34

14 1 1
                                    

Edward me hizo sentir dudas con lo de Lía pero no me importaba mucho, yo sé que ella es una chica muy buena.

-¿Te gustan los girasoles?- Pregunté, eran mis flores favoritas.

-Me encantan, siempre me hacen sentir feliz.- Dijo y yo lo miré sorprendida.

-Igual a mi, cuando era pequeña tuve un hamster que así se llamaba.- Dije con nostalgia.

-Muy lindo nombre para una mascota, yo tengo un conejo.- Comentó y aún sentada me puse frente a él.

-¿Tú? ¿Alguien tan serio con un conejo?- Pregunté incrédula, jamás me esperé que él tuviera una mascota tan tierna.

-Sí, mira.- Dijo sacando su celular y estuvo algunos segundo en él hasta que lo giró hacia mi.

-Es muy lindo, me encanta, ¿Cómo se llama?- Pregunté emocionada, me imaginaba un nombre muy tierno como bombón o algo así.

-Hades, mi pequeño Hades.- Dijo y yo solo pusé cara de confusión.

-¿Le pusiste Hades a un animalito tan tierno?- Pregunté riendo y con cierta ternura.

-Sí, le queda muy bien además de que es muy varonil.- Dijo guiñando y yo reí nuevamente por la poca ternura con la que hablaba.

-Espero algún día conocerlo, sería un honor conocer al hijo de mi novio.- Comenté y él sonrió de una manera muy linda.

-Claro, mi bebé encantado de conocer a su madrastra malvada.- Dijo y yo solo achiqué los ojos dandole un leve golpe en el hombro.

-Yo no soy mala.- Comenté con un puchero en los labios y una carita triste.

-Claro que no lo eres, de hecho eres genial, por algo eres mi novia falsa.- Dijo guiñándome y dandome ánimos de una manera linda.

-Muchas gracias, novio falso, tu también eres genial aunque algunas veces seas frío.- Dije recargando mis codos sobre mis rodillas flexionadas.

-Contigo soy muy amable, créeme.- Dijo son cierta sinceridad que me dejaba pensando, conmigo no era del todo tierno y amable pero lo comprendía porque técnicamente nos acabábamos de conocer.

-Yo también soy amable contigo, bueno con todo el mundo pero así es mi forma de ser...- Dije queriendo dar a entender que soy amable con todos pero que no con todos salgo, yo sola me estaba confundiendo.

-Comprendo tu punto.- Comentó mientras reía un poco.- Irradias mucha felicidad y alegría pero esta noche todo fue diferente, ¿Quieres hablar sobre eso?- Preguntó de manera tan relajada que me hizo entrar en confianza.

-¿Tu no sabes bien la historia de Chase?- Pregunté confundida, creí que lo sabía porque previamente me lo había comentado.

-En realidad no, lo poco que sé es que salían y de un día a otro se comprometió.- Dijo tomando un trozo del postre, lo había olvidado por completo y yo también tomé un pequeño pedazo.

-Sí pero hay más detalles, el se presentó con mis padres, me acompañó al baile de bienvenida y me prometió eterno amor, cursilerías, se volvió parte de mi día a día y pasar tiempo con él era lo mejor que había, un día como cualquier otro hubo una cena familiar con el propósito de que la prima que me arruinaba la vida anunciaría algo importante, nadie sabía nada hasta que llegamos al lugar, Chase y ella anunciaron su matrimonio y aunque semanas después la hermana de Chase me explicó que el matrimonio era por conveniencia él ya me había dejado en claro que no quería nada conmigo y demostró que ella estaba por encima de mi, una historia adolescente ridícula.- Todo lo solté sin una lágrima, quizá era un avance de esta tonta separación

¿Seremos Una Historia Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora