-- Qué susto, me ha dado. Qué hace aquí? -- preguntó ella.
-- Espera...un momento. Voy a apagar...la música. No tardo nada. No te vayas.--dijo, el
Ella, aprovechando que él apagaba la música, mete el documento en un jarrón del salon
-- Como que...hago yo aquí? -- preguntó. Qué clase de pregunta, es esa?
-- Es qué alguien, se olvidó...y yo también, olvide...mire, no se lo puedo explicar. Así que, mejor, me voy.
-- Espera, Espera. Espera-- dijo él, sujetandola del brazo-- así, no te vas, de aquí. Cómo has entrado, aquí?
-- El señor Embre, me dió las llaves.
-- Embre? Porqué?
-- Qué más da? Tengo que explicarlo?
-- Claro.
-- Es verdad. Tendré que justificarme. Pero por favor, no me atosigue.
-- Sanem. Tienes que darme, una explicación razonable. Qué, haces aquí? Porqué estas en mí casa, a estas horas? Cuentamelo, todo.
Ella, le contó todo lo ocurrido con Embre.
-- Sin querer le tire el café al señor Embre, al llevar la americana a la tintorería, pero me dejé una cosa, en un bolsillo interior, y pensé que se la habían traído a casa, así que sin pensarlo, he decidido entrar en casa.
-- Dices que en la americana de Embre? Hay algo que te pertenece. No es cierto?
-- Sí. Exactamente.
-- Entonces, te dejaste una cosa en la chaqueta,y Embre, te dió las llaves, y entraste en casa mientras yo estaba fuera. Voy bien?
-- Sí. Puedo cogerla?
-- Claro. Vámonos, ha buscarla. Ven.--dijo el.
" Pero, que has dicho? -- pensó ella .Es que se me podía ocurrir, otra cosa? Qué habrá, en el bolsillo? Y si está vacío, que voy a hacer? Ay madre, que lío.
-- Es esta? -- preguntó él, señalandola.
-- Sí. Está...en el bolsillo izquierdo.
-- A ver?
Al registrar el bolsillo, lo que encontró fue una cajita dentro, con un anillo de pedida.
-- Estás prometida?-- preguntó él.-- porqué, pones esa cara?
-- Sí. Es esa. Es muy importante, para mí. Tenía miedo, de haberlo perdido. Sí. Me voy ha casar, y este es el anillo de pedida. Me queda un poco grande, así que la iba ha llevar a ajustarla, así que voy ha prepararla al dedo. Si mi prometido, se entera, y no veo el anillo puesto, pues se enfadara conmigo. Bueno que, ya me puedo ir.
Al salir de la casa, ella echo a correr, pero la puerta del jardín, no abría. Se le había olvidado que tuvo que saltar la valla.
-- Sanem espera un momento. -- dijo.
Pero, no esperó y volvió a saltar la valla.
-- Pero, que haces mujer? Porqué, te comportas así?
-- Huy. Mí pierna-- dijo ella al caerse, mientras él, la mirada con los brazos cruzados.
-- Huy-- se quejó, otra vez.
El abrió la puerta del jardín, como diciendo; ves? Y ella salió corriendo y cogeando con una herida en la pierna.
-- Está loca-- dijo el.-- O Sanem-- se decía-- y encima, me hago daño.
El móvil de Sanem, suena. Es Embre.
-- Hola. Señor Embre.
-- Sanem, has hecho, lo que te pedí?
-- No he podido.
-- Cómo que no has podido? Si estaba todo, planeado.
-- Se que estaba planeando. Vamos a ver. El señor Can, estaba en su casa y me vio. Me asusté, mucho.
-- Mi hermano? Y tú, que le has dicho?
-- Pues muchas bobadas. Qué había llevado su americana, a la tintorería, y que me había dejado algo, en un bolsillo del interior. Y había, un anillo. Le dije que era de prometida, y que era mía.
-- Ooohh. Mierda-- dijo Embre.-- pero, tu sabes lo que has hecho? Eehh? Ese anillo, vale un dineral. Más vale, no perderlo, Sanem. Me has entendido?
-- Qué sí. Qué sí.--dijo ella.
--Cogiste la carpeta? La vio, mi hermano?
-- No. No la pude coger. Pero tranquilo, el no lo va ha encontrar.
-- Cómo? Qué no te fías, de mí?
-- Si no puedes limpiar esta noche, no la verá. Aunque con lo raro que es, vete tú a saber.
-- Sanem, que estás diciendo?
-- La carpeta está metida en un jarrón, en el salón.
-- Estás segura?
-- Segurisima. Señor Embre, va a perdonarme. Pero, no sirvo. No sirvo, para esto. No hago más que meter, la pata. Perdóneme, por hablar así, pero...
-- No pasa nada. Pero ahora, tengo que colgar, Sanem.
-- Hola? Hola? Señor Embre? --Ahora si, que estoy despedida. -- se dijo.
Y cómo siempre, la imaginación de ella, vuela. Se ve cocinando para Musafer, y con hijos pidiendo comida a gritos.
" Anda ve ha poner la mesa.
"Tengo hambre.
"Quiero, comer.
" Pero que feliz soy, Sanenm-- le decía Musafer--y los niños, irán al colegio, dentro de poco.
Y por si fuera poco, otro hijo en camino.
-- Hola -- la despertó, Ayham.-- que haces aquí sola, en medio de la calle? Qué te has hecho daño, en la rodilla.
-- No te lo vas ha creer. Pero voy de mal, en peor. Y ahora, aparece, este anillo-- dijo ella.
-- Aaaalaa!! De dónde, la has sacado? No lo habrás robado, verdad?
-- Eehh Sanem-- la llamó Musafer.
-- Qué estáis haciendo, aquí?
-- Eso mismo, me estaba preguntando yo de ti?-- dijo Aysum.
-- No lo sabes, mamá? Sanem, está trabajando en una empresa. Mira que cara de cansada tiene. Cuando nos casemos, podrá dejar de trabajar.
-- No digas tantas bobadas. No me casare, con Misifuz.--dijo ella.
-- Cómo que no. Tus padres, nos han pedido tiempo para pensarlo. Pero luego, nos dará una respuesta favorable.--dijo Aysum.
-- Pues no se haga, muchas ilusiones. No me casare con Misifuz, y se acabó.
-- Será maleducada? Has oído lo que ha dicho, hijo? No quiere, casarse contigo.
-- Por qué, no. Tus padres, me pidieron tiempo, y después nos dará una respuesta favorable.
-- Es qué ella es un poco arisca. Se hace de rogar. Se lo digo yo. La conozco, desde hace 20 años, y no cambia.
-- Tú crees que me estoy haciendo desde hace hace 20 años , haciéndome de rogar ? Mi madre, hace esto para asustarme.
-- No lo dice en serio-- dijo Ayham.
-- O sea que me ha engañado ...-- dijo Aysum, enojada.
-- Mamá, todo ha sido, un malentendido-- gritó Musafer.-- de verdad. De verdad. -- Pero que pasa? La novia, se pelea, con la futura suegra y el que sale perdiendo, soy yo. Porqué haces, esto? Mira que en que embolado, me has metido?-- Mamá!!
-- Pero mujer, mira lo que has liado en un momento-- le dijo, Ayham.
-- Qué es, lo que he liado?
-- Has visto la cara de ver que tu madre, la ha engañado? Simplemente, para darte un susto. No sé, pero como se entere tú madre, de esta, no te salvas.
--Se acabó-- dijo ella- ahora sí que estoy pérdida. Esto es, mi final. Y tú, no has querido decirme nada?-- dijo, echando a correr.
-- Cómo que no te lo he dicho, he intentado que pararas, varias veces.
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Soñando Contigo
De TodoRevive la historia de amor entre Can y Sanem, en "Soñando Contigo "