47. Vara Alta

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Jade:

—¿Trabajaras esta noche?. —Repito sus palabras, Dionisio estaciona el coche frente al estudio de baile y yo me vuelvo hacia el sin moverme del asiento.

Lo observo pasar saliva.—Sé que la competencia está cerca...

—No tienes que decir más. —Respondo. —No se trata solo de la competencia y hasta que ganemos tú.. —Paso saliva. —Está bien, lo entiendo.

Formo una sonrisa en mis labios, pero él no se ve conforme.

—¿Estas segura?

Asiento afirmando.y vuelvo a sonreír.

—Cuando ganemos el premio no lo necesitaras. —Menciono y debo callarme, pero vuelvo hablar. —Me lo recompensaras después.

Si, debí callarme, ahora mi cara es todo un tomate.

Me da una mirada completa y esta vez el sonríe. —¿Ahora eres tú la positiva?

—Lo aprendí de ti. —Respondo tratando de ocultar mi rubor.

Sus ojos siempre me miran tan profundo como ahora, sobre todo cuando me detalla y me pone nerviosa por tercera y cuarta vez, doy un brinco en mi asiento y el abre los ojos.

Sacudo la cabeza. —¿Ya deberíamos entrar, no? Harley está esperando.

—Si.





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—¿Aun no llega? —Le pregunto a Roman y el asiente.

Somos los primeros, también los únicos en este salón de baile, el cual es el doble de grande del que usábamos antes Dionisio y yo, además de que el piso es plano y no debemos cuidarnos de pisar mal, así como tampoco de los vidrios que podrían caerse del espejo que nos reflejaba los movimientos.

No me había fijado lo increíble que se veía la última vez, tal vez porque estaba más preocupada por el malhumor de D y aunque ahora noto un ligero fastidio a mis espaldas, está más dispuesto que antes.

El que aceptara venir sin rodeos es una buena señal.

—Entonces...—Roman retrocede en dirección a la puerta y le da una mirada a D. —¿Por qué no hacen calentamiento mientras ella llega?

—Eso haremos. —Asiento y el me sonríe antes de abandonar el salón con su compañera de baile.

Dejo caer mi bolso y me quito la chaqueta, quedando en polera y pantalones deportivos. Me vuelvo hacia D, quien ya ha dejado al descubierto los músculos tonificados de sus brazos y se encuentra haciendo flexiones, aunque la mirada no la ha quitado de la puerta.

Greek Gods : El Secreto de DionisioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora