Greek Gods : El Secreto de Dionisio

39. Apoyo

Dionisio:

Hacerme a la idea de la existencia de ese cartel fue difícil de aceptar y terminar de procesar, incluso ahora cuando estamos los tres reunidos dentro de nuestra escuela de baile, la que en un par de días será demolida.

Alisha y Ranjit se encuentran conmigo, ambos discutiendo sobre qué hacer, mientras Jade está a unos metros de nosotros y de brazos cruzados, me giro a mirarla y ella baja ambos brazos, sin apartar los ojos de mí.

—¡Rahul!. —Alisha me alza la voz, la cabeza me martilla.

Mis ojos regresan a ella, se encuentra con ambas manos separadas, esperando oír lo que debo objetar.

¿Por qué, yo? Joder. Si Eros estuviera aquí.

Pero él no está aquí, Rahul.

—¿Qué piensas?. —Insiste saber Alisha. —¿Deberíamos hacer algo? Creo que protestar sería la mejor opción.

—Hablas por enojo. —Refuta Ranjit.

Las cejas de Alisha se juntan. —Hablo por justicia. No pueden quitarnos esto.

—Pueden y ya lo hicieron. —Le interrumpe el y mantiene los brazos cruzados, volviéndose a mí. —No hay nada que podamos hacer.

—Ranjit, no pode...

—No podemos hacer nada. —Repite. —Somos solo un grupo de personas que encontró un lugar para enseñar baile y lo allano, no somos los dueños de este edificio, no podemos exigir nada.

—A Eros no le gustara esto. —Le cuestiona Alisha.

—Eros no está aquí. —Intervengo yo, ella aprieta los labios, niego con la cabeza.

—¿Y qué importa si no tenemos derechos sobre el lugar? Nosotros lo hicimos nuestro mientras los demás lo dejaron abandonado, nos encargamos de él, es injusto que vengan y quieran demolerlo, sin importar lo que sentimos.

—Alisha.

—Ellos no saben hasta que alcance podemos llegar si lo imped..

—No vamos a protestar. —Continúa negándose Ranjit. —Recuerda que ya habíamos hablado de esto con Eros en el pasado.

—Eso fue porque recién empezábamos, no sabíamos que íbamos a llegare hasta aquí.

Intercambio una mirada con Ranjit.

—Sabíamos que pasaría alguna vez, aunque no lo creas, estoy tan furioso como tu , pero.. —Ranjit le coloca una mano sobre el hombro y se vuelve a mirarme. —No tenemos derechos aquí,

Furiosa, Alisha le aparta la mano. —Es injusto y ninguno hace nada.

Nos da la misma mirada a ambos y sale del salón de baile. Ranjit me mira y asiento con la cabeza, el termina yendo detrás de Alisha.

Mi mirada se encuentra con la de Jade . —¿Estas lista?

Me observa con sorpresa, me comprometí con ella, además si nos iremos de aquí quiero disfrutar hasta el último día aquí haciendo lo que me gusta.

Jade:

Termino de colocarme los aretes largos frente al espejo y al ver el reflejo de Ambar, me giro hacia ella, solo me sonríe y comienza a arreglarse mientras a mi mente regresa lo que vi la noche anterior.