CAPÍTULO 19

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Aquella unión entre ambos cuerpos que comenzó de manera suave se volvió paulatinamente más salvaje. El alfa de Yibo había despertado por completo luego de que Zhan le diera el pase libre de invadir su intimidad.

Los dos se amoldaban perfectamente a las nuevas sensaciones que experimentaban por primera vez. El vestuario se llenaba de sonidos obsenos. El choque de pieles sudorosas, el chapoteo provocado por la fricción del miembro del alfa entrando y saliendo de la entrada del beta. Gemidos, jadeos y respiraciones entrecortadas.

- Ah ... Ah ... Ahhh ... Y-Yibo ... más rápido ... ahí ... justo ahí ... no te detengas ... -.

- Mgh ...  Zhan-ge ... ¿ya no duele? ... estas tan apretado ... Ahhh ... -.

- Mmm ... ya no ... continúa ... ahhh ... así muévete así ...ahhh ... -.

Perdidos en la lujuria del momento, haciendo el amor con desesperación, no había espacio que los separase, sus cuerpos y sus bocas eran una. Besos húmedos y salvajes. Sus lenguas se acariciaban mientras la saliva se acumulaba hasta lograr escapar por la comisura de sus labios maltratados. Estaban rojos e hinchados por las fuertes succiones y mordidas.

- Y-Yibo ... déjame montarte ... -suplicó el pelinegro avergonzado- ... me duele la espalda de estar recostado en el suelo ... -.

La fina toalla no servía de mucha ayuda contra las fuertes embestidas que daba el alfa. Liberó las rodillas del mayor, las cuales en ese momento, tenía  separadas y sujetadas con sus manos.

Rodó sobre el frío suelo envolviéndolos entre sus fuertes brazos  sin salir del interior del pelinegro, haciendo que éste ahora quedara a horcajadas sobre su regazo.

Sonrió ladino al ver el estado del cuerpo de Xiao Zhan. Sus pezones estaban rojos e inchados por las mordidas y succiones que le había proporcionado. Su torso y parte de cuello estaban cubiertos de mordeduras y moretones.

Los pequeños ojos del mayor estaban brillosos, sus pómulos sonrojados, los labios se encontraban dañados y entreabiertos, liberando sonidos obsenos que lo excitaban aún más.

- Soy todo tuyo bebé ... puedes moverte ahora ... -.

Ordenó colocando sus grandes manos en al pequeña cintura de Zhan. Ayudándolo a subir y bajar sobre su dura y gran erección. Los movimientos eran certeros y sincronizados. Xiao Zhan meneaba su cadera con sugerentes sentones que hacían golpear en su interior aquél punto de placer.

- T-tócame ... Y-Yibo ... por favor ... -.

Xiao Zhan rogaba, suplicaba que el menor atendiera su adolorida erección. Ésta palpitaba liberando pequeñas gotas de su escencia desde la pequeña abertura situada en el centro de la enrojecida punta.

El alfa relamiéndose los labios empezó a bombear el miembro del beta robándole gemidos, y a su vez, provocando espasmos en todo su cuerpo que repercutirán en su interior. Haciendo que su propia erección recibiera el mismo placer al encontrarse en el apretado y caliente interior de Xiao Zhan.

- Mmm ... tan bueno ... Yi ... Yi ... ahhh ... Yibo ... -.

El alfa preso de la lujuria se enderezó tomando el cuerpo de Xiao Zhan y lo sentó sobre la banqueta abriendo descaradamente sus las largas y finas piernas para arrodillarse entre ellas.

- N-no ... ¿qué pretendes? ... ¡Ah! ... -.

Wang Yibo repartía besos y mordidas en la cara interna de los muslos de Xiao Zhan. Al levantar su vista podía observar como el rostro del contrario reflejaba gestos de placer. El pelinegro mordía su labio inferior para luego soltarlo y darle una forma perfecta de O a esa pequeña boca cada vez que sentía como Wang Yibo succionaba su nivea piel aproximándose a su zona íntima.

Porque aún te amo [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora