35. El Jardín de los Secretos

111 8 0
                                    

02 de enero de 2025

Lily esperaba junto a su hermano que la veía ansioso por hablar, supuso que Rose se había encargado en algún momento de la cena de fin de año lo ocurrido en su pequeña aventura por la búsqueda del horrocrux. No había visto a Iván en esos días, tuvo que realizar algo con su padre de lo cual no pudo enterarse ya que cuando fue a despedirse fue que su familia notó su desaparición, pensó que en cuanto lo viera iba a estar metida en un gran problema y resulto ser así, hace unos minutos Iván acababa de entrar a su casa para utilizar la red flu como método alternativo implementado por el colegio para el retorno en vista de que el tren continuaba en reparación y no había quien lo condujese por el lamentable deceso durante de los encargados en el ataque. Lily evitaba su mirada ya que en sus ojos se reflejaba la queja de haberse ido sin nadie y sin avisar, esperaba su prima le hubiera notificado de lo que descubrieron.

- ¿Listos? Recuerden que llegarán directo a la oficina del jefe de su casa - pregunto su padre Harry.

- Si - respondieron al unísono los tres.

- ¿Quién va primero? - pregunto Héctor - Ya abrieron las conexiones.

- Yo - se apresuró a decir Lily para salir de esa incómoda situación, tomando los polvo flu que le daban sus padres y dándoles un rápido abrazo antes de meterse con su baúl en la chimenea - Los amo, no lo olviden ¡Oficina de Horace Slughorn!

Al tirar los polvos se vio envuelta en la verdes llamas del fuego, y todo empezó a girar mientras veía distintas salas distorsionadas por la velocidad a la que viajaba, hasta que pudo sentir nuevamente el suelo al ser expulsada por la chimenea junto a su equipaje. La oficina de Slughorn siempre la ha considerado peculiar, llena de montones de fotos, donde en una ocasión pudo visualizar en varias a su abuela Lily que es de las mejores estudiantes que ha tenido el profesor según la opinión de él, junto a escaparates llenos de pociones y un viejo reproductor de discos. Slughorn notoriamente cansado con montones de papeles rodeándolo en su escritorio se emociono al verla.

- Pequeña Lily, eres de las primeras en llegar, si quieres dirígete a tu alcoba para que te sientas cómoda - dijo Slughorn abrazándola de la emoción - Me alegra no te pasará nada en aquel fatídico ataque, tenía años sin presenciar este tipo de atropellos.

- Gracias profesor - dijo Lily apenada - Nos estaremos viendo.

Lily recorrió las frías mazmorras hasta llegar a su sala común, donde se sintió nuevamente como en casa, ignorando los hechos que acontecían, extrañaba la paz que la albergaba hace un año en estas fechas. Subió y acomodo todas sus cosas y se recostó en la cama, hasta que sintio como abrían la puerta y observo a Amapola entrando

- ¡Lily! - dijo con emoción, tirándose a su lado.

- Hola Amis - dijo Lily entre risas.

- No vuelvas a desaparecer, Albus me tenía desesperada cuando no tenía noticias tuyas ni de Rose.... Y también me contó lo que le dijo Rose ¿Estas bien?

- Lo mejor que se puede estar - respondió Lily encogiéndose de hombros - ¿Y tu?

- Un poco preocupada, pero sabremos lidiar con ello... Vamos, acordamos reunirnos en el lago para hablar.

Lily asintió con pereza, conocía a su amiga y el cambio de tema tan repentino era porque prefería no pensar en lo que estaba ocurriendo. Salieron con rapidez de la sala y caminaron entre los helados y solitarios pasillos del castillo. Mientras avanzaban escucharon un sonido, similar a un sollozo que las hizo detenerse, caminaron con sigilo hasta el siguiente pasillo para asomarse de forma discreta a ver de quien se trataba, y la persona a quien se encontraron las dejo perplejas, era Abel. En ese momento Lily tuvo una idea de la cual sabía se arrepentiría luego.

🔮Lily Potter y la Profecía Perdida🔮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora