El fin de semana pasó volando; ayer apenas era viernes, y ya hoy es lunes. ¡Ay! Odio los lunes, incluso las personas normales odian los lunes <no es que yo no sea normal, pero ya saben> son tan pesados; todo lo "interesante" de la semana empieza a partir del martes, siempre. Y obvio no soy supersticiosa, solo estoy suponiendo. ¿Está claro?
Termino de "arreglarme" para irme a la escuela; recuerdo que quedé de verme con Eddy en el campus <aunque sea por cinco minutos, dijo él>. ¿Desde cuándo la gente se muere por verme o hablarme? ¿Ah?
Hablando de morirse; tengo que hablar con la moribunda de Laura, de seguro está muy maltratada por el fin de semana o quién sabe.
***
Al llegar al campus universitario veo al apuesto y delgado pelirrubio sentado en una banca. Me ve en seguida y se acerca a saludar.—¡Eloy! —se emociona al verme y se acerca a mí, dándome un beso en la mejilla.
Esperen un momento. ¡Qué!
Mis compañeros de escuela ni siquiera me saludan, es más, ni siquiera me ven. No es cierto; sí me saludan y claro que me ven, pero yo veo sus claras intenciones, y lo que realmente buscan no es una linda amistad, se los aseguro.
Y obvio no estoy diciendo que Eddy sea de ese tipo de chicos; él es muy dulce y transparente, por lo tanto merece una oportunidad para conocerlo más a fondo, y lo digo porque soy muy limitante a ciertas personas y cosas, espero me entiendan.
—Hola. —digo extrañada después de eso.
—Ten, te compré café. —dice un poco tímido, y mierda, se ve jodidamente hermoso.
—Ah, gracias.—sonrío
—¿Y cómo te está yendo en... la vida?—pregunta él—y por su cara sé que se arrepintió al segundo de haberlo hecho.
—Bien. ¿Y a ti? —me limito a contestar.
—Bien, también. —dice y ambos reímos.
Algo me dice que lo pongo nervioso, pero por qué, si soy buena gente. Al menos con él sí.
***
Después de haberme tomado el café, me despedí de Eddy y me dirigí a mi salón de clases.Ubico a Laura en la primera fila; la pobre se ve demacrada. ¿Qué diablos le pasó? ¿Un camión?
Me apresuro a tomar asiento junto a ella, y empiezo:
—Laura. ¿Qué te pasó, niña?
—¿Tan mal me veo?—dice ella con cara de asco.
—Pues sí.—digo con una sonrisa de dientes juntos como si ella fuera mi dentista.
—Pasé todo el fin de semana llorando.—dice
—¿Por qué?—pregunto sorprendida
—No tuvimos sexo, no pasó absolutamente nada.—dice ella con voz muy baja.
—¿Y tenías que llorar por eso?
—Sí wey. Me rechazó, ningún chico antes me había rechazado, entiende.—suelta sin más.
—A ver, te afecta el hecho de que un chico te rechazara o que Emir precisamente lo hiciera.—analizo la situación.
—Sólo sé que es un idiota «no es lo que busco» me dijo. —dice indignada.
—La idiota aquí es otra; Laura, por Dios, tenía razón cuando te dije que él podría ser distinto. "No es lo que busca" significa que quiere algo serio, algo más formal. Y tú, no que muy inteligente y con buen ojo para los chicos; éste se te escapó querida.—me burlo.
—¿Ah? No puede ser, soy una idiota; le dije que no me buscara más y que se olvidara de mí.—dice con claro arrepentimiento.
—Ay Laura, búscalo y habla con él; merece una oportunidad después de todo.—digo.
—Yo necesito una oportunidad, en todo caso. —me corrige.
***
Después de resolver el misterio del demacre de Laura o su rara crisis existencial, me acomodo en mi asiento, miro al fondo de la clase, y ahí está él, Naím. El chico que me invitó a tomarme un café la semana pasada, para que yo lograra obtener una mejor primera impresión de él.Me pregunto para qué o por qué yo debería tener una buena impresión de él.
Está muy cómodamente platicando con la pelirroja del salón de clases; ni siquiera recuerdo su nombre, lo que sí sé es que este chico llegó hace una semana, y ya tiene a todas estas chicas a sus pies, literalmente.
Supongo que ninguna buscará nada serio, ya que a leguas se nota que el condenado es un donjuán; sí que sí. Ilusas.
***
El maestro llegó tarde y apresurado; dejó una tarea muy interesante:"Hacer un breve ensayo del porqué queremos ser psicólogos."
Y saben qué; es pan comido. He esperado esta asignación desde el primer día que pisé esta universidad.
Por fin algo que sé que puedo realizar sin ningún tipo de contrariedad. ¡Hurra!
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"Maldito Fuck Boy."
Teen FictionTodo era perfecto e impecable. Mi vida era maravillosa; sin fiestas, sin alcohol y sin chicos. Todo estaba bajo control. Pero... ¿Pueden tus emociones llegar a ser más fuertes que tú misma? ¿Podrían salirse de control sin que tú puedas hacer nada p...