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Edward Graham estaba afuera.

Caminé hasta la puerta mientras le pedía a mis amigos que me llamaran si ocupaban algo.

-Buenas noches.- Dije una vez que había abierto la puerta y Edward estaba frente a mi.

-Buenas noches, Tara.- Dijo plantando un beso en mi mano. Estaba a punto de tener un paro cardíaco.

-Ellos son mis amigos, Luke y Lía.- Dije presentándolos rápidamente.

-Un placer conocerlos.- Dijo Edward sonriéndoles y se giró nuevamente a mi.- ¿Nos vamos?- Preguntó y asentí, caminamos hasta su coche y el abrió la puerta del copiloto para mi.

-Gracias.- Comenté cuando él ya estaba abrochando su cinturón de seguridad.

-De nada, háblame de ti, ¿Cuántos años tienes? ¿Como es tu familia?- Preguntó interesado y yo acomodé mis ideas para no decir nada tonto.

-Tengo 16 años, la próxima semana cumpliré 17. Mi familia no es tan numerosa, tengo una hermana, mis padres, una sobrina y muchas tías y primas, una familia promedio.- Dije con sinceridad.

-Vaya, luces un poco más grande, 16... eres joven.- Dijo analizando mucho mi edad, realmente era algo extraño porque el sabía que me veo chica y aunque el también se ve bastante joven no quita el hecho de que tenga 28 años.

-¿Tú cuántos años tienes?- Pregunté fingiendo que no sabía su edad.

-28, no soy tan viejo.- Dijo y yo reí muy bajito.

-Comparado conmigo sí lo eres.- Dije y el me vió muy serio.

Cuando llegamos el le dejó las llaves al del valet parking y nos adentramos al restaurante, era muy elegante, las luces muy cálidas y un ambiente muy relajado.

-¿Qué planeas estudiar?- Preguntó mientras nos sentábamos.

-Me gustaría estudiar Negocios Internacionales, es una carrera que me llama mucho la atención, por eso hago mi servicio social en la empresa, para poder aprender más.- Dije de una manera muy relajada.

-Una carrera muy interesante, recuerdo que estuvo en mi lista de carreras para estudiar cuando fui más joven.- Dijo viendo directamente a mis ojos.

-Supongo que hubo una que te gustó más.- Dije ladeando mi cabeza.

-En efecto, preferí estudiar arquitectura, una cosa totalmente diferente pero me llevaba a un mismo lugar.- Dijo y mi cabeza estaba guardando toda esa información.

-Me imagino que es una carrera complicada, bueno, es lo que he escuchado.- Comenté y el asintió, el mesero llegó y le pedí a Edward que el escogiera por mi ya que necesitaba ir al baño.

Una vez que estuve en este hice mis necesidades, lavé mis manos y retoqué mi labial, los nervios ya estaban desapareciendo y eso me alegraba. Regresé a la mesa y Edward se encontraba clavado en su celular.

-Volví.- Dije llamando su atención.

-Una disculpa, asuntos de trabajo.- Dijo agitando su cabeza y guardando su celular.

-No hay problema, tengo una pregunta ¿Por qué me citaste realmente?- Pregunté algo curiosa.

-Tara, necesito tu ayuda.- Dijo con un semblante serio y yo solo me confundía.

-Dime.- Comenté en voz baja.

-No sé si lo sepas pero hay rumores de que soy gay, y sabes, no está mal pero no es la reputación que debería tener, me gustan bastante las mujeres pero no me gusta involucrar sentimientos, es una pérdida de tiempo y soy un hombre que el tiempo no le sobra, el asunto es que quiero que salgas conmigo.- Dijo de golpe y yo solo abrí mis ojos demasiado impactada.

¿Seremos Una Historia Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora