La casa se encontraba sola, me paseé lentamente desde el umbral hasta las escaleras, aprecié todo como nunca con detenimiento pensando en como mi vida estaba cambiando, no me sentía como antes. La habitación apareció frente a mis ojos llamándome para entrar, tomé la perilla con mi mano derecha y me adentré a la vacía habitación, estaba igual que como la dejé. Caminé hasta el tocador y me miré frente al espejo, ¿Qué hice para merecer todo esto de golpe? Podía ver como mis lágrimas corrían hasta llegar a mi mentón y caían en cascada hacia la barra del tocador justo en medio de mis manos las cuales detenían mi cuerpo para no caer sobre el espejo.
No sé cuanto tiempo duré en esa posición pero mis manos dolían ya, las palmas estaban rojas y mi cara hinchada. Me dirigí en busca de mis maletas y empecé a guardar todo a una velocidad impresionante, no aguantaría ver la cara de Lía si llegaba y se portaba linda, quizá lo que más me duele es que Luke se porta igual de indiferente, se hizo más unido a ella y es como si él ya no fuera la misma persona. Sobre pensar me iba a terminar matando lentamente así que solo traté de concentrarme en hacer las maletas.
Después de aproximadamente 40 minutos me encontraba cerrando la última maleta, ya todo estaba en orden, me aseguré tres veces de no haber olvidado nada en la habitación. Saqué un bloc de notas de mi bolso y escribí un pequeño párrafo:
"Debo irme por razones personales, espero que sus fiestas sean muy felices, cualquier cosa que necesiten tienen mi número celular. XO Tara."
Después de terminar guardé la pluma y arranqué la hoja del pequeño cuaderno y la coloqué en la isla de la cocina, me cercioré de que todo quedara en orden.
Saqué el celular del bolsillo trasero de mis jeans y busqué la conversación con Edward.
Tara: ¿Estás ocupado? Creo que tomé una decisión.
Mis manos estaban temblando, sentía que en cualquier momento el móvil se resbalaría de mis manos y azotaría en el suelo. Una vibración llamó mi atención, respondió mi mensaje.
Edward Graham: Tengo tiempo para ti, ¿Qué decisión tomaste?
Ese mensaje, esas cuatro palabras hicieron que algo revoloteara en mi pero bah, no hace falta ilusionarse y mucho menos ahora.
Tara: ¿Hay un lugar más en donde te quedas? No me gusta dar respuestas directas.
Estaba bastante nerviosa, ¿Qué pasaría si él cambiaba de opinión? Todo se iría al carajo. No sobre pienses. Una pequeña yo en mi cabeza insistía.
Edward Graham: Me gustan las respuestas directas pero por ahora no insistiré. Tengo una junta en una hora, ¿Crees que pueda pasar por ti en cinco minutos y dejarte en donde me alojo?
Un hombre complicado, noté que se contradijo respecto a respuestas directas, él no me dio una a mi aunque entendí un sí por respuesta.
Tara: Sí, está bien, nos vemos en cinco.
Caminé de un lado a otro muy nerviosa, decidí quedarme esperando en la puerta rogando por que los chicos no llegaran, me parece bastante extraño que hayan desaparecido tanto tiempo, da igual.
El tiempo pasa demasiado lento, gracias al universo escucho un carro aparcarse y para mi buena suerte era Edward, abrí la puerta y salí con mis maletas, el cielo estaba bastante oscuro y parecía que una fuerte lluvia estaba por acercarse.
-Hey, ¿te sientes mejor?- Preguntó Edward tomando mis maletas y llevándolas hasta la cajuela de su auto.
-Supongo que estoy más estable que hace rato.- Comenté mientras abría una de las puertas traseras del auto para meter mi mochila y mi bolso.
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¿Seremos Una Historia Cliché?
RomanceToda mi vida la había pasado sin relaciones amorosas y con pocas amistades cercanas pero una decisión cambiaría el sentido de mi vida, personas nuevas haciendo que me pregunte, ¿Seremos una historia cliché?