Capítulo VIII

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Me despierto muy furiosa tras haber escuchado por décima vez el tono tan irritante de mi celular.

—¿Qué quieres Laura? Por Dios, sabes qué hora es.—contesto furiosa.

—Buenos días, princesa. Son las 10 de la mañana.—dice y miro el reloj para confirmar.

—No me importa; no me gusta que me despierten. ¡Ay! —me quejo.

—Sí, sí; te quejas más que mi abuela. ¡Tengo buenas noticias! —dice enérgica.

—Cuéntame entonces. —digo impaciente.

—Esta noche pasará el ya sabes qué. —suelta sin más.

—¿Tendrán sexo? —pregunto asqueada.

—Pues sí. —responde ella muy normal.

—Pero si apenas lo conoces.—le reprocho.

—Y qué importa; eso es lo que todos quieren hoy en día. Sexo casual, y después ni nos conocemos.

—Y qué te hace pensar que él no es distinto a los demás. ¿Qué tal si él busca algo más formal? —digo.

—¡No lo sé wey! Supongo que sólo busca pasar el rato; como todos los chicos que me he tirado. —dice muy tranquila.

—Y por qué en vez de suponer, mejor no le das tiempo a las cosas a ver qué sucede. —hablo, muy segura de lo que digo.

—¿Disculpa? No me hables como si fuera tu paciente; aún no te gradúas, querida. —dice ella, cambiando por completo el tema.

—Sólo digo, tómatelo con calma. —digo en definitivo.

—Tienes demasiada sabiduría para alguien que ni siquiera tiene una vida amorosa. —suelta ella. ¡Auch!

—Eso dolió. —río y cuelgo.

***
Hoy ha sido un día muy productivo. Uff, no se imaginan cuanto. (Noten mi sarcasmo, por favor)

Tomo mi celular y entro a Facebook a ver memes, reviso mis notificaciones.

Mis ojos se paralizan al ver  una en especial:

Naím Velásquez te ha enviado una solicitud de amistad.

*Aceptar.   *Ignorar.

¡Oh por Dios!

¿Qué hago?

¡Que no cunda el pánico, por favor!

¡Ahhhh!

Ok, aceptaré la solicitud; no es nada del otro mundo, ni siquiera subo nada. Solo memes y reflexiones de abuelitas, nada raro.

Oprimo la opción de aceptar e inmediatamente me llega un mensaje por Messenger.

Abro la app y veo lo siguiente:

Naím Velásquez:

¡Hola, preciosa!

Te invito un café, mañana en la cafetería Doña Martha; a las 4:00 pm. Te espero.

Eloy Montero:

¿Y si no quiero?

Naím Velásquez:

No es una opción; te espero.

_____

Y se desconecta.

Que chico tan raro. ¿Acaso estaba esperando a que le aceptase la solicitud o qué?

Porque no entiendo nada.

"Maldito Fuck Boy."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora