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El viaje en coche fue un tanto escandaloso ya que de por si no entiendo el moderno auto del General, para completar la mala suerte, Zemyra no sabe dar direcciones, después de muchas vueltas por fín conseguimos llegar a uno de los barrios privados de la ciudad, jamás había estado en la gran mansión de los Black, la mansión representa a sus habitantes, tiene un alma de antigua y sombría que sin darte cuenta termina llamando tu atención

-Bienvenida a la Choza Black-

-Estás de broma-

Zemyra bajó del auto una vez estacioné, en el Parking subterráneo, caminamos juntas hasta un elevador que estaba a una esquina, yo estoy pasmada por todos los autos que hay estacionados aquí, muchos antiguos pero muchos otros modernos

-Estás bien?-

Una vez estábamos en el elevador Zemyra comenzó a mostrarse inquieta

-Lo estoy gatita-

-Hace cuánto no las ves?-

-Unos quince años, más o menos-

-Tus sarcasmos sólo evidencian más tu estado-

-Y cuál es mi estado Doctora Gatita?-

-Estás muy nerviosa-

-Estoy bien, no me hará nada un poco de adrenalina en la sangre-

-Pero la hará si dejas que siga subiendo-

Suspirando rendida, después de intentar razonar con lo que parece una cría de apenas seis años, tomé su mano para sólo confirmar mis sospechas

-Estás helada y sudas-

-Siempre tengo las manos heladas y sudo porque aquí dentro hace calor-

La gran asesina sólo es una pequeña muy asustada...

-Todo irá bien pequeña, tranquila-

Le sonreí tranquila mientras le comencé a hacer mimos en el dorso de la mano con el dedo pulgar al intento de calmar un poco aunque sea sus ansias

-Son menores que tú?-

-Así es-

-Cuántos años tenían cuando...bueno-

-Cuando torturé para luego mutilar a mis padres, dilo sin miedo gatita no me ofende-

-Lo siento-

-Descuida, en fín yo tenía once en ese entonces, Latiana cinco y la más pequeña Andrómeda tenía tres-

-Eran muy pequeñas-

-Sí, lo eran-

Un pequeño silencio se hizo presente en el ascensor mientras yo seguía acariciando su mano

-Pequeña?-

Habló haciendo memoria de lo que le había dicho minutos atrás

-Soy mayor que tu-

-Cuántos años tienes gatita?-

-Treinta y seis-

-Yo te daba treinta-

-Y tú cuántos años tienes?-

-Veintiséis-

-Lo ves, eres mi pequeña-

La historia del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora