Cuando era pequeña iba muy seguido al parque con mi madre, miraba a mi alrededor y veía a todos los niños de mi edad con un hermanito pequeño, mientras que yo solo tenía a una humilde muñeca vieja, con la cual ni siquiera podía jugar, ya que no tenía con quién compartirla.
Nunca le dije a mi madre que quería una hermanita, no lo creí necesario, pero... ¿Se supone que debía pedirlo? No lo sé, pero a decir verdad creo que eso nunca estuvo en sus planes.
Mis padres trabajaban mucho y no era prioridad para ellos darme un hermanito o hermanita. Yo era carga suficiente para ellos. Pero conforme fue pasando el tiempo, yo anhelaba más y más tener a alguien con quien jugar, cuidar o pelear, incluso hasta ayudarle en su tarea. Todo ese deseo se convirtió en soledad, tiempo más tarde.
Sufrí durante muchos años de ataques de ansiedad; mis padres nunca entendieron el porqué, incluso me tocó pasar por ello sola, en muchas ocasiones.
La última vez que recuerdo haber pasado por eso fue a los 14, cuando mis padres salieron de casa y regresarían al día siguiente. Accedieron a dejarme en casa alegando que era una niña responsable y que confiaban en mí, ciegamente.
Esa noche sentí que moría; estaba lloviendo fuerte y yo me encontraba en mi habitación, asustada por los truenos, estaba muy agitada, sentía que me faltaba algo para respirar. No sabía si tal vez mi cuarto era demasiado pequeño, si había poca ventilación o si moriría en el intento. Mi pecho dolía y mis ojos no dejaban de llover lágrimas, mi voz se quedó atorada en mi garganta y no sabía si era miedo, si me sentía sola o si solo era el remordimiento de saber que en ese momento, con esa lluvia y esos truenos; no entraría nadie a mi cuarto, gritando que tenía miedo y que se quedaría a dormir conmigo para sentirse seguro.
Hoy en día, a mis 18 años ya ha pasado bastante tiempo y me doy cuenta de que nunca tuve, ni tendré a una compañera de vida; como lo es, una hermana.
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"Maldito Fuck Boy."
Teen FictionTodo era perfecto e impecable. Mi vida era maravillosa; sin fiestas, sin alcohol y sin chicos. Todo estaba bajo control. Pero... ¿Pueden tus emociones llegar a ser más fuertes que tú misma? ¿Podrían salirse de control sin que tú puedas hacer nada p...