19. Nuevos Comienzos

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Jade:

No tuve noticias de Dionisio dos días y me empezaba a preocupar, cada día descontado era uno que más nos acercara al concurso y habíamos desperdiciado tiempo, nosotros ni si quiera habíamos seleccionado la canción que bailaríamos en esta segunda etapa del concurso.

Sin embargo, no valía la pena preocuparme de todo eso si probable el no quisiera volver a verme, además supongo que oficialmente estoy des invitada del festival de mañana.

Dejo el teléfono y me saco los audífonos de los oídos, me acomodo sobre la cama y oigo como llega un mensaje a mi teléfono.

Es de Dionisio.  





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—Auch. —Me quejó al sentir el alfiler rozar mi piel, captando la atención de la madre de Dionisio.

Ella se ofreció a ajustarme el Sari, dijo que estaba muy suelto y lo dejé en sus manos, después de todo soy demasiado inexperta en este tema.

Ahora mismo la señora Kappor se encuentra agachada, mientras yo estoy de pie y acabo de recibir un pinchazo de una de sus agujas.

—Lo siento, Jade.

—No es nada. —Sonrio. —Estoy bien.

—Ya voy a acabar. Solo necesito un poco de costura aquí y...—Acerca su boca a los hilos y lo arranca. —Listo.

El mensaje de Dionisio básicamente me confirmaba que no estaba des invitada del festival, aunque fue solo eso. No supe como termino su discusión con Anjali y no lo he visto desde que llegue a casa de los Kappor.

Él no ha salido de su habitación y su madre insistió en hacerle arreglos a mi Sari.

—¡Jade, Jade!

Naya aparece en mi campo visual, corriendo por el pasillo hacia nosotras, su hermana viene detrás de ella, siguiendo sus pasos. Ambas llevan puesto su Sari y mientras Anjali trae puesto el Sari que escogimos en la tienda del centro comercial, Naya lleva uno de color amarillo y joyería de tela en las muñecas, de diferentes colores, ella da un giro completo, mostrándome lo bien que le queda.

—¿Me veo bonita?

—Te vez preciosa, Naya. —Le responde su madre, a lo que la niña sonríe.

Pongo los ojos en Anjali. —Tu igual. —Menciono.

—Eso espero, tardamos en conseguirlo.—Me recuerda y hace un gesto en mi dirección, dándole una mirada completa al Sari. —Y tu igual, hasta parecerías una hermana más.

Greek Gods : El Secreto de DionisioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora