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Llegamos a la fiesta, muy elegante para mi gusto pero sin duda muy bonita. Le pedí a Chase entrar separados ya que yo no quería que pensaran que llegamos juntos. Él entró primero, a los minutos decidí entrar a la gran casa, muchos ojos estaban sobre mi, genial.

Avancé a paso seguro y sonriendo hasta que visualicé a Chase y me dirigí hacia él, estúpida.

Una mano tocó mi hombro y yo me giré de inmediato.

-Que gusto verte aquí.- Dijo la madre de Chase.

-Digo lo mismo, muy bonita fiesta, ¿No?-Dije tratando de mantener la conversación.

-Han habido mejores pero sí, es linda.- Dijo analizando cada parte del gran salón.

-¿Has visto a Chase, mamá?- Preguntó una chica delgada, pelirroja, bastante linda a decir verdad, quizá era un par de años menor que Chase.

-Renata, deja a tu hermano en paz, ah mira, ella es Tara, una de las mejores piezas que tenemos en la empresa.- Dijo la madre de Chase refiriendose a mi. Vaya, no sabía que Chase tenía una hermana.

-Un gusto.- Dije estirando la mano para verme amable, lo era pero trataba de serlo aún mas.

-Ay el gusto es mío, ya me habían hablado de ti, que emoción por fin conocerte.- Habló tan rápido que apenas entendí y solo reí, era una chica muy linda.

-Pueden ir al jardín trasero, lo han arreglado muy bonito, disfruten la fiesta chicas.- Dijo la madre de Chase y Renata jaló mi mano escabullendonos entre la gente.

Llegamos al jardín, era precioso. Ambas caminamos hasta unas bancas muy lindas y bien arregladas, las luces adornaban perfecto el escenario.

-Así que eres Tara, Chase me contó mucho de ti además de lo que ya se había publicado en el periódico y las noticias.- Dijo emocionada justo cuando nos sentamos.

-Yep, pero no es nada del otro mundo, solo salimos en una foto y ya.- Dije restandole importancia.

-Pues las maravillas que mi hermano habla de ti son de otro mundo, creo que se enamoró...-Dijo diciendo lo último en voz baja.

-Sí, se enamoró de Clarisse, imposible que no lo sepa todo el mundo.- Dije cabiz baja.

-Oh, ¿No te lo contó Chase?- Preguntó tomando mis manos.

-¿Contarme qué?- Pregunté realmente intrigada, este asunto iba a matarme.

-Mira, no me corresponde decirte pero como eres demasiado linda y siento que vas a sufrir más si no te lo digo pero Chase se está casando para que le hereden la empresa y no se la quede Cristian, nuestro otro hermano, bueno, hay más asuntos de la empresa y familiares por las cuales se deben casar pero déjame decirte que por amor no es.- Dijo susurrando, su confesión estaba comiendose mi mente, mierda, creo que era lo que Chase iba a decirme cuando volviera de mi viaje.

-¿Lo dices enserio?- Pregunté aún dudosa.

-Por supuesto, la boda está programada para junio, se divorciarán en agosto, así son estas cosas.- Dijo Renata de manera tan pacífica que mi cuerpo y alma al fin estaban en paz, eso significaba que había una pequeña posibilidad de que Chase aún me amara.

A los pocos segundos sonó Love me like you do, la misma canción que sonó cuando Chase y yo nos besamos por primera vez, no dudé un momento y me disculpé con Renata y salí corriendo en busca de Chase, pude verlo a lo lejos después de buscarlo con la mirada y corrí hacia él, lo jalé hacia el jardín que se encontraba solo ya que la gente bailaba dentro del salón con sus parejas.

-¿Qué es lo que pasa?- Preguntó Chase respirando pesado y yo solo reí un poco.

-Renata me lo contó, lo del matrimonio arreglado.- Dije muy calmada esperando a su respuesta.

¿Seremos Una Historia Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora