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Mi viernes había transcurrido de manera muy acelerada, todo el mundo corrí y hacía llamadas de confirmación por el baile tan esperado en las últimas semanas, sin duda alguna yo también lo había esperado con ansias pero ahora estaba bastante tranquila a decir verdad, todavía faltaban 6 horas aproximadamente así que corrí a la oficina de Chase para entregar unos informes que aún no había entregado.

-Buenas tardes, aquí está el trabajo, perdón por la tardanza.- Dije saludando a Chase después de que me indicara que pasara.

-Hola, gracias, ¿Cómo va tu día?- Preguntó tomando la carpeta que tenía en mis manos.

-Bien, algo agitado, ¿y el tuyo?- Pregunté sentándome frente a su escritorio dejando mi mochila en el suelo y formando una cola alta con mi cabello.

-Normal, debes regresar a casa si quieres tener tiempo de sobra y no te estreses, conozco muy bien a las mujeres.- Dijo riendo y entendí que se refería a arreglarme para el baile.

-¿Seguro? Ni siquiera he empezado a trabajar y ya me quieres fuera.- Le dije confundida y el bajó sus lentes de su tabique para verme fijamente.

-Lo digo enserio, debes disfrutar esta noche.- Dijo dándome  una sonrisa sincera y yo se la devolví-

-¡Gracias!- Dije casi gritando.

-No es nada, paso por ti, no lo olvides.- Dijo y asentí levemente saliendo de aquella oficina enorme.

Caminé hasta la parada de los taxis y tomé uno hacia casa, me bajé y le di el dinero correspondiente al conductor agradeciéndole.

Abrí la puerta de entrada de la casa y me adentré en ella, inmediatamente el olor a comida recién hecha inundo mis fosas nasales llevándome hacia la cocina donde se encontraba mi madre.

-¿Qué haces tan temprano aquí, cariño?- Dijo mi madre al verme dándome un abrazo.

-Chase me dijo que como hoy era el baile que no habría problema en faltar a trabajar para que me diera tiempo de arreglarme y esas cosas.- Dije dándole un beso en la mejilla y tomando un vaso para llenarlo con agua.

-Es un buen chico, me agrada.- Comentó mi madre y yo solo asentí sabiendo que Chase no era del todo bueno, conmigo lo era porque le agradaba pero con los demás es arrogante.

Salí de la cocina rumbo a mi cuarto recogiendo las llaves que había dejado en la mesa y mi celular, me recosté en mi cama y dormité un poco según mi mente pero realmente había caído en profundo sueño durante casi 4 horas, me desperté por el sonido de mi celular y lentamente lo tomé.

-¿Hola?- Pregunté aún dormida sin siquiera haber visto quien llamaba.

-¿Ya casi lista?- Preguntó la voz al otro lado.

-¿Eh? Son como las 4 apenas, Chase, deja descansar un poco.- Dije bufando porque interrumpió mis sueños.

-Tara, son las 7:00 pm, se supone que en una hora y media paso por ti.- Dijo Chase e inmediatamente di un brinco quedando sentada.

-Mierda, tengo que arreglarme, adios, gracias.- Me levanté y corrí al baño para darme una ducha.

Me sequé rápido el cabello y me hice unas ondas suaves, mi cabello era a la altura de mis hombros así que acentuaría mis facciones.

Me coloqué un poco de base y corrector, coloqué una sombra suave porque lo que debería de resaltar era el vestido, por último coloqué un labial rojo y fijador de maquillaje.

Me dirigí al closet y saqué el vestido, lo coloqué sobre mi cama apreciándolo y finalmente me vestí, subí el cierre trasero y me di un vistazo al espejo, me sentía tan preciosa, busqué los tacones que había comprado anteriormente y me los puse, di una última vuelta y escuché un pitido afuera de mi casa, me eché bastante perfume y salí de mi habitación pero me quedé en la puerta viendo como mi madre le abría la puerta a Chase y se saludaban, creo que era hora de bajar.

¿Seremos Una Historia Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora