Capítulo XXVII

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12 de Junio.

Mi teléfono no deja de sonar, quito con mala gana las sábanas de mi cabeza y contesto.

—¡Feliz cumpleaños, bebé!—gritan mis padres al mismo tiempo, desde la otra línea.

—¿Saben qué hora es?—me quejo—No sé cuántas veces tengo que repetir que mi mejor regalo de cumpleaños, es que me dejen dormir. ¡Ay!

—Tienes 19 años y ya eres toda una gruñona, mi niña.—dice mi papá, con tono burlón.

—Siempre lo he sido.—resto importancia.—Es sábado, todo lo que quiero es dormir; les agradezco el gesto, papitos. Saben que son los mejores.

—Te enviaremos tu regalo, pronto, Eloy.—dice mi madre—Esperamos que te guste.

—De acuerdo, si no me gusta, lo empeño y le saco dinero.—digo sarcástica— Negocios, mami.

—Solo prométeme que te divertirás, Eloy.—suplica mi madre.

—No lo prometo.—digo, colgando. Me llegan cientos de notificaciones, me siento en la cama, y las reviso.

Laura_08 te ha mencionado en su historia.

Laura_08 te ha etiquetado en una publicación.

Laura Perales y cinco personas más, han publicado en tu biografía.

Ok, demasiadas notificaciones. Así que las ignoro por completo y vuelvo a la cama.

No pasan ni cinco minutos,  cuando mi celular vuelve a sonar.

—¿Qué?—contesto de mala gana, sin importar quién esté del otro lado de la línea.

—Que carácter.—dice una voz suave pero varonil, que me hace reaccionar, dando un brinco en la cama—Abre la puerta, preciosa.

—Naím, eres tú.—golpeo mi sien con la palma de mi mano. ¿Por qué eres tan torpe, Eloy?—Espera, voy.

Me dirijo a la sala para abrir la puerta, estoy usando mi pijama de shorts y franela, no llevo sostén, ya que es muy incómodo dormir con ello. Mi cabello está hecho un desastre, pero aún así abro la puerta.

Al abrirla, veo al pelinegro con una reluciente sonrisa, y con sus manos detrás de él, como si ocultara algo.

—¡Feliz cumpleaños, hermosa!—dice, extendiéndome un regalo, el mismo que ocultaba de mí hace unos segundos—Ábrelo, Eloy.

Lo miro entrecerrando los ojos, para luego abrir el regalo. Al hacerlo, mi boca se abre por la sorpresa; siento tanta emoción que empiezo a dar brinquitos, como una niña pequeña.

—¡No lo puedo creer!—grito tan fuerte que mi garganta arde—¡Es Heits, en físico!

—¿Te gusta?—pregunta él, con cara de confusión. Se ve tan tierno.

—Naím, eres el mejor novio del mundo, el más hermoso, el más inteligente, el más tierno; eres todo lo que está bien en este mundo. Sé que suena cursi, pero así es. ¡Ay!—salto sobre él, y éste me sostiene, mientras acaricio su cabello.

—Tendré que obsequiarte libros más seguido, preciosa, solo para que seas tan linda conmigo.—sonríe, para luego chocar su boca contra la mía.

—Acabo de despertarme, Naím; que asco.—digo, viéndolo con desaprobación.

—No me importa, preciosa, te quiero, aunque no te bañes.—se burla, dejando un beso corto en mis labios. Pongo mala cara, haciéndome la dura, me contengo para no reír y arruinar mi drama, cuando veo su expresión tan genuina—¿Ahora qué hice?

"Maldito Fuck Boy."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora