Porque aún te amo [YiZhan]

CAPÍTULO 33

"Baby, como animales ven a mí
No arruinemos el momento
No hay tiempo pa' palabras
Que la noche se haga larga,
Larga-larga, larg~"

Xiao Zhan estaba sufriendo...

... Sufriendo un placer inimaginable.

Su rostro sonrojado estaba presionado contra el sillón, de sus ojos caían pequeñas lágrimas mientras qué de sus labios entreabiertos escapaban diferentes sonidos lascivos.

Lo que más lo avergonzaba no era estar amarrado y completamente desnudo a disposición del alfa. Más bien la posición indecente en la que su parte trasera fué elevada hace unos momentos atrás.

-Mmm... Y-Yibo-ooo... -. Balbuceó gimiendo mientras arqueaba su espalda.

El omega se retorcía en busca de más contacto con la húmeda y caliente lengua del alfa que no dejaba de torturar su palpitante entrada.

Y si analizamos la conducta del menor se podría decir que el cuerpo de Wang Yibo estaba poseído por el demonio de la lujuria. Su parte animal.

Sus grandes manos amasaban y separaban el par de turgente de nalgas que eran su perdición luego de haberlas besado, mordido y succionado dejando el rastro de su paso sobre ellas.

Cuando su mirada se concentró en el pequeño punto fruncido, rosado y lubricado, sus pupilas se dilataron y su boca actuó por sí misma queriendo saborear el néctar que fluía naturalmente como agua de manatial desde el interior de Xiao Zhan. Su omega.

-Delicioso... -. Gruñó haciendo que el mayor diera un respingón al escucharlo.

Su gruesa voz cargada de deseo y el primer contacto de sus labios en una zona tan íntima e indecorosa, hacían nublar la mente de Xiao Zhan.

El sentir cómo la lengua del alfa delineaba el contorno de su orificio, entrando y saliendo de éste con tanta devoción, provocaba que sus piernas temblaran al punto de perder el equilibrio.

De no ser sujetado por las grandes manos del alfa desde su trasero, ya habría colisionado contra el suelo.

-Mngh... Yi-booo... ah...-. Jadeó cuando sintió uno de los grandes y largos dedos del menor invadir su cavidad.

Al poco tiempo un segundo lo acompañó simulando embestidas y buscando el punto dulce dentro del interior del omega que lo haría estallar de placer.

Wang Yibo sonrió triunfante al notar que lo había hallado. El mismo Xiao Zhan le dió la señal al moverse sensualmente, follándose el mismo contra sus dedos.

-¿Impaciente?-. Preguntó alejando su mano de aquella zona y ganándose un gruñido molesto del omega.

Inmediatamente levantó los brazos amarrados del mayor y, sólo aflojando un poco el nudo improvisado de los restos de la camisa para cambiar la posición de sus estremidades, los deslizó sobre su cuello haciendo que la espalda de Xiao Zhan se pegara contra su pecho.

-¡Ah!... Yibo, ¿Puedes soltarme?...yo quiero tocarte...-. Suplicó sorprendido por el ágil movimiento que el alfa realizó con su cuerpo.