Bonus capítulo especial: Hermes & Faith

2K 266 24
                                    

Hermes:

Permanezco sentado sobre los acolchados muebles de la terapia mientras la mujer delante mío me realiza los procedimientos, como los masajes en la pierna que hasta ahora me cuesta mirar.

—¿Cómo lo sientes? —Pregunta al acabar y con una sonrisa en el rostro.

—Estoy bien.

—¿Me darás cinco estrellas?

—Te daría 10

Ambos reímos y un carraspeo me hace apartar la mirada de ella, Faith se encuentra de pie en la puerta de la entrada, lanzándole dardos a la mujer que se encarga de mi terapia el día de hoy, su mirada es tan fija que la hace pasar saliva y levantarse.

—Ya veo lo que dicen todas.

—¿Perdón?

La mujer sonríe. —De tu novia muy protectora, aunque creo que ninguna aquí la culpa.

Alzo las cejas.

—Quiero decir eres muy atractivo y..

—Gracias. —Me rio. —Y se lo hare saber.

—No, por favor, no quiero.

—Tranquila, es inofensiva y no le diré que fuiste tú. —Guiño el ojo y el rubor sube a sus mejillas.

Tomo las muletas, dejando que me ayude y me dirijo hacia Faith, quien le lanza una mirada a esa chica antes de besarme la boca.

—Aterras a mis terapeutas.

—Ohh ¿Por eso tienes una diferente cada día?

Me rio.

—Estoy segura que se turnan porque desean cuidarte, Hermes.

—¿Son celos los que capto?

—Por su puesto que estoy celosa, eres mío.

Joder, si lo soy.

—Y tengo una sorpresa para ti.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Fuera del consultorio sorprendido la silla de ruedas que trajo para mí.

—¿No te encanta? —Pregunta emocionada mientras salgo de mi estupor. —Cobre este mes y... me salió menos, estaba en descuento, además aún nos queda para la comida...

Siento una punzada en el estómago.

—¿Y el alquiler? —Pregunto con temor, sintiéndome un verdadero inútil, gracias a Eros y Savanna las terapias nos salen sin costo, pero todo lo demás, incluido el coche que pedimos en el taller de un viejo amigo de Eros, aunque nos saliera menos, todo cae a cuenta de mi novia y yo...

Sé que dejaría de pensar en eso, pero no dejo de sentirme un inútil.

—Déjame ayudarte. —Me pide acercándose, me sujeta de los brazos y sonríe. —¿O prefieres las muletas? Aunque la silla de rueda...

Greek Gods : El Secreto de DionisioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora