La historia del Diablo

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Estamos a exactamente media hora de la llamada que hará la teñida para acordar con la diablesa el lugar donde se encontrarán, ahora mismo estoy sentada en mi sofá con un poco de café esperando que la puerta de entrada se abra para poder ver a mi pelinegra, desde ayer a la tarde que nos despedimos no la he vuelto a ver y la verdad jamás he extrañado tanto a alguien. Tres golpes en la puerta, cuando la abrí por fín pude suspirar al tener en mis brazos a mi asesina de turno

-Su-

Su rostro está en mi cuello mientras sus manos están aferradas a mi cintura

-Mi amor, todo está bien no ha pasado nada-

-Estamos a media hora de que Daniella me llame, me está generando ansiedad-

-A ti todo te genera ansiedad-

Ambas reímos para otra vez regresar al abrazo, fuimos caminando en la misma postura hasta llegar a la cama donde caímos desplomadas aún riendo por nuestra hazaña 

-Qué quieres hacer?-

-No lo sé Su, sólo quiero estar así contigo-

-Lilyan se quedó con tus hermanas?-

-Así es, las dejé dormidas ya que mañana tienen escuela y universidad-

Mientras hablábamos, parte de nuestras ropas quedaron en el suelo dejando nuestros cuerpos en ropa interior, de inmediato nos cubrimos con las sábanas para mantener esa hermosa sensación de calor que te llega hasta el alma

-Sé que es pedirte mucho pero, podrías ver de vez en cuando por la profesora Trwyllony, soy la única...familia que tiene-

-Por qué suenas como si supieras que no regresarás-

-Es que no lo sé, eso es lo que me preocupa-

-Dijiste que no te mataría-

-Y no lo hará, yo soy el cable que aún sujeta su vida a su cuerpo, pero tengo miedo de que algo salga realmente mal, no quiero que más inocentes mueran por mi culpa-

Nos volvimos a sumir en un silencio extraño mientras repartimos caricias en nuestras pieles, de la nada, suena el móvil de la diablesa y mi corazón se desboca, le hice señas que lo pusiera en altavoz para poder yo también ser partícipe de la enigmática llamada, aunque me mantendría en silencio intentando reconocer algún sonido externo que me ayude a localizar rápido a mi pelinegra 

-Hola-

-Peque serpiente, leíste mi carta?-

-No hubo necesidad de esa carta, todos los de la jefatura la leyeron y me miraban raro luego, te das una idea de lo vergonzoso que fue?-

Ella río del otro lado de la línea, escucho algo parecido a unas olas golpear rocas, aquí hay zonas de playa por lo que no me sirve de mucho, dónde demonios está?

-Me temo no podré ir mañana por ti, Karter te espera en la casa de tus padres a las siete de la mañana, no creo que haga falta repetir lo que pasaría en caso de que llegues acompañada o intentes hacer algo estúpido-

-Cumpliré con lo que acordamos ya que yo soy mujer de palabra, la pregunta aquí es si tú lo sigues siendo-

-Todo por ti mi linda serpiente, no llegues tarde-

Sin más colgó, después de un largo suspiro llamó al General para avisarle todo y decirle la hora a la que tendrán que comenzar a monitorear el chip, cuando volvió a colgar la llamada dejó el móvil sobre la mesilla y acudió con urgencia a mis labios, compartimos besos sin ser participes del tiempo que nos rodeaba, sólo éramos ella y yo en ese momento, todo lo demás sólo desapareció