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Holaa

No desesperen pueblo que aún queda el epílogo y los avisos suculentos :v

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Por mera desgracia el tiempo siguió corriendo, aunque en diversas ocasiones me desperté queriendo que todo volviera marcha atrás...

La jefatura mandó a los perros rastreadores, entre los escombros encontraron ADN de los Slowond por lo que quitaron el legajo de Mark y su padre del historial de archivos, como también cerraron el caso de la diablesa junto a su imitadora al ver restos de ADN impregnado en las cenizas, el juez condenó Alex Langdon a siete años de prisión por infiltración a bases de datos restringidas, Orión Black como declaró todo lo que había hablado con Daniella haciéndose pasar por la víctima quedó impune sin ningún tipo de mancha, la corte cerró el caso con la conclusión de muerte, ese día se llevó a cabo una gran fiesta...

La Profesora Trwyllony me hizo compañía durante esa horrible fiesta a la cual nadie asistió, después de eso, todo siguió con plena normalidad aunque sin importar cuánto tiempo pasara todos aún recordaban con escalofríos el apodo de la diablesa, supongo que algo de tal magnitud es prácticamente imposible de olvidar 

Con los días pasando me pegué mucho a las hermanas Black, las más pequeñas al sólo saber que su hermana estaba en prisión lo llevaban un poco mejor que la mayor y yo, siempre nos manteníamos bien entre cada una de las reuniones aunque cuando podíamos estar solas jamás faltaba alguna que otra lágrima, el General por otro lado para mi se ve muy tranquilo, él junto a la profesora Trwyllony pareciera que no sintieran absolutamente nada, es como si fuesen completamente ajenos a la situación, lo que me hace rabiar a veces pero luego pienso que quizá les guste sufrir solos sin ser vistos ni oídos por nada ni nadie 

-En qué piensas?-

-Nada profesora, sólo divago por ahí-

Una vez al mes venimos al cementerio a poner flores nuevas en la tumba de Zirce, solemos de vez en cuando pasar por la tumba de mis padres a cambiar las flores para luego volver a tomar un poco de té, sin dudas esta mujer es la mentora que todos queremos pero no merecemos 

-No está mal recordar Susan-

-Lo sé pero, sólo hace mi pesar más grande-

-Sabes? Cuando yo visité a la cuarta Musa en prisión al mes de que Zirce muriera, ella me dijo lo mismo que tú-

-Y qué le contestó usted?-

Después de dejar las flores salimos caminando con tranquilidad bajo el cielo nublado hasta el coche, la profesora sólo sonríe entrañada por sus recuerdos efímeros 

-Me temo no te puedo decir lo mismo que a ella-

Recién volvió a hablar cuando ya teníamos los cinturones de seguridad puestos 

-Temía fuera de otra forma-

La profesora me pidió que la dejará en la casa de los Black ya que debía hablar con el General, siempre me da nostalgia pensar en lo cotidiano que se volvió la ruta hasta la mansión que antes no conocía siquiera

-Susan-

La mentora ya estaba fuera del coche cuando me llamó, tiene una dulce sonrisa en su rostro

-Dígame-

-Las historias jamás tienes un final, simplemente se actualizan los personajes cuando comienzan de nuevo los capítulos-

La historia del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora