~44~

818 107 36
                                    

-Zemyra-

Escucho una voz pero muy lejos de mi, estoy regresando al mundo real con la horrorosa sensación de mi alrededor dando asquerosas vueltas, cierro los ojos y respiro en busca de calmar este horrendo mareo que no me deja orientarme, poco a poco puedo abrir mis ojos para ver sábanas blancas, hace calor pero la brisa es fresca, escucho olas y tengo la sensación de ver una silueta moverse a mi alrededor 

-Susan-

No me respondió, de la nada siento agua fría en mi cara lo que me obligó a volver a mis cinco sentidos sentándome en la cama preparada para matar al idiota que haya hecho eso, la pelirroja está sentada a mi lado con una bata de seda color azul, la manera sensual de su postura de piernas cruzadas me permite admirar su escote y torneadas curvas que su cuerpo posee, una imagen hermosa sin contar su rostro, totalmente enfadado...

-Por qué la llamas a ella?-

-No hubo necesidad de hacer que tu gorila me durmiera, sabes el mareo que cargo en este momento?-

Cambió de posición para sentarse al lado mío sobre el colchón de la enorme cama blanca 

-Debí hacerlo para así poder quitarte el chip de rastreo sin dolor-

De inmediato miré mi brazo el cual tenía una venda, me cago en mi vida...

- Cómo?-

-Interferí tu teléfono, escuché cuando hablabas con tu tío después de mi llamado-

-Que tierna-

Creo captó perfectamente mi sarcasmo pues su entrecejo se arrugó, me volví a recostar en la cama cubriendo mi rostro con una mano en un intento de desaparecer de un todo el odioso mareo 

-Dónde estamos?-

-En casa-

-Aquí no es mi casa-

-Pues lo será de ahora en más así que deja de replicar-

No la mates Zemyra, recuerda que puede herir a los que amas, piensa en dinosaurios de arcoíris

-Déjame sola, estoy muy mareada como para discutir contigo-

-No pienso dejarte sola si te sientes mal y no vas a hacerme cambiar de opinión-

-Qué hora es?-

-Las tres de la tarde, debes comer algo y darte un baño- 

Genial, asesiné a mi madre para no tener estos dramas y ahora me los viene a dar ella, tiene que ser una broma de muy mal gusto la que me está gastando

-No-

-Sabes que odio que me lleven la contraria-

-No me vengas con eso, si me pongo en pie ahora me desplomo, hablo enserio cuando te digo que estoy mareada-

-Puedo ayudarte-

-No gracias me gusta ducharme sola-

Di una mirada rápida a mi alrededor, estoy en una flamante habitación decorada con colores pasteles, en una esquina hay un enorme ventanal que da a un balcón con sillones y una mesilla

-Estamos en tu habitación?-

-Nuestra habitación-

- Claro, tú habitación-

Se sentó aún más cerca de mí, su mano se sujetó a mi cuello con fuerza en un ágil movimiento 

-No estás aquí para discutir, recuerda lo que puede ocurrir si me sacas de mis casillas, vas a comer cuando yo lo diga, vas a ducharte cuando yo lo diga, vas a dormir cuando y donde lo diga, eres completamente mía por lo que harás lo que yo diga, entendido?-

La historia del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora