Edward POV
Yo sabía que Tara no estaba bien, nada de esto estaba bien. Sé que ama a Chase como a nadie más y que aún no lo supera aunque no me importa tanto porque ni siquiera me gusta. Es una chica linda e inteligente pero es pequeña y si me gustara, esto no estaría bien.
Me recordaba mucho a Grace, se ríe igual que ella y eso me gusta mucho, ella solía fingir que todo estaba bien para no preocupar a nadie pero su corazón siempre sufría, quizá por eso Tara me parece tan familiar, se ve tan feliz pero está destruida.
Tal vez me abruma que Tara me guste por el hecho de que me recuerda a alguien más, creo que es lo peor que una persona pueda hacer, encariñarse solo por pensar que una persona sustituirá a otra.
Mis pensamientos volaron cuando la alarma de las 6 de la tarde sonó, debía arreglarme para la cena con la familia de Tara, no era de mi total agrado volver a convivir con Clarise, en realidad tenía pocas ganas de asistir a esa cena porque sería más incómodo de lo que puedo imaginarme. Yo sabía que Chase podía amar mucho a Tara pero dudaba de que fuera lo suficiente para cancelar su matrimonio con Clarise, al final del día eso era lo que sucedía en ese tipo de familias, matrimonios por conveniencia. Un simple contrato.
[...]
Tara POV
Estaba más nerviosa que emocionada, la navidad era mi festividad favorita pero no lo es en estos momentos. No era muy divertido imaginar que Clarise estaba comprometida con el hombre que llevaba aún en mi mente, todos festejando llenos de felicidad y yo fingiendo que mi relación era lo mejor que existía, claro, todos serían felices con un novio millonario pero quizá eso no me hacía la mujer más feliz de mundo, digo, ni siquiera recibo amor de verdad, es solo una mentira todo esto.
Me arreglé lo mejor que pude y le ayudé a mi madre a subir al auto las cosas para la cena, de último momento se decidió sería en casa de la madre de Clarise ya que es más grande, por supuesto.
No faltaba mucho para que se diera la hora así que le envié un mensaje a Edward para comentarle el repentino cambio y que no me recogiera, supuse que necesitaría la dirección así que se la envié sin preguntar.
Guardé mi celular y entré a la casa por los últimos regalos que quedaban, en mi habitación estaba una caja especial para Chase, era un anillo que le compré antes de que sucediera todo esto, lo vi una vez más y lo guardé en el closet. Una cosa más al montón de basura.
Al salir ya estaban mis padres en el auto así que solo me aseguré de que la casa quedara bien cerrada para podernos ir. En media hora estaríamos ahí.
Nada en el camino fue relevante mas que las ganas de vomitar, no podía bajarlas ni con pastillas para nauseas, quizá era porque mi cuerpo se estaba sometiendo a una situación que no quería que sucediera. Tarde o temprano debía enfrentar las cosas, esto sería de por vida así que era mejor asimilarlo desde ahora.
La casa de Clarise era enorme y muy bien decorada, debía admitir que su madre tiene muy buenos gustos aunque sea algo odiosa. No importa, no vine a criticar, es una simple cena como cualquier otra. Mis padres empezaron a bajar las cosas y yo les ayudé mientras veía a un por de niños correr, no era lo más agradable a decir verdad pero era solo mi humor, no es que en realidad sean niños malos.
Edward llamó un par de veces pero no escuché el celular y como no llamó más supuse que no me necesitaría así que salí de la casa porque todos me asfixiaban lentamente. Estaba bastante fresco afuera pero era mejor que adentro. Solo esperaba que Edward llegara para que me cambiara el ánimo, extrañamente tiene algo en su personalidad que me hace sentir bien, como en casa.
Un carro alumbró la acera con los faros, nada más y nada menos que el auto de Chase, me senté en una banca para contener la respiración, estaba más nerviosa que antes. Una inhalación más, retenlo, suéltalo. Las puertas se abrieron y los faros se apagaron. La nieve comenzó a crujir.
-¡Tara! Qué linda luces, me encanta tu vestido, ¿Es de Target?- Era demasiado bueno el comentario para provenir de Clarise, no me extrañaba.
-Gracias, Clarise, también te ves muy bonita.- Dije de manera sensible, no quería ser como ella, jamás sería como ella.
-Bueno, voy a pasar, amor, ven conmigo.- Dijo y Chase apareció con su celular en la mano como era de costumbre, me repasó con la mirada y la siguió. Ni siquiera una sonrisa, un comentario, absolutamente nada. No era como que me importara. Quizá un poco. Sí, eso.
Edward no tardó en llegar, quizá 15 minutos después de la pareja C.
-Disculpa la demora, no encontraba mi corbata negra.- Se excusó saludándome de beso en la mejilla.
-No me beses en la mejilla si no quieres que sospechen, ya están todos aquí.- Comenté caminando por el pequeño sendero hasta la entrada de la casa. Todos se veían contentos comiendo queso y tomando vino, nada acogedor pero algo familiar.
-¿Así lucen todas las cenas navideñas en tu familia?- Dijo Edward en mi oído detrás de mi y yo asentpi levemente.
-¡Guapísimo! ¿Quién es este joven?- Comenta una de mis tías y lo jalo del brazo para presentarlo.
-Es Edward, mi novio.- ¿De dónde saqué esa seguridad? No lo sé, me perdí un momento mientras Edward se presentaba con mi familia, una voz me sacó de mi bucle.
-Se ven lindos juntos, quizá es comida reciclada pero muy buena.- El comentario de Clarise estaba fuera de lugar, nadie lo entendió mas que ella, Edward y yo.
-Gracias, apreciamos que aprueben nuestra relación.- Comentó Edward y yo lo abracé delicadamente mientras todos aplaudían excepto uno, Chase.
Seguimos charlando hasta la hora de la cena, Edward hablaba con mi padre y un par de tíos más, Chase hablaba por teléfono, Clarise conversaba con mis tías y yo jugaba con mi sobrina, era lindo.
Cuando todos estábamos en nuestros lugares y estábamos por comenzar a comer Clarise se levanta, un anuncio más me terminaría matando. No quería más sorpresas solo necesitaba descansar.
-Familia, antes de dar el tan esperado anuncio quería agradecerles por haber venido a casa de mi madre a pasar las vísperas navideñas.- Mierda y más mierda.- Es honor para Chase y para mi.- Lo obligó a pararse.- Comentarles que a nuestra familia se le agrega descendencia, estamos esperando un pequeño bebé.- A todos nos tomó por sorpresa, ¿Un bebé? ¿Tan rápido? No podía asimilar, mis movimientos eran automáticos, aplaudía porque todos lo hacían y bebía de mi copa por respeto, tomé asiento pero tenía muchas ganas de vomitar, en 3 segundos el vomito estaba esparcido. Edward se levantó primero que todos y me llevó al baño, ¿Cómo sabía donde estaba el baño? Estuvo aquí antes.
-Tara, vomita lo más que puedas, te detengo el cabello.- Dijo mientras me hacía una coleta con sus manos.
-Ya no quiero vomitar, necesito aire.-Dije alzando la cabeza y Edward me limpio con papel de rollo.
-Te acompaño.- Salimos un momento pidiendo disculpas después de haberme lavado la boca.
El aire se sentía tan ligero que no importaba que estuviéramos a 3 grados Celsius, el dolor siempre sería más fuerte.
-Tara tienes que dejarlo ir, suelta a Chase.- Dijo Edward de una manera tan ligera que mi mente se confundía del porqué lo decía tan fácil.
-No sabes qué se siente, no opines sobre mis sentimientos.- Dije en lágrimas.
-Tara, es lo mejor para todos, Chase espera un hijo, entiende que no hay espacio para ti ahí.- Su manera de decir las cosas me estaba matando.- De verdad, suéltalo, te estás deprimiendo y vas a destruir algo que no te pertenece, por una vez haz algo por ti.
-Por eso te dejó tu novia, por insensible.- Dije sin contener las palabras, solo lo solté con un coraje indescriptible. El no podía decirme que hacer y qué no hacer. No era mi dueño y nunca lo será, solo es un maldito novio falso que no debe decirme como manejar mis emociones.
-Grace no me terminó, falleció en un accidente.
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¿Seremos Una Historia Cliché?
RomanceToda mi vida la había pasado sin relaciones amorosas y con pocas amistades cercanas pero una decisión cambiaría el sentido de mi vida, personas nuevas haciendo que me pregunte, ¿Seremos una historia cliché?