CAPÍTULO 30

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Wang Yibo despertó con un fuerte dolor de cabeza. La luz del sol encandilaba sus ojos.

¿Cómo llegó a su habitación?, no lo recuerda.

Los vestigios de las últimas horas transcurridas llegaban a su mente generándole aún más confusión.

¿Todo había sido una maldita pesadilla?. Se preguntó tallando sus ojos con pereza. Parecía que un camión había pasado por encima de su cuerpo.

Cerró los ojos nuevamente sonriendo inconscientemente al percibir las feromonas de Xiao Zhan sobre la cama. ¿¡Qué carajos!?.

Exclamó el alfa de repente cuando se sentó y pudo ver que se encontraba solo, completamente desnudo y cubierto por la sábana blanca.

-¡Xiao Zhan!-. Lo nombró sin recibir respuesta alguna.

Se paró sin pudor alguno con el corazón acelerado, recorriendo la habitación y el baño, pero no había rastro del pelinegro. Solo su aroma estaba presente.

Se sentó en la orilla de la cama y observó atentamente cada parte de la habitación hasta que sus ojos se centraron en el pequeño mueble de madera.

Justo al lado de la lámpara de noche había un vaso de agua y dos analgésicos haciéndole sufrir una especie de deja vu.

Pero luego de ingerirlos lo que más le llamó la atención era el colgante de buey descansando sobre una tarjeta de invitación.

Sonrió al ver el rostro serio de su pequeño hijo al pie de la misma.

Sonrió al ver el rostro serio de su pequeño hijo al pie de la misma

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Eso significaba solo una cosa. Todo lo que había recordado no era parte de su imaginación.

Su rostro palideció y parecía que la presión cardíaca había descendido notablemente causándole un leve mareo.

Agradeciendo estar sentado sobre la cama y sujetándose de las sábanas que aún olían a sexo y a Xiao Zhan.

-¡Oh por todos los cielos!, no puede ser cierto, yo ... yo no puede haber hecho eso ...-. Exclamó sujetando entre sus manos la cadena que hace poco tiempo había arrojado a los pies del omega.



La noche anterior.

De repente el cielo se cubrió de gris y las gotas de lluvia se mezclaban con las lágrimas del alfa.

De repente el cielo se cubrió de gris y las gotas de lluvia se mezclaban con las lágrimas del alfa

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Porque aún te amo [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora