-¡Tía! ¡Ya es tarde! ¡Apurate!- Gritaba mi pequeña sobrina mientras yo amarraba los cordones de mis tenis deportivos.
-Listo, vámonos.- Dije tomando su mano mientras salíamos de mi habitación.
Los domingos Alice y yo solíamos ir al parque así que mi hermana la dejó anoche e hicimos pijamada la pequeña y yo.
Al llegar al parque yo fui al área de ejercicio y ella al de juegos mientras yo la observaba jugar con otro niño de su edad, con 3 años ya era muy social y apenas podía hablar, realmente me sorprendía.
Mi teléfono comenzó a sonar y contesté la llamada rápido acercándome a Alice para asegurarla.
-Tara, ¿Crees poder llevar unos papeles a la oficina? Solo es dejarlos y ya quedas libre- Dijo un Chase apresurado y yo solo le dije que sí y me indicó qué cosa debía llevar.
-Pequeña, debo ir a hacer un mandado, ¿me acompañas o te llevo con mamá?- Le pregunté hincandome a su altura.
-Llevame.- Dijo y yo asentí cargándola en brazos.
Llegamos al auto y la coloqué en su silla de coche para que estuviera segura y comencé a conducir hacia aquel enorme edificio, al llegar aparqué cerca de la entrada para no tardar tanto, bajamos y nos dirigimos a mi oficina para buscar aquellos papeles.
-Hay que llevarlos al jefe y nos vamos a comer helado ¿Te parece?- Le dije frotando mi mano en su pequeña cabecita.
-¡Sí!- Gritó mientras me tomaba de la mano y caminábamos hacia el elevador, a llegar al piso de la oficina de Chase Alice tocó la puerta y yo la abrí.
-Buenos días, Tara.- Dijo Chase sin despegar la mirada del computador.
-Y Alice.- Dijo la pequeña a mi lado haciendo que Chase volteara inmediatamente.
-¿Quién eres tú?.- Dijo Chase quitando sus lentes de aumento observándola detenidamente.
-Alice.- Repitió secamente mi pequeña Chase se me quedó viendo.
-Aquí están los papeles que necesitabas.- Dije y Alice corrió hacia él abrazandolo de la pierna y Chase por inercia se alejó un poco y puso cara de desesperación, realmente le caían mal los niños.
-Alice, ven, el señor Fait ahora está molesto, debemos dejarlo trabajar.- Comenté tomándola de la mano.
-Pero huele rico.- Dijo aferrándose aún más a él y yo estaba a nada de estallar en carcajadas mientras Chase trataba de soltarse de su agarre.
-Gracias pero tu tía dijo que debían ir a un lugar tu y ella.- Contestó Chase rápidamente y yo comencé a reirme.
-¡Ven!- Alice tiró de su mano y lo jaló hasta donde yo estaba y Chase me miraba fijamente.
-¿A dónde van?- Preguntó mientras yo cargaba a Alice en mis brazos.
-¡Helado!- Gritó en mi oído aquella niña.
-¿Quieres acompañarnos?- Pregunté amablemente mientras jugaba con el rubio cabello de mi muñequita.
-Bien, iré un rato y después volveré para terminar el trabajo, o no espera....- Dijo Chase guardando sus cosas mientras hacía una llamada y Alice y yo bajábamos.
-¿Qué te pareció mi jefe?- Pregunté mientras bajábamos por el ascensor viendo a ciudad.
-Grosero.- Comentó y yo reí levemente mientras las puertas se abrían y ambas salíamos.
Nos sentamos en las salas de lobby esperando a Chase quien bajó un par de minutos después mientras guardaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón de vestir, lucía tn formal con su simple camisa blanca y su saco en su antebrazo doblado de manera dispareja.
-Vamos.- Dijo Chase mientras salimos hacia el estacionamiento.
-¿Quieres venir con nosotras en el mismo auto?- Pregunté mientras llegábamos.
-El mío está aquí pero puedo pedirle a Dereck que se lo lleve.- Dijo Chase como opción.
-Como te parezca mejor.- Dije mientras acomodaba a Alice en su silla para coche.
-Bien, deja hablo con Dereck y nos vamos.- Sacó su celular y comenzó a parlotear mientras Alice y yo jugábamos.
-Listo.- Dijo Chase mientras un guardaespaldas tomaba las llaves de su coche y se alejaba.
-¿Tiene guardaespaldas?- Cuestioné mientras el subía al lado del copiloto y yo encendía el auto.
-¿Si sabes quien soy? Mi seguridad vale mucho.- Dijo Chase y yo solo me reí discretamente, tal vez todo el mundo lo veía como alguien relevante y muy importante pero cuando convives con el sabes que es una persona normal, no se da tantos lujos, bueno sí pero es como cualquier persona.
-Ajá.- Dije sin más y comencé a conducir hasta legar a la heladería favorita de Alice.
-¡Llegamos!- Dije gritando y Alice comenzó a llorar, estaba dormida y no me di cuenta.
-Te aviso que estaba dormida y ahora no parará de llorar.- Dijo Chase saliendo del auto.
-Que inteligente eres, Chase.- Dije cerrando la puerta y abriendo la trasera para sacar a Alice pero ni meciéndola dejaba de llorar, Chase estaba a un lado de mi y Alice estiró los brazos hacia él y yo giré a verlo.
-Mierda, tú sabes que soy malo en eso.- Dijo Chase alejándose y yo lo miré con ojos de súplica.
-Por favor, no se callará si no la cargas.- Estiré mis brazos hacia él y la cargo suavemente mientras ella dejaba de llorar y recargaba la cabeza en su pecho.
-Lo ves, eres realmente bueno.- Dije y él la abrazaba con seguridad mientras nos adentrábamos en la heladería.-Quédate aquí y yo pediré.- Comenté mientras Chase se sentaba en un sillón recostando a Alice colocándole su saco encima para cubrirla del frío y yo lo miré con cierta ternura.
-Ya sabes que me gusta.- Dijo mirándome fijamente.
-No hay un helado que se llame Tara y lo sabes.- Comenté riendo y me alejé para ir a pedir su helado y el mío.
El chico me atendió amablemente y como no había gente en un santiamén estaba de vuelta en nuestra mesa.
-Gracias.- Dijo Chase tomando el helado y Alice se removió en su lugar despertándose, casualmente yo aún no había probado mi helado así que se lo dejé en la mesa para que cuando se despertara totalmente ella pudiera comérselo.
-¿Por qué trabajaste en domingo?- Pregunté mientras jugaba con una servilleta.
-Parece ser que vamos a hacer un contrato en Santorini así que si se aprueba la firma será el próximo mes e inmediatamente comenzará una construcción que estará lista en mayo del próximo año y deberé ir a supervisarla.- Comentó Chase y yo poco a poco me sorprendía más, Santorini era mi lugar de ensueño.
-Que cool, te deseo lo mejor en este nuevo proyecto.- Dije alegre regalándole la mejor sonrisa que tenía.
-Gracias, espero que estés ahí para celebrarlo.- Sonrió de manera tan linda que por dentro me derretía, lo observaba fijamente rogando por besarlo nuevamente.
-Lo estaré, descuida.- Dije suavemente reposando mi cabeza en la mesa como si fuera a dormirme.
-Eres muy linda, ¿Lo había mencionado antes?- Cuestionó y el calor comenzaba a subir por mis mejillas e inmediatamente tapé mi rostro.- No te cubras.- Dijo notando mis nervios y bajé las manos lentamente.
-Me pones nerviosa.- Dije en voz baja.
-¿Ah sí?.- Dijo y asentí levemente.- ¿Y esto te pone nerviosa?- Preguntó tomando mi cara lentamente solo acariciándola y acercándose un poco robándome un corto beso para después relamerse los labios.
-Eres un idiota.- Dije riendo bobamente.
-Por lo que veo te gustan los besos de los idiotas ¿O me equivoco?- Dijo riéndose y yo solo rodé los ojos.
-¿Por qué se besan?- Dijo Alice y ambos nos sobresaltamos y volteamos a vernos.
ESTÁS LEYENDO
¿Seremos Una Historia Cliché?
RomanceToda mi vida la había pasado sin relaciones amorosas y con pocas amistades cercanas pero una decisión cambiaría el sentido de mi vida, personas nuevas haciendo que me pregunte, ¿Seremos una historia cliché?