La historia del Diablo

~28~

Tengo la cabeza pesada después de una mala noche de insomnio, voy camino a la morgue para seguir con el perfil, en teoría hoy interrogarán a la pelirroja dueña de la discoteca a la que el padre de Mark solía ir, cuando ya estaba por ingresar al edificio un mensaje del General me obligó a subir inmediatamente a la sala de interrogación, una vez allí me encontré con mi prometido dentro de la sala sentado frente a lo que parece ser una pedante pelirroja, fuera estaba el General sentado al lado de Lilyan mientras Zemyra estaba recostada por la pared observando divertida las negativas a respuesta que recibía el detective

-Susan, entra con el detective para ver si tu logras ayudarlo-

-Le han sacado algo?-

-Sólo ha dicho que se manosea pensando en mi-

Río la pelinegra guiñandome el ojo, Lilyan intervino algo molesta a modo de regaño por el comentario de su hermana

-Ella no dijo eso, Bella-

-Aburrida-

Le sacó la lengua en respuesta, por mi parte tomé el afiche que me pasó el General y me adentré en la sala tomando asiento al lado del rubio, la pelirroja engreída sonrió

-No voy a hablar, están perdiendo su tiempo-

-Que ganas con hacer esto?-

-Nada, niño bonito no gano nada-

-Sabes sólo te da problemas, verdad?-

-Sí y muchísimos-

Mira sus uñas esculpidas mientras ríe en
obviedad a la situación, mi prometido poco a poco está perdiendo más y más los estribos

-Entonces, por qué haces esto?-

-Porque vale la pena-

-Explícate, por favor-

Pedí con educación al ver que Mark con su enojo no llegaría a ningún lado, la pelirroja se acomodó el cabello sexy y suspiró

-La diablesa es una de las asesinas más joven de la historia, su caso ha movido el mundo entero es más que obvio que la querrían imitar tarde o temprano-

-Tienes razón, es muy fascinante pero lo que no entiendo es dónde entra tu trabajo-

-Yo soy un simple camino en este inmenso riachuelo-

-Dinos quién es tu cómplice?-

Intervino Mark...

-No lo haré-

-Podríamos hacer que te arresten y cierren tu club-

-Esto va mucho más allá de esas simples cosas-

-Por qué arriesgar tanto?-

-Por la diablesa lo vale-

El sonido del picaporte llamó a nuestras miradas...

-Que conmovedor oír eso-

La risa coqueta de la diablesa me está poniendo la sangre a hervir, más aún ver a la estúpida pelirroja sonrojada hasta el cuello, con Mark nos retiramos de la sala quedando junto al General y Lilyan enfrente del vidrio

-Me dijeron que saliste pero no lo creí verdad-

-Muchas cosas se han dicho en estos días-