2a parte

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Can, y Sanem, se quedan atascados en el barro y con el coche echando humo por el motor. Así que él, le propone ir andando.
--Estamos perdidos en mitad del bosque. Lo mejor será, que esperemos aquí.--dijo ella.
--Que nos esperemos, a qué? Además, yo sabré encontrar el camino. No te preocupes. Coge la chaqueta, y las llaves--dijo él.
--Me fío más de las piedras, que de usted--dijo ella.
--Vamos?
--Ya voy.
--Dejaremos aquí, el coche.
--Tenga. Ay, madre. Ahh!!
--Ey, ey, ey, ey. Ten cuidado, con el barro. Ven, por aquí. Y llevas, zapatillas blancas.
--Anda!! Pero mira que flores, tan bonitas hay.
Sanem, me parece que no es el momento, para coger flores.
--Pero señor Can, son muy difíciles de encontrar. Son silvestres. Déjeme coger, unas cuantas.
--Qué harás, con las flores?
--Me gustaría, hacer perfume.
--Así que te haces, tu propio perfume? Qué, bonito.
--Sí. No me gusta mucho, el perfume en botella. Sigo siempre, la receta de mi abuela.
Y el, volvió ha recordar aquel beso en el palco.
"Hueles, diferente. Como a flores, silvestres.
--Es por eso, que olias así--le dijo.
--Qué ha dicho?
--No...nada. Termina de coger las flores, y vámonos.
--Vale. Ya, acabo.
--Cuántos mosquitos.
--Sí.
--Tampoco, te pican.

--Que pases, buen día--saludo Musafer.
--Ah, gracias, Musafer. Igualmente.

--Toma--dijo --Mezquive, a Nihad.
--Gracias.
--Hasta encontrado, algún comprador?
--Sólo al primo, de Gilmas. Pero, aún no tiene, todo el dinero.
--No se la vamos ha vender.a él. A él, No. Ese hombre, no me gusta nada. Es un desastre. Seguro que tendrá la tienda, sucia y desordenada. No. Ni, hablar.
--No hay mejor amigo que ese, y ha pedido un crédito, pero aún, no se lo han aprobado.
--Huy, no, no, me fío. Ni siquiera, conocemos a su familia. Podría ser un ladrón, o un gángster. No podemos darle, nuestra tienda.
--Pues nada. A partir de ahora, le voy ha pedir, documentación. Un certificado, médico. Si tiene, el carnet, de conducir. Les preguntaré, si tienen un pasado limpio, porque a mi mujer, le da miedo, vender la tienda a un gángster.
--Nihad...
--Es broma, mujer. Jajaja.
--Nihad.
--Qué?
--Pide a quien se quede con la tienda, que no le cambie el nombre. Me lo prometes? Por favor.
--De acuerdo. Le contaré, que hace 30 años, cuando llegué aquí, conocí a una canción que sonaba, Leyla. Nos enamoramos, y me casé, con ella. Cuando tuvimos uno hija, le llamamos Leyla. Por eso el nombre de la tienda, es tan importante. Te gusta?
--Mucho. Porque, que no me cantas esa canción?
--Aahh, no mujer. Que nos oirán.
--Cariño, por favor, que hace mucho tiempo, que no me la cantas.
--No me hagas cantar ahora. En la calle, no.
-- Cantamela.
-- Leyla...
Y de pronto, aparece Leyla.
-- Leyla? Cariño. Qué te, pasa?
-- Siéntate, cariño.
-- Qué te, pasa?
-- No volveré, ha trabajar-- dijo triste.
-- Aaaahhh. No digas eso. Eres, muy joven. Tienes la vida, por delante.
-- No. Se acabó, mí vida profesional.
-- Leyla. Tengo una idea, déjame que sea tu couch personal-- intervino Ayham. -- ya verás, como te irá bien. Confía, en mí.
-- Venga, va. Total, no tengo nada que hacer. Vamos.
-- Espera un momento. Me has pedido, cita?
-- Creo, que no.
-- Voy ha mirar. Es que estoy, superocupada, sabes? Mira, hoy tengo un cliente. Pero te llamaré, te lo prometo. Tengo, que irme, chao.
-- Cómo que, chao? -- preguntó Mezquive.
-- Chao? Es adiós, en italiano. Arrivederchi, familia.
-- Aahh. Te va a ir, muy bien. Ayham te enseñará italiano, y así, encontrarás otro trabajo. Sí. Mira, Sanem ahora está trabajando muchísimo. Ay, cariño. Verás como todo, sale bien. Seguro. Te traigo, te.

En el bosque, los siguen caminando por el bosque.
-- Mire señor Can, no sé, si sabe que estamos perdidos del todo. Usted ha dicho que sabías el camino, pero no es cierto. Cuando nos encuentren el equipo de rescate, puede que ya le hayan comido los lobos --dijo ella.
El le dijo, que dejara de hablar con señas, diciéndole que habían llegado.
-- Andaaaa !! El hotel!!--dijo sorprendida. -- qué bien.
-- Voy ha decirle al conserje, dónde estás el coche. Tú, haces lo siguiente, vale?
-- Vale. -- Por favor? Hola, muy buenos días.
-- Hola, bienvenida. -- le dijo, el recepcionista.
-- Tenemos una reserva, a nombre de Can Abi.
-- Can? Dime, has dicho? -- preguntó Asum, que estaba allí.-- se hospeda, en el hotel?
-- Y usted, quién es?
-- Soy Arsutas. Supongo que tú, eres su ayudante.
-- Sí. Soy su ayudante. La conozco, porque veo sus fotos, en las revistas. Tienes las piernas, larguísimas. Eehh, ya se va del hotel, no la quiero entretener. Le diré al señor Can, que he hablado con usted. Apresurese, que el tráfico, está fatal. Por favor, puede atender, a esta señorita? El coche, está aparcado.-- dijo ella.
-- Un momento--Suhe, cancela, el vuelo. Nos quedamos, esta noche.
-- Por qué? Qué, pasa?
-- Can, debe estar en el hotel. Y si, habla contigo? Wow. Inteligente. Rico. No ves?-- Traiga las maletas. Nos quedamos aquí, esta noche. -- Cómo estoy?
-- Estás, perfecta.
-- Perdone...la pregunta, pero...Se encuentra usted bien? -- preguntó ella.
-- Sí...estoy bien.
-- Vi que tiene la piel, un poco seca y tiene la cara un poco pálida. Creo que no se encuentra, usted bien. Mire comparese, conmigo.
-- No. Estás estupenda. Estás perfecta, como siempre. --dijo Suhe
-- Pídeme ahora en el Stao, voy ha prepararme.
-- Cuánto tiempo, se quedará?
-- Muchos días, y muchas noches. No se preocupe-- dijo ella.
Sanem, intentaba evitar que Can, y Arsutas se encotraran, pero fue inútil.
-- Qué pasa, Sanem?-- preguntó él.
-- La señorita Arsum, se ha ido del hotel, pero le manda sus mejores deseos--dijo ella-- serán mejor, que volvamos.
-- No,no. La señorita Arsum, sigue en el hotel. -- intervino, el botones.
-- Pues bien. Voy, para allá-- dijo él.
-- Esta es su habitación-- dijo, el botones.
-- Muchas gracias. Voy ha darme, una ducha rápida. Me siento sucio.
-- Espere, dame el dinero-- le dijo ella, al botones.
-- Por qué?
-- Qué, porqué? Así dejarás de meterte, dónde no te llaman. Me lo quedo.
-- Uuff...
-- Cojo su ropa, y me largo. Buen, plan-- se dijo, al ver la ropa por el suelo.
" Ese objeto, es un albatros? -- se preguntó, al ver su tatuaje-- no puede ser. -- Llevas tatuado, un albatros. -- le dijo -- en serio? No puede, ser.
-- Lo llevo desde hace mucho tiempo. Qué, pasa?
-- El tatuaje, del albatros. Menuda, coincidencia. No me parece, normal. Bueno...si fuera normal, no sería, una coincidencia.
-- Bueno. Qué pasa, con Arsum? Nos reuniremos?
-- Si,sí. Ya está todo organizado. Iba ha llevar su ropa, a la lavandería, pasa que la dejen lista.
-- Yo voy ha ducharme, pero no se si tenemos mucho tiempo, para lavar la ropa. Aunque le den un cepillado, y un planchado, sigue igual.
-- Tenemos tiempo. La señorita Arsum, ha dicho que estará ocupada durante unas dos horas. Tendrá tiempo para lavar, su ropa.
-- De acuerdo, pero diles que se den prisa.
-- Sí, sí, pero quedase aquí, como Zeus. Duchese, tranquilamente, mientras voy ha lavar su ropa. -- Ah, ah. Buenos días. A qué hora, la puedo tener? --le dijo al de la lavandería.
-- En 15 minutos, se la llevaremos.
-- Noooo. No tenga prisa. Es para la noche. Esta, de acuerdo? No se agobie.-- Hola, Arsutas, está aquí?
-- Se está dando, un masaje.
-- Aahh!! Y puede decirme, a qué hora, termina el masaje? No puedes? Pues...volveré, dentro de un rato. Hasta luego.

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