La historia del Diablo

~38~

-Por qué mierda me hacen madrugar? Me cago en la madre que los parió a todos-

Es muy temprano un día sábado, en mi informe forense al cuerpo que encontramos pude ver una especie de polvillo en los pies de la víctima, según analicé, es una especie de lustrador para sacar brillo a esculturas de oro, mármol, plata entre otros minerales, las hermanas Black de inmediato reconocieron ese polvo como un utensilio de limpieza de su madre, por lo que ahora vamos directo a la casa de los padres de Zemyra

-Bella, el lenguaje-

‐Lilyan son cerca de las cinco de la mañana‐

-No hagas berrinches-

-Dame mimos entonces- 

La diablesa recostó su cabeza sobre el hombro de su hermana y abrazando su brazo

‐Bella, tienes veintisiete años-

-Arpía- 

Se alejó de ella para abrazarse a mí, dejando su cabeza sobre mi pecho mientras mi brazo la rodeó por los hombros

-Mimame tú-

Saqué un chocolate de mi bolsillo sin que la diablesa lo notara y se lo pasé a su hermana, quien me miró sonriente 

-Toma enorme bebé, la arpía si va a mimarte-

La diablesa grito alegre y se abrazó a su hermana mayor

‐Ya no me dices arpía?-

-Si eres una arpía pero eres mi arpía-

Después de varios cariños de la diablesa mientras comía felíz su chocolate, llegamos a la antigua casa de la diablesa la cual está rodeada por un frondoso bosque, sin muchas palabras entramos a la casa enorme cubierta por colores apagados

-Mamá tenía kilos de ese polvo en su sala de antigüedades‐

-Bien, ustedes esperen aquí y yo subiré-

Zemyra detuvo al hombre con una sonrisa en su rostro

-Agradezco tu preocupación pero vamos a ir todos juntos tío Fred-

-En verdad estás bien?-

-Oh vamos, sólo maté a mis padres han pasado crímenes peores, andando equipo-

Subimos las escaleras atentos a cualquier movimiento, en el segundo piso caminamos hasta el final del pasillo donde entramos en una habitación llena de esculturas egipcias

-Anubis, viejo amigo-

Mientras la diablesa admirada una inmensa estatua del Dios de la muerte yo me dedicaba a quitar alguna evidencia del polvillo sobre diferentes superficies 

-Por qué Orión no se llevó las estatuas?-

Preguntó Lilian ayudándome a sacar una posible huella de sobre un escritorio 

-Decía que las estatuas o las armas harían que el escuchara el grito de sus hijos-

Cuando el General terminó de hablar Zemyra río aún de pie delante de la estatua

-Que viejo idiota, si no me gritan a mi, por qué demonios le gritarían a él?-

-Ya sabes como es-

-Tío Fred, puedo llevarme esta estatua? Es que le tengo cariño-

-Claro, la puedes cargar hasta el auto?-