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-Tara, despierta.- Un cuerpo más grande que yo me estaba moviendo en la suave cama.

-5 minutos por favor.- Imploré haciéndome una bola mientras arrastraba una parte de la sábana.

-¿Sabes que día es hoy? Nochebuena y no la pasaremos aquí encerrados, hay mucho por hacer, niña- Dijo Edward una vez más, lo que realmente hizo que levantará mi cuerpo de la cama fue el hecho de que haya dicho "no la pasaremos aquí".

-¿A dónde iremos ahora?- Pregunté recargándome sobre las almohadas mientras Edward se hacía la corbata.

-Visitaremos a tus padres, te hará bien verlos y después tomaremos un vuelo, ¿Estás de acuerdo?- Cuestionó dejándome un poco aturdida con el plan.

-No he hablado con mis padres en días, no sé si sea una muy buena idea ir de una.- Comenté tratando de imaginar qué excusza les pondría, se volverá locos cuando sepan todo.

-¿Quisieras llamar?- Comentó mientras caminaba hacia el closet retirando la corbata que había colocado anteriormente.

No quería llamar realmente pero lo hice. No recordaba muy bien lo que pasó anoche pero haya sido lo que haya sido no me arrepentía en lo absoluto. Atravesé el espacio en camisón y ropa interior casi corriendo para alcanzar una bata, así no me sentiría tan incómoda frente a Edward.

-He visto más que eso, no tengas pena.- Dijo notando mi apuro por cubrirme.

-Eh...claro, ¿No te molesta si me la quedo?- Dije caminando para tomar mi bolso posado en el perchero de la entrada.

-Para nada, solo comentaba. Quédate como más cómoda te sientas.- Habló agitando mi cabello con la palma de su mano, cosa que me pareció demasiado tierna.

La conversación murió ahí mientras los tonos sonaban hasta que escuché la voz de mi madre agitada, o tuvo una noche divertida, bastante asqueroso saberlo si fuese así -Tara, tu la pasaste igual-, en fin, puede ser solo que esté apurada.

-Buenos días, ¿Todo bien?- Cuestioné mientras me sentaba en el sofá de la sala de estar.

-Claro que sí cariño, ¿Cómo has estado? Ya me enteré de tu relación, debemos hablar de ello. ¿Cómo están los chicos? ¿Ya casi listos?- Cada pregunta me abrumaba más porque no sabía como contarle todo.

-Sobre eso, mamá, ¿Crees que pueda regresar hoy a casa? Dime que sobran dos espacios por favor.- Le dije con una risa nerviosa.

-Claro que si, cariño, la cena será aquí en casa, ¿Viene el chico de las noticias?- Preguntó y no quería contestar pero si Edward iría tendría que decirlo.

-Sí, mamá, Edward va conmigo.- hablé en un suspiro.

-Aquí los esperamos, llámame cuando aterrices por favor, linda, hasta luego.- Mi madre si que estaba ocupada, nunca me cuelga primero. Bueno, mínimo teníamos asegurado donde pasaríamos esta festividad.

Asentí cuando Edward buscó mi mirada, no había mucho que hablar, realmente no quería volver a casa, no me sentía preparada para ver a todos.

Las maletas no se haría sola así que comencé a buscar la poca ropa que había sacado de ellas. Edward parecía ignorarme, ninguna palabra salía de su boca, no tenía ninguna llamada de Luke. Quizá estaba nostálgica porque mi periodo llegaría. Siempre oculto mis sentimientos tratando de justificarlos con desbalances hormonales.

Chase siempre sabía que hacer en mi periodo.

Chase siempre sabía que hacer en todo.

Chase no debía saber tanto.

¿Seremos Una Historia Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora