"Maldito Fuck Boy."

Capítulo IV

Es domingo por la tarde y me encuentro en el parque  con Laura, comiendo helado.

Me invitó porque según ella me lo debía. Llevamos rato aquí, mirando todo a nuestro alrededor y dándonos cuenta al mismo tiempo de  que mañana es "el gran día" (para algunos) en el cual volvemos a clases. ¡Hurra!

—Eloy, a que no sabes lo que me pasó el sábado.—suelta ella.

—¿Cómo lo sabré si no me dices?—digo sin expresión alguna.

—Conocí a un chico.—dice y la miro con seriedad.

—Y...

—Es el primo de Jared, un amigo mío.—dice muy tranquila.

–—Laura, querida no crees que conocer a un chico, ilusionarte e ilusionarlo a él, para después dejarlo como si nada, es un poco inaceptable. —digo para hacerla entrar en razón de una vez por todas.

—Sabes muy bien porqué lo hago.—dice señalando su corazón.

—Sí, sí, como sea. —digo y ambas reímos.

***
Son las 7:30 PM y estoy en mi casa con Laura, pediremos pizza y después me ayudará a escoger mi "outfit especial" según ella, de mañana. No sé qué tenga de especial, es solo otro año más, otro año menos, no es como que esos chicos guapos que vendrán a nuestro campus se fijarán en mí o en cómo me veo.

No le encuentro el menor sentido; pero bueno, Laura, es Laura y cuando dice algo hay que escucharla y obedecerla.

Después de haber comido como dos rebanadas de pizza, estoy muerta. Nos dirigimos a mi habitación y Laura abre mi clóset, alegando que no tengo nada "decente" qué ponerme. ¡Auch!

—Ok, admito que mi sentido de la moda no es muy bueno que digamos.

—¿Que digamos? ¡Es horrible, por Dios!—se burla ella.

—Pero algo debe de servir, ¿no?—digo un poco insegura.

—Pues claro, ¿para qué me tienes a mí?

—Oye, ¿sabes si vendrá algún conocido nuestro al campus?

—¿No te dije? ¡Ahhhhh!—dice dramáticamente.

—Habla ya. —digo ansiosa.

—Vendrá mi primo Eddy.

—¿El que te etiquetó en Facebook?—pregunto emocionada.

—Sí, ese mismo. ¿Por qué te emociona tanto?—dice entrecerrando los ojos.

—Por nada, es bueno conocer personas.—sonrío.

***
Laura se fue a casa después de un rato, me dejó buscado lo que sería "ideal" usar mañana.

Sonrío al pensar que esa chica es mi amiga y que en verdad se interesa por mí, a pesar de ser alguien muy popular en la escuela y en todas partes.

Me pongo mi pijama de estampados de Calamardo «soy su mayor admiradora, y no me pregunten porqué», me voy a dormir, suspirando por otro gran día estudiando lo que me gusta, lo que realmente amo, un año de nuevos retos y emociones.

"Emociones que quizás sean más fuertes que nosotros mismos."